jueves, 10 de marzo de 2011

Gestionar el caos


Una vez acabe este curso tendré un master de profesora en clases imposibles. Sí, de nuevo mi 1º D. Mí díscolo y rebelde grupo D la ha vuelto a armar de nuevo. Se acerca la segunda evaluación. Objetivo: aprobarla. Por lo tanto les he puesto un objetivo alcanzable y posible de realizar para no generar demasiada frustración. Hacer un cuadernillo de ortografía y gramática. ( que falta les hace). Este día trabajan bien, motivados, debo andar mesa por mesa resolviendo dudas, multiplicándome para estar en todas las mesas donde me reclaman.

K se levanta

- Seño puedo ir a buscar algo para esta herida.

Me la muestra, más que una herida es una ampolla en el lateral del dedo gordo de la mano.

- ¿ De qué es?- le pregunto -¿ del mando de la play?

- No sé.

- Anda vete.

Vuelve con una botella de plástico de agua congelada y se la aplica al dedo. Siguen trabajando bien, en silencio, concentrados. A veces mi primero D me da estas alegrías, creo que poco a poco hemos ido creando un grupo compacto, capaz de respetarnos mutuamente y de trabajar juntos sin molestarnos. Pero todo llega a su fin, a los cuarenta minutos comienza el cansancio, uno se levanta y comienza a jugar al fútbol con una botella de agua congelada. Planteamiento, retiro la botella o les dejo. Faltan diez minutos para acabar la clase. Les dejo, se pasan la botella de unos a otros.

- Tiren por lo bajo, no vayan a hacerse daño.

Al final, me acabo entusiasmando con ellos y les doy algunos pases también, pero en uno de los rebotes la botella de plástico, dura como una piedra por el agua congelada va a parar con gran estrépito sobre mi frente. Duele. Risas de los alumnos. Tengo que sentarme. Ante mi dolor, debo quedarme sentada en mi mesa. Se detienen las risa.

- Seño, póngase la botella de agua en la frente- me dice uno de ellos, ya serio.

Lo hago, lo mismo que te daña te cura, me acuerdo de mi padre, “duélele tú a él”. Tengo dos chichones enormes en la frente, me señalan.

Más calmada en el departamento pienso que no estamos acostumbrados a gestionar el caos. Asimilamos este con del desorden, la destrucción, descontrol, olvidando que, en ciertos casos, el caos es fuente de creatividad. Insertos en el mundo tecnológico e hiperestímulados por los mismos nuestros alumnos tienen poco hábito para permanecer quietos o haciendo una sola tarea. Me pregunto si mantenerlos sentados y controlados en sus mesas no es más una estrategia que nos permita el control del aula que una pedagogía acertada, porque, y pienso si es el golpe el que me lleva a estos pensamientos, quizás, no sea otra que la obligación de permanecer en una inmovilidad estática la causante de la falta de creatividad en el aula.

Aún así, me apunto para recordar en las próximas clases:

- No jugar al fútbol con objetos contundentes.

- Gestionar el caos, no participar de él.

- No olvidarme nunca de mis cuarenta y cinco años.

21 comentarios:

alejandra dijo...

Participa en el caos, tu también formas parte de él, y a su vez él de tí... ;)

Anónimo dijo...

Tenemos una tarea (educar), unos pequeños problemas (adolescentes) y nuevos medios (las tecnologías), que han provocado una revolución en el mundo, en las comunicaciones y por extensión en la enseñanza.
Necesitamos estudiar el entorno utilizando otros instrumentos, instrumentos que nos son desconocidos e incluso hostiles. Instrumentos que se apoyan demasiado en la imagen, estímulos visuales que no provocan reacciones más allá del ojo. La cuestión está en encontrar el sistema que lo integre todo. Y cuando digo todo, también incluyo la capacidad de pensar y de respetar. En esto último tienen que participar los padres, -- sin golpear, eh!--
Y en medio de las convulsiones, los profesores, como diría Rodríguez de la Fuente: ...”una especie en peligro de extinción”... (aunque sea a botellazos, pero esas cosas son muy Ico). Encomendada la labor de domesticar dragones usando mandos con láser... ¡Qué papelón! La Revolución Francesa terminó más o menos bien (o esa era la idea...), pero fue mucha y ardua la tarea, donde no faltaría la perplejidad y la perdida del rumbo. La Historia se repite.

Conclusión: Al que crea en “God”, que “God” lo bendiga y al que no, que lo bendiga Lady Gaga.

Como decía la propaganda de Coca-Cola

Para los exquisitos:
http://www.youtube.com/watch?v=RG9l2Ik67Gw

Para los frikis:
http://www.youtube.com/watch?v=_zeb_wKZQ8o&feature=related

Martina dijo...

