martes, 19 de agosto de 2014

Lecturas terapéuticas


Últimamente me cuesta leer novelas. Incluso, la última de Volpi “la memoria del desengaño la llevo a trompicones.  Leo sobre todo poesía, mucha poesía, de Buenos Aires me traje algunas buenas recomendaciones de gente que lee poesía y algunas joyas de librerías de segunda mano. Encontré en ediciones viejísimas los clásicos de siempre, Juana Ibarbourou, Alfonsina Storni, Sor Juana Inés de la Cruz, pero también nuevos, al menos para mi, neófita en leer poesía,: Fabio Morabito, Leónidas Escudero, Ida Vilariño, Roberto Juarroz, etc…Tal vez la poesía lo que necesita es tiempo, tiempo para llegar hasta ella y tiempo para aprender a deleitarse con ella. Pienso si ahora no habrá llegado mi tiempo de maduración para la poesía.
 Lo que sí reconozco que  no he leído nunca es un libro del tipo de auto ayuda, pero tuve que ir a Buenos Aires, curiosear en los estantes de mi hospedadora para encontrar las mujeres que aman demasiado y leérmelo de un tirón. Por qué, porque desde la primera página me vi reflejada. Somos muchas las mujeres de familias desestructuradas o con traumas de infancia y acostumbradas al sufrimiento que repiten en su vida adulta los mismos esquemas y patrones de conducta con su pareja, intentando reparar lo irreparable, somos las mujeres salvadoras, las que se ocupan más de los demás que de sí mismos, las que aman demasiado. Un libro sencillo y clarividente para quien se reconozca sufridora en el amor y quiera cambiar esto. Reconocer el problema, saber por qué elegimos un determinada pareja y amamos tan mal, siempre es un buen comienzo. El libro, escrito por una psicóloga Robin Norwood, abunda en ejemplos de relaciones de parejas y los paralelismos con otras adicciones. Momentos de reflexión y de reparación, a veces basta una palabra directa, un ejemplo lúcido para transformar tu mundo, si quieres hacerlo, claro. Nadie puede cambiar a nadie, ni a fuerza de amor, tan sólo si reinvertimos ese esfuerzo que ocupamos en cambiar a los demás lo invirtiéramos en nosotras mismas, tendríamos mayor bienestar.

 Este libro es un buen comienzo. Se lo he recomendado a muchas mujeres ya, es lógico que lo haga aquí también, aunque con ello muestre mi lado más vulnerable, que sea para bien,  si por ello ayudo a otras tantas mujeres enfermas de amor.

12 comentarios:

mjromero dijo...

Has traído poetas muy buenos, Juarroz es de lo mejor en Poesía.Y me encanta la sencillez de Ida Vilariño.
A ver si te gustan.

TORO SALVAJE dijo...

Si tú lo recomiendas debe valer la pena.
Lo tendré presente por si he de aconsejar o ayudar a alguien.

Besos.

Fedora dijo...

Diremos que el tema me suena...:)

Arte en Madrid. Tíltide dijo...

Me apetece, mira!... Un título muy significativo. Aprovecho para saludarte de nuevo, después de un descansito en el que no he tocado ningún aparato electrónico (a parte de mi cubito de música).

cereza dijo...

Lo malo de este tipo de literatura es que puede enganchar y convertirse en otra excusa más.
De verdad se puede amar demasiado?

Igor dijo...

Con los libros de autoayuda voy de puntillas. Eso sí, sacarle el jugo y llevarse unos buenos consejos puede ir muy bien. Lo hice una vez con un libro de un psicólogo y los casos de "tremenditis" (cuando todo parece hundirse y en realidad se trata de cosas de poca importancia).
Poesía. Cuántos nombres nuevos para mí. Uau. Muchos. Siento sana curiosidad, además, por aquí apenas llegan noticias de poesía.
Saludos.

Ico dijo...

Cereza cuando amas a alguien más que a ti mismo y pones a los demás por encima de tu propio bienestar amas demasiado, amas mal, es más común de lo que uno piensa porque crea dependencia emocional y malestar.. un saludo..

Ignacio Ruy Suvina dijo...

Me quedo con bellas líneas que dedicas a la poesía por existir. El libro me lo apunto, pero ya desglogas algo que me es conocido.

P MPilaR dijo...

hemos leído este libro que sugieres en un Círculo Club Lector:
tienes toda la razón. A veces uno deja de ser uno mismo, pésimo asunto, hasta que aprende a valorar cuánto es lo que vale...!!!
de poesía?
qué decir si no está dicho!!
la que sale del alma y, trascendente, no admite pasados sino presentes futuros, ay!
ay, con los chilenos a más de más...
Teillier, Rosamel, P.Rokha, Bolaño, Zurita, J.Bello, Uribe, Pablo, Pablo, Pablo!!!!!!!, sí, el Neruda


Abrazos, Ico

Mary Carmen Pérez dijo...

He leido el libro que mencionas......y sigo amando de igual forma, lo que se aprende en el terreno del amor, creo, es perenne y para toda la vida, no hay nada que hacer, no es derrota, es realismo, lo aprendido forma parte de nuestros cimientos, rechazarlo es derrumbar el edificio, hay que amar amando, no hay otra. Un abrazo

Ishtar dijo...

uFF! Yo lo empecé y lo tuve que dejar, demasiado fue el golpe de realidad. Quizás lo intente en lo que queda de agosto.
Un abrazo

Anónimo dijo...

“Cereza cuando amas a alguien más que a ti mismo y pones a los demás por encima de tu propio bienestar amas demasiado, amas mal, es más común de lo que uno piensa porque crea dependencia emocional y malestar.. un saludo..”

Si uno de tus principios básicos e inviolables es tu propio bienestar está claro que cualquier cosa, persona, relación, ideal, proyecto que merme tu bienestar es “demasiado”.

Y eso que también suele afirmarse de “si no cuidas primero de ti no puedes cuidar de nadie” es solo un intento de justificar el propio ombliguismo. Porque, por poner un ejemplo que a muchxs nos quedará cercano, muchísimas madres han venido cuidando de sus hijxs más que de ellas mismas, y lxs niñxs han estado tan ricamente cuidadxs. Otra cosa es que una no quiera sacrificarse por terceras personas. O que concluya que cuanto mejor acariciarse el ombligo que atender a quién quizás mañana no esté. Ok. Pero llamémoslo por su nombre: egocentrismo. Uno de los principios básicos del capitalismo.

Laura