viernes, 28 de febrero de 2014

En las mil y una noches



Un día el rey de rey Shariar llamado también dueño del tiempo, observó desde su ventana como la joven Sherezade tomaba agua fresca de la fuente. La noche era cálida y en los jardines de palacio el aire de jazmín parecía refrescar el ambiente. Inesperadamente, el rey comenzó a sentirse mal ante la visión de una joven muchacha. Su corazón comenzó a latir con verdadera alegría ante la visión de la doncella. Pero, al  instante, esta se convirtió en dolor al pensar que aquella hermosa criatura podría desaparecer algún día. El rey, consternado, la mandó a llamar esa misma noche a sus aposentos. A esa noche vinieron otras, pero el rey lejos de alegrarse se afligía cada vez más. Una noche de luna llena le habló así:
-       Sherezade, hermosa doncella, después de estas palabras tendré que sacrificarte, pues tu presencia me causa desasosiego y tu fuerza aunque desconocida y temible, no la puedo vencer. Así que, como es sabido que nadie debe haber más fuerte que el rey ni nada que me cause inquietud, es justo que sepas que después de yacer conmigo esta noche, morirás.
Ante estas palabras la muchacha comenzó a llorar desconsoladamente. El rey la atrajo hacía sí y continuó.
-        Hoy  me desborda un deseo impetuoso de abrazarte, y no es digno de un rey mostrarse así, pues yo que he reinado para tantos hombres y vencido en mil batallas, tengo miedo de mis sentimientos. Nunca me he confesado así, dios sabe lo que me cuestan estas palabras. Quédate una última vez conmigo, quiero sentirte entre mis brazos. Paso muchas horas sólo recordándote, buscando el significado oculto de esto que siento. Mi cabeza no entiende el hecho ilógico e incomprensible de  que pueda sentir tanto, aun no estando contigo. Estas palabras no son dignas de un rey.
Sherezade, que a su vez amaba al rey en silencio, se reclinó en su hombro y escuchó aquellas palabras tan dulces como la miel en sus oídos. El rey afligido continúo.
-       El mundo, es triste, caótico, todo se derrumba. Pero si tú me abrazas mi dolor espantas, y parece que el mundo se detiene, porque estás inmerso en él. Pero esto es incierto, el mundo sigue con sus atrocidades y su caos y yo no me puedo evadir de él.
Entonces Sherezade habló:
-       Mi corazón conoce lo que mi cabeza se niega a explicar, que nuestros corazones están hechos el uno para el otro, tú eres la fuente y yo el agua, yo el desierto y tú el oasis. Mi corazón se acopla al tuyo y bailan al mismo compás, y se detiene manso como el agua del afluente cuando llega al lago y se remansa. Pero antes de acabar la noche y mi vida quiero que escuches de mi boca un hermosa historia

Y  de esta manera comenzó Sherezade a relatar una extraña historia.

9 comentarios:

Fedora dijo...

Adoro este cuento y la sagacidad de Sherezade. En el fondo, todos los que viven un amor y quieren mantenerlo deberían actuar como ella. :)

TORO SALVAJE dijo...

Más lista que el hambre!!!

:)

Besos.

Anónimo dijo...

Bien parido (y medido), y siempre me ha encantado el nombre Sherezade, me dan ganas de tener una hija solo para ponerselo..

Arte en Madrid. Tíltide dijo...

Siempre me ha encantado esta narración... y tú la recreas maravillosamente. Un beso.

Anónimo dijo...

ella al verse sin el cuenta tb la historia porq?? ahh jajaja to be continue jeje

Juli Gan dijo...

Sherezade tenía talento e ingenio. Y el otro era un bruto aterrador. ¡Mandar matar por la mañana a sus recientes esposas!

Ico dijo...

Sherezade es también el arte de la paz y no la guerra, la palabra como salvadora, el poder de seducción de los cuentos. El rey ha sufrido un desengaño atroz pero sólo ella con sus palabras hará nacer en él la confianza suficiente para volver a creer en el amor. Sherezade es el espíritu creativo por encima del afán bárbaro..
un saludo.

Anónimo dijo...

ME FASCINAN LAS MIL Y UNA NOCHES. EL AMOR DEL CALIFA POR SHEREZADE ES UNA RENDICIÓN ANTE LA INTELIGENCIA FEMENINA Y LA LITERATURA. PRECIOSO RELATO.

ILDUARA

Anónimo dijo...

Maravilloso libro, me lo leí cuando era pequeña hace ya bastantes años de eso jeje y me encantó, creo que volveré a releerlo pronto!