domingo, 2 de junio de 2013

Terrorismo de género



Según la R.A.E se denomina terrorismo “ a la dominación por el terror. A la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”. Me planteo sino seria conveniente denominar como “terrorismo de género” los continuados asesinatos de mujeres por partes de sus parejas o ex parejas.
Este cambio de nomenclatura supondría la consideración de este hecho como un problema de estado y, de este modo, el terrorismo de género sería tomado en cuenta como un acto que menoscaba las libertades y derechos de las mujeres, pero también como un acto que descalabra el fundamento de derecho en el que nuestro sistema democrático se basa.
Y es que los últimos asesinatos de mujeres nos obliga a una reflexión más profunda de este hecho, no podemos seguir cerrando los ojos a este feminicidio como si fuese un grieta más del sistema, porque en ello nos va la vida a la mitad de la población.
El estado debe garantizar la seguridad y la protección de los más débiles y en este caso, los débiles, son todas esas víctimas del machismo que mueren cada día. Sin embargo,  esta debilidad de las víctimas no está sustentada en una menor capacidad de la misma sino en la inferioridad social en la que ha estado sometida durante mucho tiempo a causa del machismo imperante en nuestro sistema patriarcal.
El gobierno debe actuar ya desde todas las instituciones  y solventar lo que a fuerza de reducciones presupuestarias y aumento de la crisis se perfila como uno de los problemas más importante de este momento.
La condena de estos delitos y la puesta en marcha de una plan de acción urgente contra  el machismo debe ser una prioridad imperante para nuestros gobernantes.
Hay que erradicar de nuestra sociedad los resquicios de la era franquista, donde la mujer era considerada un ser inferior y dependiente del marido. De aquellos barros vienen  estos lodos.
 Aconsejo a quien no lo haya visto el interesante documental “las Constituyentes” homenaje a las primeras mujeres que trabajaron en la creación de la Constitución, pioneras que tomaron por primera vez en democracia la palabra para exigir la igualdad legislativa. Sobre todo, porque es revelador constatar como las políticas actuales, cuarenta años después, se quejan de las diferencias políticas y sociales aún existente entre ellos.
Así,  mientras la cuota ha llegado a los partidos a regañadientes e impuesta por una justicia reparadora, ésta no se ha reflejado en iguales conquistas sociales para la mujeres. Baste como ejemplo la ley del aborto donde todavía ser dirime si un derecho único y exclusivo de la mujer debe ser politizado a instancias de la influencia de la iglesia en el grupo que gobierne.  
El machismo domina todas las capas sociales, acecha escondido o latente en nuestra sociedad revestido de modernidad y europeismo. Sólo hay que echar una ojeada a la caja social, la televisión, y observar en qué lugar del ranking social y de prestigio aparecen hombres y mujeres, quienes aparecen en las grandes gestiones económicas y políticas y quienes permanecen aún en la vida privada.  
No obstante, peso a todo, las mujeres no van a retroceder un paso atrás en la conquista de sus derechos, en la igualdad efectiva, en la toma del poder que les pertenece por derecho y valía, desde cualquier punto del planeta. El grito de protesta de la feminista tunecina, Amina Tyler,  representa gráficamente lo que digo, la palabras dibujadas en su piel “Mi cuerpo es mío y hago con él lo que quiera”  que le ha valido la condena del fundamentalismo, pero la activista tunecina sigue resistiendo.
Difícil  y ardua tarea que debemos sostener cada día  las mujeres en la consecución de la igualdad efectiva y real, más complejo aún por el sistema patriarcal en el que vivimos, a no ser que alguien sea tan inocente para pensar que Angel Merkel, domina el mundo, o al menos esta parte de nuestro mundo.
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11 comentarios:

Ignacio Ruy Suvina dijo...

Seguimos sin hacer este mundo mejor. No ponemos los medios. No hay voluntad. Avanzamos unos pasos y luego se retrocede y se borra el camino, no hay continuidad, seguimiento.

TORO SALVAJE dijo...

Ya no sé que decir, esto es una locura sin fin...

Todo mi apoyo.

Besos.

maslama dijo...

pues que te voy a decir, lo mismo que Torito, una locura sin fin..

besos,

Anónimo dijo...

Se me ocurre que puede haber algún "terrorista de género" entre los que legislan, con lo que se me antoja harto improbable que se avance en ese sentido.

Para eso estamos los blogs: para decir lo que en el Congreso no se congrega.

Homo Minimus dijo...

Hablando de coherencia e igualdad...¿Si una mujer mata a un hombre envenenándole la comida o rebanándole el cuello, ¿cómo catalogamos a este hecho? Violencia feminista, supongo.

Ico dijo...

Querido Homo Mínimus:
La terminología de terrorismo de género está sustentado en la base de que todo terrorismo es una violencia generalizada por cuestión de una ideología discriminatoria e inconstitucional: el machismo.
Lo que usted menciona es un asesinato deleznable e inclasificable, pero no deja de ser más que anecdótico, mientras que el asesinato de mujeres por parte de hombres a causa del machismo es, por desgracia, , un atentado diario, un hecho que atenta contra las bases de unas sociedad igualitaria.
Gracias por participar.

maslama dijo...

feminismo no es lo opuesto de machismo, como nacer no es lo opuesto de.. asesinar. Interesante como nuestra forma de expresarnos, las palabras que escogemos (y las que no) desvelan, incluso involuntariamente, nuestra ideología

Anónimo dijo...

Mueren unas 60 mujeres al año víctimas de sus parejas. Unos 30 hombres mueren víctimas de sus parejas (no llamaría yo a esto una "anécdota").

Ningún motivo es más "anecdótico" que otro. Quizá a ti un tipo de muertes te generan más compasión. Eso es cosa tuya.

A ti quizá no te importen tanto los homicidios o la violencia en general, sino el apoyar tu ideología hembrista o feminista, como quieras llamarla.

Quizá solo te producen compasión las mujeres muertas por hombres.
A mí me produce compasión la violencia contra las personas por personas, sean estas mujeres, hombres, niños o niñas.
Quizá esto es lo que nos diferencia.

En todo caso, está claro que, a juzgar por el tono de tu blog, estás obsesionada por el tema. Seguro que has sufrido mucho y hablas desde la herida. Pero te recuerdo que tu sufrimiento no es el único tipo de sufrimiento.

Un cordial saludo.

PD: propongo llamar "violencia hembrista" a las muertes de hombres a manos de sus esposas o parejas. Así dejamos el término feminista para tu ideología. Y todos contentos.

maslama dijo...

je, ¿a que jode que se te margine, o directamente se te excluya, tan solo por tu sexo? se suele hablar de violencia de género, precisamente para incluir a todo el mundo

Esilleviana dijo...

Has leído o escuchado la noticia de que el maltrato y el asesinato de una prostituta no se considera violencia de género?? increíble, pero cierto. Es el caso del falso maestro shaolín del País Vasco acusado de dos homicidios.
En estos pequeños/grandes detalles se percibe la enorme diferencia entre hombres y mujeres.

un abrazo

Susana Peiró dijo...

Es muy apropiado tu planteo y la denominación “terrorismo de género”. Las lógicas imperantes desde tiempos inmemoriales castigan el derecho de las mujeres a decidir soberanamente sobre sus cuerpos y destinos y los derechos fundamentales de las mujeres aún esperan un debate serio para combatir las asimetrías y desigualdades de género. Mientras delitos como éste no se condenen con toda la fuerza de la ley, todas TODAS, las mujeres estamos expuestas.

Muy buen artìculo, Profe.