viernes, 19 de octubre de 2012

Purga

Purga es un libro duro y  audaz.  Una mujer huye durante horas por el bosque. Escapa de unos mafiosos rusos que se dedican a la trata de blanca, y va parar,  desfallecida, en el jardín de una astuta y huraña viejecita. Parece, contado así,  un cuento de los hermanos Green, pero, nada más alejado del cuento que esta realidad cotidiana.
A veces, en las noticias aparece  la desarticulación de una red de trata de blancas, de un almacén o un piso donde viven hacinadas y en condiciones de esclavitud mujeres de todas partes: de China, de Europa del Este, de Nigeria, de Rusia, de Méjico, de  Colombia, de Francia, de España, ningún país escapa a  las mafias y a sus grandes tentáculos. Y es que la esclavitud sexual existe y existirá mientras haya gente capaz de pagar por tener placer sexual. Mientras esto sea así, siempre habrá gente con escrúpulos que comercializará con el cuerpo de la mujer para obtener beneficios.
Purga cuenta la vida de su protagonista, Zara, la autora nos detalle la vida de una mujer secuestrada que vive en condiciones infrahumanas en un  submundo despiadado y atroz.  Se retrata así  la  miseria y vergüenza del ser humano. Como telón de fondo siempre está la historia de Estonia bajo la ocupación rusa. Pero en esta novela se tratan otros temas, las consecuencias de las guerras, el tesón por sobrevivir bajo las condiciones más penosas, pero sobre todo, la guerra interna de sus protagonistas y el sentimiento de culpa. La purga,  la limpieza en finlandés, es el sentimiento que queda  a la víctima después de actos atroces. Sentimiento que no desaparece y la necesidad de la víctima de borrar el horror de cualquier forma.
Sorprende la rapidez del relato estructurados  en breves capítulos, del pasado al presente. El lenguaje directo y preciso, el personaje ambivalente de la anciana, la fuerza de sus imágenes. No sorprende que haya  sido considerada la a mejor novela del 2010.   La autora la finlandesa Sofia Oksanen, quiso reflejar algunas de las cosas que su madre, de pequeña, le contó de  Estonia. Quizás su originalidad y poesía procedan de la fuerza de  la literatura la oral.
Una pregunta entre muchas, después de acabado el libro, subyace en el aire: ¿ Podrán borrar alguna vez este sentimiento de culpa las personas que han padecido actos tan atroces como este?

7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

No deberían tener sentimiento de culpa, no te parece?
No creo que nadie busque sufrir esas atrocidades de forma voluntaria.

Besos.

Ico dijo...

Eso es lo peor, la violación empieza ahí, en hacerte pensar que en cierta manera fue culpa tuya...

Esilleviana dijo...

Pero siendo tan jovenes quizá estas chicas no encuentren un culpable latente y real, puesto que incluso las propias familias pueden estar por el medio o de algún modo, las personas más allegadas a ellas han contribuido a esta situación, de modo que no pueden hallar culpables llegando a la conclusión de que ellas han sido las responsables de todo los que le ha sucedido. Qué complicado y a la vez, que vida tan dura.

Un abrazo profesora

Beelzenef dijo...

Ese libro tiene la fuerza de la cruda verdad

maslama dijo...

parece un libro tremendamente crudo, lo apunto, pero vamos que este tipo de testimonios me suelen costar..

besos,

Anónimo dijo...

¿Eso se llamaba oratoria y era considerado todo un arte, no?
¡¡Hola Ico!!
La Boheme

Anónimo dijo...

Era para el post de arriba...Me equivoqué..perdónnnn