miércoles, 26 de enero de 2011

Dilema moral

Tengo una amiga, suramericana, que trabaja de diez a doce horas como trabajadora del hogar. No llega a 700 euros su salario. Sólo descansa una hora para comer fuera, porque ni comida le dan estos señores, quienes, seguramente, se considerarán a sí mismos buena y respetable gente, quizás abogados o médicos, alguna profesión liberal que permita tener un esclavo del siglo XIX en pleno siglo XXI.

Mi amiga, debido a su sueldo y a su poco tiempo apenas tiene vida social, no se permite el lujo de salir a comer fuera o de comprarse algún trapo en las rebajas. Comparte casa con otras compañeras en la misma situación y debe afrontar cada día penurias y necesidades. Aún así, el poco dinero que puede ahorrar se lo envía a su familia en Colombia.

Mi amiga es una persona paciente, dulce, trabajadora, que siente un amor incondicional por su familia a quien desde la lejanía ayuda y a quien siempre recuerda. El otro día me comentó que había conocido a otra colombiana que trabajaba en el oficio más viejo del mundo, daba masajes en acabado sexual. Una terapeuta alternativa, le comenté, (me gustó el término que oí en la película “My normal”)

Su amiga, continuó, ganaba por unas pocas horas al día de tres mil a cuatro mil euros. Vivía sola, gastaba lo que quería, le había comprado una casa a su familia en su país natal y alimentaba con el dinero que enviaba a más de una familia; al cabo de unos dos años, le contó, volvería a Colombia con el suficiente dinero para montarse un negocio. Mi amiga me contó esto mirándome fijamente a los ojos, quería saber mi opinión, me considera una persona de mentalidad abierta.

Inmediatamente pensé en un único obstáculo: la dignidad, e inmediatamente me surgió un dilema moral, miré su rostro cansado, sus ojos tristes y pensé si la vida de semi-esclavitud que llevaba mi amiga era realmente digna.

No supe qué contestarle.

28 comentarios:

Isabel Gil Jiménez dijo...

Complicada tu respuesta, pero claro el dilema. Tú has contestado con este post al dilema que planteas. El problema es la alternativa que tiene tu amiga. Quizás esa alternativa sea peor.
Maldito capitalismo que incluso en nombre de los derechos quema en una hoguera con risas y cantos perversos la dignidad humana.
Un saludo.

Mary Carmen Pérez dijo...

Yo diria que la respuesta, la única y valida respuesta, está en ella misma, aunque le de miedo enfrentarse a sus deseos, la respuesta solo está en ella. Para unas la dignidad puede ser un problema para otras igual no, depende de cada uno que hacer ante dilemas de este tipo, siempre y cuando no tengamos en cuenta la opinión de los demas, claro. Es lo que tiene la relatividad de la vida. Un beso Ico.

TORO SALVAJE dijo...

Lo ha de decidir ella.
No hay consejo mágico.

Besos.

Victoria Dubrovnik dijo...

Me sumo a lo que dicen otras blogueras... La decisión está en ella....

¿qué es la dignididad? Es todo tan relativo... Cada uno tiene su propia verdad... y serán ciertas todas..

Abrazo!

Pena Mexicana dijo...

¿Su amiga va por libre? ¿no tiene un chulo que la explote? me parece tan raro...
En este caso me parece que el problema mayor no es la dignidad (que si) sino la seguridad de tu amiga.
La prostitución degrada a la mujer no porque ella comercie con su cuerpo que al fin y al cabo es suyo y hace con él lo que quiere, sino por todo lo que rodea al hecho en si: el proxenetismo, la explotación, la destrucción de la autoestima... no todas las trabajadoras sexuales pueden tener el alto standing que parece tener la chica esa ue gana miles de euros limpios para ella sola...

Anónimo dijo...