Estoy con Alejandra. Gestionar el caos es participar de él y jugar al fútbol los últimos diez minutos. A mí me funciona.
Y ponte en forma, ni cuarenta y cinco ni cincuenta. No hay excusa para cuidarnos.
Un beset.

almena dijo...

Creo que bastará con que para jugar a fútbol no elijas un arma arrojadiza...

:)

Beatriz dijo...

Me encanta tu entrada y tu forma de gestionar "el caos" en la clase. Vamos, que si mis alumnos de 1º ESO trabajan 40 minutos seguidos sin moverse me doy con un canto en los dientes, o con una botella helada en la frente, según se mire:) ¡Cómo se notan tus años de experiencia! Yo no he vuelto con moratones pero con sí con un enfado tremendo que aún me dura. ¿Sabes? estoy totalmente de acuerdo contigo en el planteamiento que haces: sentados y callados para "controlar" la clase, pero ¿quien se atreve a meterse en el caos? ¿se puede aprender dentro de el? ¿nuestro sistema educativo lo permite?

Anónimo dijo...

¡Qué inteligencia tan tierna y delicada!
Han tenido serenidad, reflexionaron y actuaron con el único medio que tenían a su alcance, convertir el arma asesina en medicina…(Si, enfermase, quisiera tenerlos junto a mi).
“Hoy han sido ellos los profesores”…

Conclusión: No compliquemos un actor de amor.

Concha

Anónimo dijo...

Es un "tricálogo" bastante asumible.

cereza dijo...

¡Si hasta a mi me parece difícil permanecer más de 30 minutos sentada...! y no tengo 15 años precisamente.
¿No habría otra forma de aprender?
Espero que de tus chichones te encuentres mejor.
Besitos

TORO SALVAJE dijo...

Mejor una pelotita de peluche para la próxima vez.

Besos.

Anónimo dijo...

Casa profe tiene su estilo para enseñar. Pero me imagino que deberan existir otras estrategias para que el alumnado pase esos ultimos diez minutos en calma mediante juegos mentales de ingenio.

Besos

Anca Balaj dijo...

Jajaja, buenas conclusiones, sobretodo la de no participar del caos y acordarte de tu edad, jajaja.


No, no sabemos gestionarlo ni tampoco tenemos los espacios necesarios para dar cabida a otros modos de estar.

Unknown dijo...

pues muy bien llevados, si señor, y como nos faltaron a veces esos educadores con un puntito de tolerancia, de sentido común e incluso de complicidad...

LaCuarent dijo...

Yo creo que a mi también me cuesta mantenerme un largo tiempo sentada, así que no te queda otra que buscar un objeto blandito, ponerte en forma y ser parte de ese caos.
Un besote

LaCuarent dijo...

Yo creo que a mi también me cuesta mantenerme un largo tiempo sentada, así que no te queda otra que buscar un objeto blandito, ponerte en forma y ser parte de ese caos.
Un besote

Belén dijo...

Si eres la de los límites, no puedes participar en el caos, ¿no?

jajajaja

Besicos, guapa

BO dijo...

nada mejor para tus 45 y los que vengan que un buen partidito caótico de lo que sea de cuando en cuando. Besos. Me pongo a gestionar mi propio caos que ya me vale..;0)

Mary Carmen Pérez dijo...

No considero que en tu relato y en tu proceder sobre nada, ¿el golpe? algo que sucede, solo eso. Si logras mantenerles quietos y callados mas de 15 minutos es señal de que lo haces bien, no cambies tus métodos ni tu balón, es el que ellos querían que fuera, mañana puede ser otra cosa, esa es la creatividad (creo). ¡¡¡Cuanto hecho de menos no haber terminado mis estudios de docente¡¡¡, te envidio, no a la profesora con niños quietos y obedientes, me aburriría, sino a las profesoras que tienen que luchar día a día contra si mismas para enseñar a crecer sin perder la paciencia y aprendiendo de sus propios alumnos.Ante sus ojos son tus 45 los que te dan valor cuando bajas a su terreno. Sigue así.

Beelzenef dijo...

Admiro tu valor

emejota dijo...

Esta entrada me retrotrae en el tiempo en cierto modo. Recuerdo que me resultaba difícil. Un fuerte abrazo.

Nefer dijo...

Me ha encantado, y es que los profesores teneis tanto para haceros un monumento. Si me permites:besos

Anónimo dijo...

Difícil gestionar estos 1º D y los segundos y terceros... pero a veces, es también tan satisfactorio ¿verdad?
Diez minutos de inmersion en el caos está bien para poder continuar ;)
Otra de cuarenta y dos... con algún 1º D parecido je!
Besos abisales