jueves, 5 de junio de 2014

La gente tiene ganas de creer




 Yo no sé tú, pero yo veo que la gente tiene ganas de creer. La gente digo,  gente corriente como tú y como yo que anda por la calle o por la red. No los jóvenes siempre fervorosos y dispuestos al idealismos. No, también, pero ayer sentí que éramos muchos los que queríamos. Cómo te lo diría, me dio un subidón, estar allí tumbada en el suelo del salón de actos de la Facultad de Magisterio, repleta hasta los topes de gente que venía, como yo a conocer, a preguntar, a saber de qué iba aquello. Y me dio un subidón de adrenalina, digo, como igual me había dado un bajón minutos antes subiendo por Bravo Murillo y viendo tanta policía, y a unos  muchachos con pancartas contra las prospecciones petrolíferas y la policía pidiéndole la documentación. Y aquel salón de actos fue por unas horas la cueva  donde nos refugiamos los últimos creyentes, digo, gente como tú y como yo, que aún tiene recuerdo histórico o que quizás intuyen que algo se está perdiendo irremisiblemente. Y allí supimos que las Palmas había sido la capital de provincia donde Podemos obtuvieron mayor número de votos, mayoritariamente en barrios históricamente humildes como la Isleta. Y eso fue como tomarte dos copas de vino y ver todo un poco más vivo, porque  aquella gente, como yo misma, se había sobrepuesto de  la apatía de quedarse frente a este espejo egotista y ruidoso de internet y bajar a la calle. Y por unas horas, sentí que toda aquella muchedumbre caminaba hacia un mismo lugar.
Las Palmas, ciudad adormecida donde las haya, parece que despierta, porque entre aquella multitud de hombres y mujeres, jóvenes, ancianos militantes de izquierdas, anarquistas, republicanos, sindicalistas, que pedían honestidad, horizontalidad, asambleas, estaba la ilusión.
Al final una mujer, que llevaba más de una hora con la mano levantada pudo hablar y preguntó:
 Y ahora qué hacemos. Yo he venido aquí a trabajar, a participar y quiero saber cuál es el siguiente paso, quiero saber qué puedo hacer  yo por mi parte.

Y fue como ponerle el cascabel al gato.

7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Ojalá lleguen a buen puerto.

Es que los partidos actuales son una puta mierda corrupta.

Besos.

Bipolar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bipolar dijo...

Y el gato se pone nervioso y maúlla enloquecido, se le nota el miedo. Y los ratones se preguntan ¿si solo unos pocos han conseguido asustar tanto al gato, que pasara cuando sean muchos más? y se sienten bien cojonudamente bien.

Besos.

Ariadna de Asterión dijo...

Cuidado con los globos. Igual que se hinchan se deshinchan, cuando no se pinchan. Lo importante es saber de qué gas se llenan para si sirven para la navegación. Hay gases tóxicos, gases que son los mismos de los que otros partidos se alimentan, gases adulterados, gases sin suficiente punto de densidad. Y en este caso está por ver. No basta con un lema, una corriente mediática y una polarización de repulsa generalizada. Se trata de saber hacia dónde ir. ¿Hacia dónde? Que alguien me lo cuente.

Gracias.

P MPilaR dijo...

al final se prensará el mosto. Como siempre o como de costumbre, que total viene a ser mismos perros, ¡¡¡mismos collares!!!, por más que los mimeticen .
la cuestión es meridianamente simple: Solo son incorruptibles mientras no alcanzan cotas de poder.
Pero 'para ese viaje, no se necesitan demasiadas alforjas'
Ni castas ni no castas.

salud y saludos

Ariadna de Asterión dijo...

Con un agravante (por supuesto, para mí es duda, sin ánimo de desprestigiar a nadie, eh) Que tengo la sensación de que el voto de ese sector ha sido muy líquido, muy propio de la juventud que acaso se toma la política igual que el juego o el ordenador o cualquier otra pauta digamos cómoda. Lo esforzado y riguroso es pensar, discutir, estudiar temas, recoger tradición de argumentos (no desecharlos como si no sirvieran), presentar proyectos,etc. No basta con delegar en una cúpula, por muy nombrada que esté por un grupo amplio, y dejarla que dicte el contenido (lo cual sería repetir lo de siempre, ¿no?) Y cuidado con la soberbia, el ánimo de creerse más que nadie (la proyección equívoca de cierta encuesta que les da una porrada de diputados puede obnubilar a los dirigentes) Por supuesto, mientras no se consolide, se perfile lo que es, se defina, se estructure de alguna manera y dé a conocer sus formas de pensamiento político más profundo, si las tiene, pues uno no se atreve a hablar categóricamente. Pero, ojo, insisto, si recoge solo la moda, el momento, la ola, lo que se lleva...entre un sector juvenil y otro no tan juvenil que todo lo mezcla, pues tengo severas dudas sobre su eficacia. Y sigo insistiendo: es que no sé cómo piensan. No creo que la sociedad española lo sepa. En fin, tema para largo ¿o para corto o medio plazo?

Esilleviana dijo...

Pero ante todo, lo más sobresaliente de cualquier movimiento es que salgamos a la calle para decir no, para hacerles llegar nuestros gritos, nuestra disconformidad y divergencia. Deseo que los jóvenes, veteranos, mayores, adultos, etc, protestemos y reclamemos aquellos que consideramos justo y más apropiado.

un abrazo