miércoles, 15 de enero de 2014

Pedagogía humanística



Son las ocho de la mañana de un lunes frio y húmedo de invierno. Los chicos, mis 25 adolescentes de  hormonas alteradas me esperan  revoloteando alrededor de mi mesa.
-        Seño, no ha visto el video de la guarrilla de Arucas- anuncia uno.
Mis alumnos ya me conocen, saben que no soy una profesora al uso, que me pueden decir cualquier cosa, tienen  la confianza para contarme lo que sea sin miedo al reproche o a que me  escandalice. Normalmente, los escandalizo yo a ellos. Es cuestión de romper prejuicios o moldes establecidos, y de eso, les aseguro, tienen mucho. A veces, me gustaría probar a ser más severa, o no dejarme llevar por el apasionamiento. Hay algunos aspectos que me  gustaría mejorar, por ejemplo:
 Tener más paciencia ( ¡¡ Dios santo, cuánta¡¡)
 Evitar palabras mal sonantes de tipo: estoy hasta las p…….  Estoy hasta las t….. estoy hasta los…….( no son propios de una profesora una profesora de lengua, aunque lo confienso,  me descargan bastante).
3 º Evitar la ironía y el sarcasmo ( misión imposible)
A parte de esto, creo que no soy mala docente.  Los chicos me suelen  apreciar y yo a ellos. Además, qué carajo, no puedo evitar ser de esta forma, no sé enseñar de otra manera más que como soy: pedagogía humanística, lo llamo yo.
En cualquier caso, ellos se sienten encantados porque me muestro tal como soy, natural y desenfadada, irónica a veces, receptiva y curiosa, siempre. Saben que mi letra se parece un poco al árabe y que no puedo evitar reirme de todo la mayoría de las veces. Nunca me creído nada, quizás por eso, nunca he sabido marcar las distancias,  y ya los ves, revoloteando como abejas a la miel, alrededor de mi mesa.
 Si de algo estoy segura es de que  cada día aprendo de ellos. La lección más importante siempre te la da un adolescente, precisamente porque es el germen de la rebeldía y de la coherencia, luego la vida le dará cachetones y lo pondrá en su sitio o no, según como la vara haya sido modelada en el viento.
De un adolescente es necesario saber:
1º Que no puedes enfrentarte a ellos desde una altura de superioridad. (el respeto no se consigue con la dominación ni la imposición)
2º El respeto se gana en la igualdad ( atrévete a discutir con un adolescente) siempre es mejor que no hacerlo.
3º Ellos no tienen nada que perder (esta es una buena baza a la que el profesorado no podrá nunca acogerse)
4º Antes que nada valoran la sinceridad y la autenticidad.(Sapere Aude: atrévete a saber)
Aprendidas y asumidas estas evidencias sólo queda dialogar y concensuar, y si es  mediante una chispa de humor, mejor que mejor. Los chicos se pelean por enseñarme sus móviles. Noto la emoción en sus miradas expectantes.
-        ¿Un video?¿Qué video?- les pregunto esperando cualquier cosa.
-        Una guarrilla, seño, se lo monta con un tío y lo colgó en internet- dice una voz atrás.
-         Lo subió al youtube – dice otro
-        y al Instagram.
A veces, entras en el aula y ocurren cosas como así. Ninguna teoría educativa ni ningún pedagogo nos ha enseñado jamás a enfrentarnos a situaciones como esta. Así que hago como siempre, mostrarme natural y receptiva.
-        A ver de qué me hablan - les digo descargando mi bolso y los libros sobre la mesa.
-        Mire seño … ¿lo quiere ver?
-         No sé si quiero verlo, la verdad- comento resignada.
-        Sí, seño, mírelo, mire a la guarrilla- dicen algunos.
-        ¿lo quiere ver?- insiste el primero.
Debe ser una pregunta retórica porque ya me está metiendo el video debajo de los ojos. Intento no poner ninguna cara especial. En la imagen una pareja de adolescente practica el acto sexual mientras se graban. La chica se contorsiona como una verdadera profesional y el chico, con gesto de orgullo, hace caritas de imbecil mientras mira hacia la cámara.
-        la chica es  de Arucas, seño, mi hermano la conoce.
-        ¿ Y el chico?- les reto.
-        Lo tiene todo el Institituto, profe, se lo han pasado a todo el mundo..
Seguramente, orgulloso de la faena el chico le paso la grabación a un amigo y este a otro, y a otro, y finalmente ha dado la vuelta en todos los institutos de la isla. Cuando escribo esto ya se ha que ha salido incluso por Antena 3. Sé que si mis alumnos me lo enseñan es porque quieren saber mi opinión o porque quieren hablar del tema.
-        A ver…. Tranquilidad y sosiego… díganme-  y por qué es ella “la guarra” como dicen ustedes.. y  él.. ¿Qué es?
-        Ooohh .. él no lo subió- responde un alumno.
-        El es el puto amo- dice otro.
Risas generales, jolgorio en aula. Y sólo son las ocho y diez de la mañana. Siento que la sangre se me acelera, presiento que no va a ser una mañana fácil. Hoy  de nuevo debate.

( CONTINUARÁ…)



7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Todavía piensan así... el puto amo... hay cosas que no cambian eh?

Parece mentira que cueste tanto.

Que continúe pronto.

Besos.

María dijo...

Aquí ha pasado algo similar...

María dijo...

Aquí ha pasado algo similar...

Ariadna de Asterión dijo...

Vaya, vaya...A uno solo se le ocurre aquello del Infierno en la Divina Comedia: Perded toda esperanza los que aquí entráis. Cómo anda de loco el personal. ¿O es como siempre? ¿Y antes pasaba pero sin medios tecnológicos? Y sin embargo hay que tener esperanza y los profes lo tenéis arduo, sí.

Esilleviana dijo...

Mi admiración total y absoluta. Intentaré tener presente tus sabias recomendaciones por si algún día promociono jajaja

un abrazo

Igor dijo...

Estamos en lo de siempre. El puto amo, claro. Ella no. En fin.
Me apunto los consejos para tratar con adolescentes. Que a veces me superan con sus silencios y malos humores que transmutan en estallidos de alegría y luego en.... En fin.
Saludos.

maslama dijo...

pues los niños y las tecnologías, y los valores que reciben de su entorno, claro

besos,