Admirable tu amiga, lucha, amor y supervivencia...todo un ejemplo para aquellos inconformistas, capitalistas, consumistas...con respecto a tu respuesta, es una decisión tan personal que yo no entraría, quizás darle otros caminos.

bss ico

JJS

emejota dijo...

Estoy de acuerdo con Pena, ahora bien por si sirve de ampliación, hay personas que no gustan demasiado del contacto físico con desconocidos, si ello les produce asco, al margen de los condicionantes emocionales o económicos, le será muy dificil ejercer determinados "oficios". Este caso no es cuestión de virtud ni de actitud, sino de condicionamiento previo por nacimiento o lo que sea. Un fuerte abrazo.

Siempre suya dijo...

La señora que viene a casa es boliviana, morena y digna. Se permite escoger a quien cuidar porque como ella dice "no todo vale". Sé que no le gusta trabajar en mi casa, porque no entiende que dos mujeres... en fin... eso...
Ha tenido ocasión de cambiar de casa y no lo ha hecho, de estar en un club (solo limpiando, eh) y no lo ha hecho. Pienso a veces que es mas digna que yo...

TARA dijo...

Dos partes veo yo en tu relato Ico, por un lado la amiga de tu amiga, que ha escogido una opción, en la cual no debe entrar nadie salvo ella...

Y por otro lado esta tu amiga, que tiene un trabajo "digno", pero podriamos debatir que es lo indigno en este caso el trababajo o el sueldo. Yo antes de tener el trabajo que ahor tengo me he movido en ese sector, el de ayuda a domicilio, trabajo muy digno, quizas mas indigno para el que necesita ese servicio, que ya no se vale por si mismo. Pero el suelo, el sueldo no es nada digno, en eso no hay mas debate. Pero, ¿cuantos trabajos estan por debajo de los 700€? Lo indigno para mi es el punto al que hemos llegado y que dada la situación de nuestro país cada vez mas, ya que es tanta la necesidad que el empresario abusa de ello, y da igual que sea una empresa que una casa particular.

Suerte para tu amiga, yo le diria que siga buscando mas opciones, se que es dificil.

Besos Ico

Candela dijo...

Decía Concepción Arenal que la dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma y quien la tiene no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos.

Es un dilema, al menos yo no me veo con capacidad para juzgar lo que es digno o indigno en lo que otra persona decida hacer con su vida o su cuerpo, y más si se trata de sobrevivir. Lo que yo sé es que yo preferiría seguir con los 700 euros, otra cosa es que no tuviese ni siquiera eso.

MAGAH dijo...

La relatividad de todo...la mirada personal...lo posible, la realidad, los deseos y lo necesario para alcanzarlos.

Los de afuera son de palo.

Cualquier opinión, fuera de los zapatos del otro, hace que corramos el riesgo de "ser jueces"

alejandra dijo...

Aunque suene ya repetido.. es ella la única que puede decidir, y somos nosotros los que no tenemos derecho a juzgarla, ni si es digno o indigno, moral o inmoral...

Belén dijo...

Hay muchas formas de perder la dignidad, como muchas formas hay de prostituirse... ¡qué se yo!

Besicos

almena dijo...

Complicado responderle, sí.
Y también comprensible que en ocasiones la duda le asalte. Pero todo está en su conciencia, en la concepción que cada uno tenga de la propia dignidad. Quizá su amiga no siente mermada la suya pero... ¿le ocurriría lo mismo a tu dudosa amiga?

Un abrazo!

LaCuarent dijo...

Es difícil como puedes decidir entre dos oficios si estos son degradantes de la persona que los desempeña, lo malo no es que sea masajista sino que desempeñando esa labor se pierda a ella misma.
No se es tarde y divago es muy difícil y es ella quien terminará tomando una decisión
Te dejo besos para ti y ánimos para tu amiga
¡Que dura es esta M de vida!

blasblog dijo...

la vida del emigrante es muy dura, como tu has perfectamente descrito en la entrada, se vive de ilusiones y esperanzas que llenan el vacio dejado por la rutina aplastante;
los dos estilos de vida son excesivos
y poco a poco destruyen el fìsico y alteran el alma.
que se puede decir?, .
existe un punto en el medio?
creo que si,
aunque por el momento se trate solo de suposiciones
saludos
Blas

ISA dijo...

