Tendríamos que tener la posibilidad de vivir muchas vidas.
Con una no basta. Poseer la
alternativa de poder ser otra y la misma. Algo así como que existiera una
realidad paralela, un mundo alternativo y divergente, en alguna parte.
Me ocurre
pensar esto siempre que estoy a punto de trasladarme al otro continente, y
comienza a rondarme por la cabeza la idea absurda de que en el otro lado, al
igual que aquí es verano y allí invierno o allí es noche cerrada mientras aquí amanece,
yo puedo ser yo y mi contrario.
En ese otro continente me espera la
otra parte de mi que aquí desaparece, como si uno pudiese elegir e ir en busca
de su reverso. Este pensamiento del universo alternativo donde soy otra y la misma, me embarga durante
días sabiendo que nada va a ser igual ni lo mismo que de donde vengo.
Pienso si todos no deberíamos viajar algún día al otro lado,
tener la posibilidad de conocer nuestro envés y reverso, o al menos aquellas persona curiosas y poliédricas
para quienes una sola vida no es suficiente.