sábado, 13 de abril de 2019


La decisión más importante de mi vida

La misión de mi óvulos: es ser fecundados,  dice el doctor. ¡Es la  la naturaleza!
Odio a la naturaleza y a mi cuerpo traicionado.
Mi cuerpo como una misión, como un objetivo a derribar por un enemigo que siempre gana: la naturaleza.
¿Quién quiere ser recipiente y llevar una simiente dentro?
Yo no.
Yo no quiero que me invadan ni que crezca nada dentro. Soy desierto donde no debe nacer nada  Porque cualquiera que lleve mi sangre nace muerto. No. Me rebelo contra el orden natural.  Me arrancaré lo que me somete y me derrumba y  me ofrece este cansancio, y estos pechos como vasijas llenas.
¿No sabías que la misión de los ovarios era esa? Me repite el doctor.
¿Y la misión de la polla?
Ella no tiene más misión que  invadir, que ocupar. La polla reina. Y yo debo ser su súbdita.
Y gatear como una niña para reclama que no quiero ser vasija.
Soy una inconsciente por no saberlo.
O por saberlo y pensar que yo era diferente. Que no me iba a tocar . Pero a  todas no toca el rey con su polla.
La polla de dios me ha  escogido ahora a mi
Para que sea maría su sierva. Y no olvide la naturaleza. La misión de los óvulos. La función de mi cuerpo. Que no olvide la realidad. La puta realidad de miles de niños  muertos de hambre al día .La puta realidad de estampas de niños negro africanos muertos de miedos. La puta realidad de la que no soy consciente. Pero yo debo salvar al hijo que aún no ha nacido. Y sentirme bendecida por la polla dios.


(extracto de “cárceles” obra teatral aún inédita de Nieves Rodríguez Rivera