El hombre perro
fue domesticado desde tiempos inmemorables para trabajar y obedecer. Por esta
razón jamás cuestiona ni entra en conflicto con su amo.
Nació para servir
y ser fiel a la correa que le ata.
Cree que el mundo está dividido entre perros y amo y que nunca nadie podrá
hacer nada por cambiarlo.
Pan y circo, en
dosis más breve la primera que la segunda, es el sustento de este perro casi
hombre o hombre casi humano que se desloma cada día trabajando.
Anhela la
llegada de los días festivos para tirarse, pies alzados, mente acrítica, y
doparse un poco más frente a la televisión diaria..
El hombre perro
es la pareja perfecta de la mujer coneja, ambos son fieles servidores del sistema
que los utiliza convenientemente como mano de obra barata o como paridoras,
según convenga.
8 comentarios:
Me voy a pegar un tiro...
La verdad es que yo siempre he sido un poco perrete, no por lo que dices en tú fabula, más bien por todo lo contrario, yo de deslomarme trabajando na de na, siempre he seguido a rajatabla la ley del mínimo esfuerzo, es que si trabajas mucho el cuerpo como que se te queda sin ganas de fiestas, juergas y desmadres, ¡Y ESO SI QUE NO!
Un besito, profe.
Descritos por tu pluma quedan bien retratados y hacen buena pareja.
una lluvia de besos
Estupendo!
Muchos besitos
Estaré pendiente del texto dedicado a cúspide de la pirámide jerarquica; a su analogía en el mundo animal y sobre todo a sus hábitos y costumbres, exclusivos y temo que muy poco de su gusto, y tampoco del mío oiga, sin que ello nos clasifique entre las especias vistas hasta ahora, ¿o sí?
Siii, esperamos la próxima!
Excelente, Ico, estas esculturas por todo el simbolismo que encierran y que, tristemente son absoluta verdad.
Un fuerte abrazo
Me voy a pegar dos tiros...
Saludos
J.
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