martes, 21 de septiembre de 2010

Esos cielos

75 pasos hay desde el comienzo del patio hasta el final de él. Son los mismos pasos cada día, un día tras otro, con la monotonía y exactitud con la que suceden los hechos rutinarios en la prisión. Éste ha sido el espacio donde ha estado confinada la protagonista durante casi cuatro años. El patio y la celda.

El autor de “Esos cielos” se enfrenta a un tema incómodo ante el cual no teme expresar su opinión, la excesiva comisión que hay que pagar por cualquier delito. Sin embargo, no es un libro carcelario, sino que, por el contrario, habla del estado de la cárcel en el ser humano, de la cárcel que aún sigue presente cuando ya has salido de ella.

Atxaga parece querer mostrarnos que no hay redención posible para cualquier preso, y que, aunque salgas algún día, siempre vuelves a ella. En realidad, dice reiteradamente, nunca acabas de salir de ella porque tus pensamientos siempre están o vuelven a ella.

Bernardo Atxaga ahonda además en un tema tabú durante mucho tiempo en España, las organizaciones terroristas vascas y su propia dictadura, esa que abandona a quien reniega y reniega de quien piensa diferente.

Pero también habla de las ilusiones perdidas, de la exclusión y la soledad, de la imposibilidad de rehabilitarse cuando te excluyen, de cómo la organización terrorista trata a quien abandona sus filas y de cómo éstos son perseguidos por el gobierno o amenazados por sus antiguos compañeros, imposibilidad de llevar una vida normal después de abandonar la banda, porque tanto del lado del gobierno como desde sus propias filas serán juzgadas severamente.

Un libro valiente, sin lugar a dudas.

Pero también optimista, la posibilidad salvación mediante el arte; los libros, la poesía son el único alimento que mantiene a la protagonista unida al mundo. En ellos encuentra la identificación o las palabras de consuelo que la entroncan con lo mejor del ser humano. Por lo que, hay una visión optimista o utópica de la función de la literatura.

Los libros, el poder de la literatura son “esos cielos” ventanas por donde el alma se libera, rebelándose. Porque podrán encarcelar el cuerpo pero no la mente, y el ser humano, así al menos lo piensa Atxaga, sólo es libre quien través de la imaginación y por medio de los libros, encuentra las respuestas.

La historia se enmarca en el viaje de vuelta a su ciudad natal, Bilbao. Es el viaje en autobús de regreso al país vasco. Es, a pesar de todo, el viaje imposible de vuelta a casa, en donde acabas de comprender que ya nunca nada será lo mismo.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hija, ¡que bien destripas los libros! ... :(

Isabel dijo...

Es un tema que siempre me ha apasionado, lo que ocurre con los presos, lo que hay después, las consecuencias y la adaptación en la sociedad. El tema de los presos de eta, y su rechazo tras separarse de las ideas de la banda, por la sociedad y por los etarras, es "harina de otro costal". Un beso guapa

emejota dijo...

En casos como estos no se me ocurre otra solución que "morirse", iniciar una nueva vida en un lugar desconocido y empezar de nuevo. Un abrazo.

Isabel Gil Jiménez dijo...

La salvación de la libertad mediante el arte. Una prueba más de que se puede atar al cuerpo pero no el espíritu. Ese espíritu que es inmenso en libertad. Por eso, el arte es la cura de esa falta de libertad.
Bella reseña.
Un saludo.

felicitat dijo...

Un tema delicado Ico!

La cosa perdida dijo...

No falla, es leer una reseña tuya y sentir ganas de leerme el libro. Eres algo así como ese olorcito al pasar junto a las panaderías. Te llama, te llama...igual es el momento de volver con Atxaga.

TORO SALVAJE dijo...

Parece muy interesante.
Te pueden encarcelar el cuerpo pero no la mente.
Tomo nota.

Besos.

El Drac dijo...

Y ése precisamente es el camino que dictan todas las filosofías : estar agradecidos a los problemas de la vida porque ellos nos capacitan y enseñan para vivir mejor. Un abrazo

alejandra dijo...

.... Sí destripas

Dra. de Blanko dijo...

generaste la duda de leerlo

oliva dijo...

Fue cuando la vida cotidiana derramaba
Cucarachas sobre la gente sin cesar, Y se lloraba por todas la habitaciones
bien al estilo Snif; bien al estilo Buá;
Fue cuando se pasaba miedo y se gritaba
Si de madrugada sonaba un timbre o un tiro
Allí por el tercero A, o B, o por error....

Bernardo Atxaga

Excelente cita de este libro. Gracias por la recomendación, después de leer este post solo apetece comprar el libro.

saludos.