Una mujer sola es peligrosa.
Una mujer que vive sola
que viaja sola
que no sabe lo que
quiere
pero sí lo que no
quiere
es un peligro andante.
Una mujer que decide estar sola
Que ordena los tiempos y los espacios
pero no los roperos
Que no teme equivocarse
Que no mira atrás sino de frente
Que dejó de cumplir la expectativas ajenas
que vence las convenciones impuestas
y sólo es dueña de sí misma
Da, de verdad, miedo.
Siempre es una tentación demasiado intensa
para dejarla pasar de largo.