martes, 22 de marzo de 2011

Eternas niñas


Cuando era pequeña mis tres amigas y yo a fin de soportar las soporíferas clases de matemáticas, inventábamos, ajenas a la mirada del profesor, un ingenio entretenido: escribir una novela. Escribíamos, unas con más empeño que otras, folio tras folio, una historia muy simple: cuatro protagonistas al encuentro del amor con el matrimonio como final previsible y feliz.

La simplicidad del argumento de esas tiernas y soñadoras púberes que éramos, no ha sido mejorado por la autora de“”El albergue de las mujeres tristes”, Marcela Serrano. Eso sí, ya sea debido a sus años, la autora mejora si cabe las formas en un estilo poco depurado, el mismo que pudiera tener un grupo de amigas que se reúne una noche de sábado alrededor mesa del bar para hablar sobre sus continuas desencuentros con los hombres.

La trama de la novela tampoco ayuda resultando esta tan inocua como su no-estilo: un grupo de mujeres se refugian en una especie de albergue-terapia donde se consuela de la tristeza del amor, se habla sobre los hombres, el amor, la pareja, el matrimonio, el sexo, todo ello en un entorno estético más parecido a la telenovela “soy tu dueña” que a un enclave real. No falta el guapo protagonista, médico del pueblo, y el amor que surge entre ellos después de algunas previsibles desencuentros.

La historia no sólo adolece del más mínimo intención narrativa sino que su argumento es tan pueril e inconsistente como las ideas y generalizaciones continuas que en él aparecen. Para muestra:

“las mujeres están enamoradas del concepto del amor no de los hombres”

“las mujeres somos incapaces de relacionarnos sexualmente con un hombre sin enamorarnos”.

La novela, “El albergue de las mujeres tristes” pertenece a esa corriente pseudofeminista llamada literatura femenina o “reflexión en torno a lo femenino” que quiere aunar a todas las mujeres dentro del mismo arquetipo, cómo si pertenecieran a una raza diferente, mujeres de Venus hombres de Marte, Jorge Bucay y demás sandeces, entremezclado todo ello con demandas pueriles y quejas irrisorias sobre el género masculino.

Si es cuestión de canon prefiero que no los haya antes que considerar que sean autoras de la talla de Marcela Serrano, escribientes de un tipo de novelas que más me recuerdan a seriales del tipo “Mujeres en Nueva York” o “Mujeres desesperadas, las que nos represente. A mí que no me represente nadie, por favor.

A pesar de esto, tiene sus innumerables seguidores y seguidoras, como se desprende del hecho de que ha sido finalista del premio Planeta, y es autora de éxito comercial con obras como “Nosotras que nos queremos tanto”, considerándosela además en algunos foros, viva el márquetin, como a una de las nuevas representantes de la nueva narrativa chilena e iberoamericana. Que dios nos coja confesados.


Imagen: Le desserte de Henri Matisse

24 comentarios:

Anónimo dijo...

En el mundo tenemos que haber de todo...¿no?

TORO SALVAJE dijo...

Me ha encantado lo de Jorge Bucay y demás sandeces.

Tienes pagada una cerveza.

Besos.

Begoña Leonardo dijo...

Cuántas memeces, lo peor es que muchas todavía se lo creen y retipen patrones.
Gracias por tener tan claras las ideas y saberlas transmitir... Aprendo.
Cariños zamoranos

LaCuarent dijo...

A moi personalmente me parece que en el mundo literario debe haber de todo y para todos, lo malo es que nos lo vendan como de esa manera en la que las mujeres se convierten en arquetipos a los que yo ni me acerco o como literatura femenina, prefiero mil veces el apelativo peyorativo de novelas rosas.
No creo en la literatura para géneros y cuando me encuentro con esa etiqueta siempre me deja un corto sabor de boca
Tu crítica me ayuda a decidir Gracias.
Un beso

Rosario Libertad dijo...

