Dicen que hay
momentos así, lo extraño es cuando
dura todo una vida. Me refiero al acelerón neuronal que padezco desde chica.
Los calificativos preferidos de mi madre era “parece endemoniada” o “tiene el
mal de San Vito” sólo descansaba cuando leía. Sigo igual, debe ser porque
escribir me produce una especie de efervescencia incontrolada que alivia mis
neuronas. He oído decir en más de
una ocasión a algún escritor que cuando escribían no leían a ningún otro autor
para no ser influenciado. A mí esto me parece inconcebible, como si me impidiesen oler
mientras como.¡Qué insulsez¡ Y qué
tiene que ver lo que uno escriba con lo que otros hayan escrito, si al final
todos estamos interrelacionados, influenciados e intertextuados.
Ayer limpiando
la estantería se me cayó a los pies Henrí Michaux “modos del dormir, modos del
despierto” y decía esto “en el origen de
la voluntad del escritor (…) sólo hay frustración. Escritor porque no se puede
ser aventurero, pirata, aviador o vagabundo a secas. Se carece de potencia
nerviosa necesaria. Escritor que traiciona lo que de mejor hay en uno, que
minimiza las imágenes tratándolas (encerrándolas ) en palabras ” Cioran, a
su lado en el estante ahonda en el mismo principio “ cuando se rechaza el lirismo emborronar una página se vuelve un
sufrimiento, qué sentido tiene escribir para decir exactamente lo que se tenía
que decir” Aplastante.
Mientras
tanto, escribo y todo lo que leo me sirve, y por eso comienzo, “Algo va
mal” de Tony Judt, un ensayo sobre
nuestra sociedad capitalista que me regaló un viejito, compañero de avión, en
mi largo viaje a Buenos Aires.
Escribo, sin cesar, continuamente, aunque no escriba. La mesa noche llena de
libros, a medias, por leer, releídos. Mi querido león Felipe a instancia de Ariadna me concilia con la escritura;
escribir para soltar la rabia, para dar la palabra a los que no la tiene, para
redimir las injusticias, escribir con una finalidad. Al final, hasta el
pesimista Cioran claudica: “sólo se deberían
escribir libros para decir cosas que uno no se atrevería a confiar a nadie”
11 comentarios:
Azogue en el corazón. Seguro que somos multitud silenciosa quienes percibimos semejante. Besos.
La última frase para algunas entradas de mi blog.
Si Henri Michaux se ha puesto rendido a tus pies por algo será. Ahora solo te queda seguir el consejo de Cioran.
tu entrada es un laberinto.
Un beso.
Contagias con tu entusiasmo e hiperactividad neuronal, ewres muy afortunada.
Besos de anís.
Comparado conmigo Cioran era un optimista.
No dejes de escribir.
El mundo tiene suerte contigo :) besos
Toro con las personas tan pesimistas me nace ternura y ganas de abrazarlos y de convencerlos de los contrario..
mromero.. Michaux me ayuda a comprender miss turbulentos sueños
Fedora no sé si el mundo tiene suerte conmigo o yo con el .. me conformo con tener tiempo y muchas bibliotecas a mano donde acudir cada vez que sienta el impulso..
si.. emejota somos multitud..
Un gran iontelecto inunda de belleza este blog. Es posible que la vocación literaria esté muy próxima al incorformismo y a la rebelión frente a lo establecido.
Enhorabuena. Gracias por tu visita y por el suspicaz comentario.
Seguro que esos libros serían mucho más certeros e interesantes
Besos
"He oído decir en más de una ocasión a algún escritor que cuando escribían no leían a ningún otro autor para no ser influenciado". Yo lo entiendo.
El libro que te regaló el viejito es francamente interesante, y a mi modo de ver señala cosas terribles, pero es el precio de ver las cosas tales cuales son. Si quieres ampliar lectura de ese autor (si tienes tiempo, perseverancia, interés por hallar luz, etc.) puedes meterte con "Posguerra", una visión de la historia de Europa desde 1945 hasta la actualidad. De lo mejor que se ha interpretado en materia histórica.
De León Felipe, ¿qué decir? Lo mismo que tú, que me reconcilia...y me relanza. Porque no invita precisamente a la pasividad sino a convertirnos en materia volcánica, a hallar nuestro magma más íntimo.
Gracias, Ico.
aparte rellenar los huecos vacíos
(dios mío, vacíos)que somos, Cioran como tantos se guarda sus razones.
esa dimensión cuarta, o quinta, o penúltima, nunca última, de escribir por escribirse es lo que da en el quiz de la cuestión.
y eso mismo: que somos todo hueco. todo vacío. todo pendiente de ser descubierto.
Hala, a escribir sin tregua!!!
abrazos
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