miércoles, 23 de noviembre de 2011

pan con chocolate

Pensaba que era el otoño, el cambio horario, de biorritmo, yo qué sé, cualquier excusa vale. Pero es que estoy tan, tan cansada. Me levanto cansada, me acuesto cansada, vivo cansada y es que no puedo más, estoy exhausta. Llego de clase, invento qué hacer de comer, para luego derrumbarme en el sofá donde me pesan hasta las pestañas. Sólo aspiro a que llegue el fin de semana para descansar, descansar, descansar.

Pero si mal de muchos es consuelo de tontos yo lo debo ser mucho porque me consuela que otras blogueras que leo estén igualmente cansadas. Sin embargo, no me alegro tanto cuando compruebo que todas tenemos una cosa en común: todas somos docentes.

Compruebo que todas contamos las mismas experiencias, la misma desazón, el mismo terrible esfuerzo cotidiano de lidiar con adolescentes desmotivados, irreverentes, retadores, malcriados. Y es esta inversión energética en el aula cada mañana la que nos deja desfallecidas. No es para menos visto el esfuerzo psíquico que debemos hacer para controlar al grupo cuando hay cuatro o cinco expertos en hacer boicot, porque no quieren estudiar ni aprender sino pasárselo bien y molestar al resto.

Pero esto nadie lo ve, la mayoría de la gente suele tener una visión idílica del profesor fomentado quizás en las vivencias de su infancia, pero nadie que no trabaje en esto puede comprender el enorme esfuerzo psíquico, la inmensa capacidad de autocontrol que se requiere para no “perder los papeles” y explotar. Y aún así lo hacemos. Esta misma semana Kika, profenovata y yo hemos acabado la jornada con deseos de llegar a casa y llorar, de impotencia, de rabia, porque no hemos estado a la altura o no hemos sabido gestionar un conflicto, o te ha podido el carácter y acabamos pensando si realmente esta profesión es la nuestra.

No obstante, el gobierno continuara rebajándonos los sueldos otro año más, el gobierno catalán ya ha comenzado, los funcionarios, ya se sabe, somos unos vividores y una presa fácil.

Me tiro en sofa y escucho a Lula Pena cantando esta canción de Rodrigo Leao “Pasión” imaginando que tú me cantas…..Ay abrázame esta noche…. Mientras mordisqueo mi pan con chocolate.

foto de Roberto Marquina
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23 comentarios:

María dijo...

Paciencia... Respira hondo y ¡adelante!

Unknown dijo...

La verdad, nada fácil tu trabajo, lo puedo apreciar muy de cerca y se lo que significa su ejercicio en estos tiempos. En cuanto al cansancio, qué te puedo contar, aparte del trabajo verdadero, el otro menos retribuido, no me deja respiro. Ánimo.

Un abrazote.

TARA dijo...

Dos cosas puedo comentar de tu entrada, Ico. Por un lado esta tu texto... Que puedo decirte, que entiendo perfectamente esa frustración de la que hablas, por suerte soy de ese grupo reducido que sabe lo que es ser profesor y que siento un profundo respeto por vuestra profesión. Anímate, se que es difícil, pero el lado positivo, es la suerte que esos alumnos tienen, sin ellos saberlo, por tener una profesora como tu, vocacional, entregada y pasional...

Y del video, sin palabras, no puedo comentarlo.... Me encanta, me ha llegado como una bomba por dentro, tan intenso, ojala...

Besos

mjromero dijo...

Piensa que eres afortunada, trabajas, hasta puede que trabajes en algo que te guste.
Haz yoga, ejercicios de relajación, cualquier cosa que te haga sentir menos cansada.
Mientras trabajé fui pura adrenalina; ahora hay veces que me siento tan canasada..., el mes pasado sin ir más lejos, dos mil eosinófilos, no son alumnos, son micróscopicas células sanguíneas que en épocas de estres me atacan. ¿Ves como eres afortunada? Trabajar cansa, escribió el poeta.
Un abrazo, lleno de energía.

Anónimo dijo...

Paciencia ico

Anónimo dijo...

Paciencia ico

Anónimo dijo...

Me encanta cuando desnudas tu alma, paciencia..
Con todas las cosas buenas q te dicen las blogueras espero q te suban el animo bs

jjs

Laiseca Estévez dijo...

¿has dicho docentes o indecentes?...
yo soy de las segundas, no te creas también cansa lo suyo... te entiendo Ico y te abrazo, pero más llevadero con ese abrazo en el sofá y ese pan con chocolate... un beso.

Estela Rengel dijo...

