En la recta
final del curso y deseando acabar, no por otra cosa sino para poder hacer todo
lo que quiero, entre otras cosas escribir con más asiduidad en el blog. Hago una parada para comunicarle mi
gran descubrimiento: ahí va:
¡La literatura
africana existe¡. Sí, y no sólo la parte blanca y árabe sino la literatura negra. Esta perogrullada
viene a cuento de que ando como loca leyendo todo lo que caiga en mi mano sobre
literatura africana por razones escolares. Me embarqué en el proyecto “Conoce
África” que se está realizando en algunos centros de Secundaria para dar a
conocer el continente a los alumnos y como es lógico, la primera que tenía que conocer a los
escritores africanos era yo. Y en
ello estoy. Claro, que África no es un país, sino un inmenso continente de sobra conocido por su
explotación, colonización, hambruna y emigración pero muchísimo menos no por toda la riqueza cultural que
contiene. l
Para entrar
haciendo boca les recomiendo un libro de apenas doscientas páginas “El bombero pirómano: la actuación criminal
de Francia en el África contemporánea.” Una explicación clara y didáctica
de cómo los gobiernos europeos, en este caso Francia, pero podríamos decir lo
mismo de Inglaterra, Alemania, España o Portugal, se han servido de estos
países derrocando a presidentes demócratas o interviniendo en política de forma
directa para que nada cambie, es decir para seguir explotándolos en la nueva
colonización que lleva a cabo la vieja Europa. Aterrador y tan sobrecogedor
como una novela negra donde se descubre la nueva colonización y el despojo que
se ha hecho de los países africanos. ¡¡Y aún nos atrevemos a negarles la
entrada cuando hemos sido los causantes de su situación actual.¡¡
Me he centrado
más en la poesía y he encontrado verdaderas joyas; “Raiz de Rocio” de
Mia Couto ( Mozamabique)
“Obra poética” de Leopodo Sédar Senghor (Senegal) o “Ombligos y raíces “de
Justo Bolekia (Guinea Ecuatorial). Me ha parecido una poesía de gran calidad,
dios mío qué ignorante somos, y me
ha hecho reencontrarme con nuevamente con la esencia de la poesía.
Sin embargo, lo
que de verdad me ha impresionado es la obra “Nuestra
hermana Aguafiesta” subitulada,
reflexiones desde una neurosis antioccidental, de Ama Ata Aidoo ( Ghana). Nunca
antes, y digo nunca, y creo que he leído bastante, he encontrado una mujer tan
lúcida, feminista y con una lengua tan mordaz a la hora de desmontar la buena
voluntad de los blancos en África y arremeter contra todo y todos, prejuicios y demás engaños
históricos dándonos las claves desinteresada de la ayuda a África. Ni blancos ni negros escapan a su sagaz
crítica.