El libro comienza con la carta de un antihéroe anunciándonos que se va a suicidar una vez acabe de contarnos su desnortada vida. El tipo es un desecho humano, un Torrente a la inglesa, borracho, machista, amante de la pornografía, sin más juicio ni interés que su amor al dinero, el cual sólo derrocha en alcohol y prostitutas. Su trabajo, director de películas porno, le da sustanciosos beneficios por lo que, siempre tiene más dinero del que puede gastar. Sin embargo siempre lo hace en lo mismo, en alcohol y prostitutas, en medio de esto, viaja constantemente entre Nueva York e Inglaterra. Hasta ahí la novela va bien, el problema comienza cuando acabamos pensando que el tipo tarda demasiado en suicidarse. Lo que podría ser la novela de ser un personaje asocial, amoral e irreverente se acaba convirtiendo en un sucesión repetida de escenas similares: visitas al bar, peleas, conversaciones con actrices pornos y actores decantes y onanismo, todo ello contado en primera persona.
Quizá está novela tenga un transfondo que no acabo de entender, que el dinero envilece y corrompe ya lo han dicho otros muchos y mejores:
“el dinero es del mundo el gran agitador,
hace señor al siervo y siervo hace al señor;
toda cosa del siglo se hace por su amor”
(Arciprestre de Hita)
Sinceramente, lo que me empezó entusiasmando me acabó aburriendo y la dejé a la mitad, cansada de las mismas anécdotas huecas. Debe ser que no entiendo el humor inglés y acabé harta de las peripecias de un patético borracho que entre resaca y visitas a la barra se empeña en conciliar el guión con las demandas de los actores de su película. A mi juicio a “Dinero” de Martin Amis le sobró la mitad de las páginas para no caer en la misma vacuidad de la que parece lamentarse
Quizá está novela tenga un transfondo que no acabo de entender, que el dinero envilece y corrompe ya lo han dicho otros muchos y mejores:
“el dinero es del mundo el gran agitador,
hace señor al siervo y siervo hace al señor;
toda cosa del siglo se hace por su amor”
(Arciprestre de Hita)
Sinceramente, lo que me empezó entusiasmando me acabó aburriendo y la dejé a la mitad, cansada de las mismas anécdotas huecas. Debe ser que no entiendo el humor inglés y acabé harta de las peripecias de un patético borracho que entre resaca y visitas a la barra se empeña en conciliar el guión con las demandas de los actores de su película. A mi juicio a “Dinero” de Martin Amis le sobró la mitad de las páginas para no caer en la misma vacuidad de la que parece lamentarse
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7 comentarios:
A veces resulta dificil de entender, pero tal vez quisiera dejar asi la espiral en la que resulta ese modo de vida, con el mismo tedio que inspira al leer
M. Amis ha llegado a un punto que escriba lo que escriba vende, y hasta gusta.
Y la cita del Arcipestre..., qué bien viene a cuento hoy.
te cuento una anécdota que ha sucedido en mi ciudad esta madrugada, en La Peñona(una peña en el mar en Salinas),
pasa un coche de policía y ve algo raro, un señor cojo arrastrando algo hacia el mar, se para, se acercan y descubren al señor arrastrando por los pelos y golpeando a una mujer que ya iba malherida (como que ya le había roto una pierna)y,, descubierto no se le ocurre otra cosa que decir que es que era muy celosa y no encontró otra...
Si no llega a pasar la policía muere la mujer (33 años o así) y nadie se entera porque era De Brasil.
Un abrazo.
¿Torrente?, solo mencionarlo se me ponen los pelos como un pollo, así que no tendré en cuenta esta novela para nada, sobre todo porque creo en tu buen gusto
UN besote
Una repetición continuada de lo mismo, siempre lo mismo, acaba aburriendo, sea lo que sea: burlesco, sagrado, pecaminoso, etc. Todo hábito, hasta el de gastar sin mesura, acaba aburriendo. Bs.
Hasta la fecha no he leido nada de este autor, pero segun comentas, debe tener buena venta, pues ese tipo de lectura le agrada a la gente de nuestra epoca que no saben pensar.
Besos
Ya no lo leeré.
Gracias.
Besos.
el humor inglés que distinto a los demás humores verdad?
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