Lo más cerca que estoy de ser docente es cuando hago sesiones con los chicos de secundaria en los institutos sobre Educación Para La Salud, como voluntaria de Cruz Roja. Si a mí, que voy a contarles cosas que les deben interesar, que soy la novedad, lo diferente en mitad de las matemáticas o la lengua, hay veces que no me hacen puto caso y tengo que dejarme mi garganta sin educar en esto para que me hagan caso... No quiero imaginar cómo será para los que tenéis que lidiar todos los días con ellos, con el poco respeto que suelen tener al trabajo que hacéis con ellos...

Qué simple y delicioso el pan con chocolate, Ico. Yo compartiría un poco contigo en el sofá. ;)

Raquel dijo...

Yeap! Así mismo se sienten mis amigos y amigas docentes. Difícil. Lo triste es mirar al futuro de frente y sentir la frutración como sombra constante porque no hay soluciones ni a corto ni largo plazo.

Martina dijo...

Exhausta, esa es la palabra. Yo tengo que lidiar durante 24 horas con 7 personas con enfermedad mental, toditos pa mí, mientras estoy con ellos. A diferencia de tus chicos, los míos, además de buscar el enfrentamiento añaden comportamientos como el de dejarse caer en la calle simulando un desmayo para llamar mi atención o simular un infarto en medio de una cafetería para ratificar que el desmayo que ha tenido antes en la calle, que no es real, tiene una base real. Tienes que decirle a la gente que está tranquilamente tomando su cerveza con los amigos, que no hagan ni caso, que es pura pataleta de la niña de turno, niña, por cierto, que tiene ya 35 añitos como la mayoría de sus compañeros de piso.
Salgo también agotada y con tanta energía contenida, con el nervio controlado, que el primero que se me cruza por el camino, nada más cerrar la puerta de la vivienda paga todo mi cansancio con agresividad, sin venir a cuento.
Animo, niña.

Jam lo intenta dijo...

Y encima hay que aguantar que digan que ser profe es la tercera profesión más idílica, detrás de bomberos y sacerdote. Ya no, ya no!!! Pero claro, todo esto sólo por 2 horas...
Ánimo, yo sigo pensando que sí es mi profesión...no sé por cuánto tiempo...

Belén dijo...

Reconozco que me mola el invierno, yo me canso más en verano, es que no lo puedo evitar... pero entiendo el cansancio de los profesores... debe ser la bomba.

Besicos

La Esteticién Del Capitán Spock dijo...

Ayer estuve en el concierto de Lula en Madrid, sala Clamores. Fue increible. Es curioso que la hayas elegido para poner música a tu merienda.

Siempre he pensado que para ser profe se requería una gran fortaleza física, psíquica y emocional. Para lo primero va bien hacer un poco de ejercicio diario. Para lo segundo, no centrarse en lo anecdótico y tener mejor una visión panorámica,que aunque te alejes es más real. Para lo último, si, está bien el pan con chocolate y los abrazos.

Begoña Leonardo dijo...

Arrumacos cariñosos para una luchadora. Piensa que verás los frutos, tu labor tendrá recompensa.

Lenteja dijo...

¿Qué crees Ico, que te comprendo o que no? Ainsss... Paciencia compañera, Siempre sucede un pequeño milagro cotidiano que justifica y otorga sentido a tu labor. A veces el cansancio nos impide verlos. Pero están.
Besos.Lenteja

La Penca dijo...

Me encanta esa canción de Rodrigo Leao...Gracias por compartirla :)

Ánimo con las clases...Yo que pasé por brevemente por un instituto en período de prácticas sé de lo que hablas... Y de funcionarios vagos, nada...Yo vengo de padres funcionarios eficientes y trabajadores y hay de todo...

Un saludo.

Susana Iglesias dijo...

Un abrazo y enorme. Y una tableta entera y a bocados de otra profe de secundaria...

ISA dijo...

Si te sirve de algo te diré, lo que tantas veces he repetido por los blogs: la profesión de enseñante no tiene precio.
Yo hice las prácticas del CAP en un instituto, entonces, de "élite" , el catedrático me ofreció trabajo al acabar el CAP y dije que ni muerta, y total estuve 3 meses en prácticas con alumnos de 14/15 años.
Imposible para mi.

emejota dijo...

Suena manido que te diga lo bien que te entiendo, de todos modos, comprueba tus niveles de hierro en sangre. A partir de los cuarenta suelen bajar y una se siente talmente como narras. Beso.

Anónimo dijo...

Mj, como siempre taaan práctica!
Querida amiga, entre la edad, los recortes, el tiempo loco y la desmotivación general, no me extraña que el sofá sea tu mejor aliado...
Pero nunca olvides que de tus manos saldrán personas que manejarán el futuro (no sé si esto ayuda o desanima más)
Muchos besos canaria

Chaly Vera dijo...

¡Felicitaciones!
Veo que eres una maestra con vocacion de servicio.
Un abrazo y un beso ¡Felicitaciones!

Lucía dijo...

Vil camino que se pronostica con el presente....
Pero vale la pena escuchar lula pena.

Un abrazo.