Sabes, hay una ley en biblioteconomía que dice: "A cada lector su libro" y otra ley que dice a cada "libro su lector"
Las leyes son de un indio, Ranganathan. Los orientales ya sabes, ese pensamiento completamente integrador…huyendo siempre de establecer categorías.
él que concebía también la biblioteca como un ente en crecimiento, otra idea suya, de tal manera en el que cabemos todos….
-Esto que parece una crítica hacia ti, no lo es en absoluto, es una opinión-

Anónimo dijo...

Bur, muchas gracias por tus sabias palabras.

Tu aportación ha sido realmente integradora. Cosmogónica. Lo verdaderamente ofensivo ha sido la aclaración entre "crítica" y "opinión".

Si tu puedes "opinar" deja que Ico también lo haga.

Aunque esto te pueda parecer una opinión, no lo es en absoluto, solo es una reflexión.

Un beso.

Circe.

Anónimo dijo...

Recuerdo que dias atars comerntabas sobre otro libro de la misma autora y tus comentarios eran diferentes. Y debes tener razón un libro un dia bueno: y al tiempo, malo.


Un beso

Ico dijo...

eltauromquico este es primer libro que leo de la autora y creo que el último, debes haberte equivocado con otro...

almena dijo...

No he leído el libro pero, si es tal como lo describes, me parece que flaco favor le hace al Premio Planeta el que su jurado permita que algo así llegue a ser finalista.

Un abrazo, Ico

maslama dijo...

hola;
no puedo opinar porque no lo he leído (nada de esta autora, sorry), y gracias a tu crítica tampoco está el primero en mi lista de pendientes..

besos,

LO.CA. dijo...

los poderes engañosos del marketing y la cantidad de superficiales que existen, buen binomio.
L. Cáceres

Raquel dijo...

Yo tambié digo lo que Begoña, que me encanta que tengas y sepas capaz de decir las cosas tan claras.
Y sí, los gustos son tan de tantos que... bueno, ahí está la respuesta al premio.

emejota dijo...

Esas bobaditas las dejo para la tele, dan sueño y uno se duerme profundamente. Un fuerte abrazo.

Rosario Libertad dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Beelzenef dijo...

Así puestos, yo tampoco quiero entonces representación

Susana Peiró dijo...

Amén Ico.

Un besazo Querida Amiga!


PD: La primera cerveza la paga el Toro, la segunda, va por mi cuenta.

without dijo...

creo que dios se olvido de nosotros, en relación a este tema.

1 abrazo

Rosario Libertad dijo...

Ico, ahora te llama Circe..
perdón por la ofensa.

Anónimo dijo...

Hola Bur,
Sólo decirte que no tengo nada que ver con Ico.
Dejaré mi correo personal en tu blog.
Saludos

Circe.

Umma1 dijo...

No es la literatura a la que me acerco, más bien me alejo.

Saludos

Rosario Libertad dijo...

Mujer Circe, supongo que si tienes algo que ver con Ico, supongo que le aprecias...

no, no te preocupes, vamos que ya se que no soy la misma persona...

Anónimo dijo...

Sra. Bur, usted será muy integradora pero las críticas las lleva fatal.

Ya he dejado mi messenger en su blog para demostrarle que no soy Ico. ¿Qué mas puedo hacer? ¿Me quemo a lo bonzo?

Ico, lo siento, te vas comer el marrón.

Circe.

Rosario Libertad dijo...

No te preocupes Circe ya está todo solucionado, me he puesto en contacto con Ico,todo claro como el agua clara

bur

Minombresabeahierba dijo...

Estas dos frases las escuchamos desde que tenemos memoria:

“las mujeres están enamoradas del concepto del amor no de los hombres”

“las mujeres somos incapaces de relacionarnos sexualmente con un hombre sin enamorarnos”.

Y ninguna es verdad..ni mentira, sino muletillas para enfrentar la realidad propia.

Besos