lunes, 8 de agosto de 2011

Con la misma moneda


Venía yo apresurada conduciendo por la autovía cuando un señor mayor me frenó el paso. Despotriqué contra el anciano y la necesidad de que a gente tan mayor se le mantuviese todavía con el carnet de conducir en uso.

Horas más tarde, saliendo del mercado cargadas con las bolsas de la comida, el mismo anciano se me acercó para ofrecerme su ayuda.

Sin poder convencerlo de que no era necesario, el anciano lastimosamente agarró las bolsas que tenía en una mano y me acompañó hasta el vehículo.

Pintura: busto de anciano de Ignacio Merino.


19 comentarios:

mjromero dijo...

Para que veas...
Uno debería dejar de conducir cuando se convierte en un peligro para el resto de automovilistas, sea cual sea la edad.
La 2ª parte se llama educación, cortesía... y tampoco tiene edad; además, como le digo muchas veces a mi hijo: ser educado es gratis total...
Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Vamos tan apresurados que todos los que no lo van nos molestan.

Ese anciano todavía es persona.

Besos.

Maga h dijo...

No se cual era la condición de ese adulto que frenó tu paso en auto. Pero sin duda hay un momento donde por cuidado propio y del resto, debemos dejar de manejar. Todo un tema, y sí, el resto buena educación, mas tanta refexión profunda no hace que la situación te haya puesto a pensar, y a nosotros con vos.
Abrazo guapa!

Chaly Vera dijo...

Ese hombre esta tras de ti...

Para el amor no hay canas...


Besos

Anónimo dijo...

Pienso que va más allá que lo que se refleja aparentemente,
No todos reaccionamos igual y siempre hay personas que te sorprenden. Cuándo crees que va a ser "la misma moneda" te pagan con oro.
Deshace el ojo por ojo y diente por diente,dejando paso a la cortesía, educación y generosidad.
ENHORABUENA ICO NUEVAMENTE UN GRAN RELATO.
la bohëme

BO dijo...

Magnífico. Me ha recordado a mi padre, decía que conducir, renovar el carnet le mantenia un poco alejado de la ancianidad que los demás le echábamos encima antes de tiempo y ante la que se negaba a sucumbir. Muchas lecturas, Ico. Un beso.

ISA dijo...

Yo que soy tan excéptica pienso ¿no esperaría que le dieras una propineja?. Es que con esto de la crisis a mi hasta quieren llevarme en brazos....

Ico dijo...

No Isa era pura caballerosidad y amabilidad, esa que vi tanto en Argentina y que por estos lares se ha perdido tanto.. me dio una lección sin manos...

Candela dijo...

Por eso no me gusta perder los modales, además con los viejillos y viejillas al volante soy de lo más solidaria y comprensiva. Me alegro de que te haya sorprendido la amabilidad del hombre y de que lo hayas leído como una lección sin manos. Es bonito aprender :)

Anónimo dijo...

Ya sabes el dicho:"Por su hechos les conoceréis"...

maslama dijo...

¿y qué si el anciano hubiese querido unas monedas? (que no me parece el caso) Eso no hubiera restado un ápice de ternura a la escena. Resulta penoso ver a una anciana, con su pensión miserable, contando monedas en el súper para sacar un paquete de pasta. Hay quien la mira mal, hay quien lo paga con rapidez y discreción. Hay de todo

TARA dijo...

eso si ha sido una buena enseñanza...

David Cotos dijo...

que bravo.

Esilleviana dijo...

:)
puedo entender cómo te sentías...
yo me habría sentido igual de culpable. Lo que importa es recordar estos pequeños detalles en otras ocasiones; siempre aparecen acciones parecidas a las vividas o muy similares, para poder corregir algunos fallos (hoy me puse las gafas y el reloj de maestra y a enseñar!! jaja).

un abrazo

Susana Peiró dijo...

Delicada anécdota. Ciertamente creo que todos sufrimos el andar y manejo distinto de las personas mayores, pero a veces la propia realidad nos sacude, no son ellos, somos nosotros siempre urgidos e impacientes. El hombre tuvo el tiempo para la caballerosidad sin tiempos. Besos Ico.

emejota dijo...

¡Cosas que los ancianos todavía queremos enseñar a los más jóvenes! Seguramente queramos seguir siendo útiles. Beso.

Kika Fumero dijo...

A eso lo llamo yo una cachetada sin manos por parte de la vida misma. El aprendizaje viene a ser que tenemos que relajarnos y no despotricar con la ligereza con que a veces lo hacemos.

Por otro lado, llevas razón en que según qué edades y, sobre todo, qué codiciones, el carnet de conducir debería de retirarse.

Un abrazo, Ico. Por cierto, yo sigo abierta a una quedada bloguera insular antes de que comiencen las clases!! Besos

Estela Rengel dijo...

¿Soy la única que piensa que no tiene nada que ver la caballerosidad del señor con su destreza a la hora de conducir?

Kika Fumero dijo...

No, qué va, Butterflied, no eres la única. Es más, creo que en eso que dices coincidimos tod@s! Saludos