Nunca he entendido la prostitución y menos quienes usan de ella. Como señala blasblog tiene que haber un término medio: ni esclavizada de empleada de hogar ni abriendo las piernas.
Por otra parte tengo entendido que la idea de todas las personas que ejercen la prostitución es dejarlo algún día, y así se dan plazos y plazos, pero en la realidad es dificílisimo dejar esa profesión a no ser que tengas 80 años. Por una parte está el dinero "fácil" (facil para algunas, claro) y por otro el que ese dinero se les va en chorradas, chorradas que necesitan para apagar el gusanillo de dentro.
No se si me explico.
Finalmente, podría buscar una casa que le den alojamiento y comida, o sea, de "interna", no es tan difícil si es trabajadora y buena persona, y si de 700€ consigue ahorrar 500 para enviar a la familia, ya está ahorrando más que yo.

Anca Balaj dijo...

La dignidad está donde una la ponga, en estos casos. Todo depende de como podría llevar ella este asunto, de sus valores y sus creencias, de como se miraría a sí misma en una situación un otra. La dignidad no nos la pueden quitar, somos nosotros quienes renunciamos a ella o la conservamos. Así que el dilema moral no se lo puede resolver nadie, sólo ella misma.

Por cierto, también se puede ser indigno (y habitualmente se es) siendo presidente de un gobierno.

Hormiga dijo...

Ufff, la respuesta solo la tiene ella. Complicadísimo!

Anónimo dijo...

Cuando un alma sólo conoce como forma de derramarse, el llanto; tan sólo en gat@ desea transformarse.( Comentario que hice en la calle del desamparo ).
La muchacha de 20 años para mí( a así me llegó cuando lo leí), no llora por su "situación laboral", sus lágrimas perduran desde su nacimiento, no conoce la ternura( calor del alma ), pero es vital para ella, por ello se la entrega totalmente a su gato...

Ahora la prostitución vuelve a aparecer como protagonista, pero no es ni principio ni fin...

Esta señora no desea un dilema moral sobre su dignidad, pienso...pero sí, necesidad de sentir a un ser que no la juzgue, sólo que escuche sin más, lo que ella es incapaz de decirse a sí misma...

Concha

la cocina de frabisa dijo...

A todos nos han explotado y por ello no nos hemos tirado a la calle.

A tu amiga le diría que no deje de buscar otro trabajo con menos horario, que de su tiempo libre dedique alguno a formarse un poco más para así encontrar un trabajo mejor cualificado y que pasito a pasito.

No hay que mirarse en espejos poco apropiados. A mí no se me ocurre robar porque fulanito o menganito haya conseguido millones por asaltar un banco.

Un beso, Ico y buen finde

Lola - Aprendiz dijo...

Se come cuando se tiene hambre, se bebe cuando se tiene sed, y se folla cuando se tiene dinero. Hay gente que folla tan bien que sólo puede hacerlo con profesionales.En España la prostitución (ejercida libre y voluntariamente) debería estar regulada como cualquier otro oficio o profesión. A partir de ahí, que sean las profesionales las que elijan, ejercicio libre de la profesión (como autónomas) o asalariadas como todos los curritos (con su seguridad social).
Otro tema es que para cubrir las necesidades básicas estes obligada a vender tu tiempo vital, tu cuerpo por dinero , producto directo del sistema capitalista y sus ensayos previos y signos de expresión de la sociedad machista.
La autogestión no es el derecho a vender tu cuerpo, es el hecho de no tener que hacerlo para vivir dignamente

Lenteja dijo...

La dignidad sincera y real, (como el sudor si me permites)emana de un@ mism@. No te pueden investir o despojar de ella desde fuera Ico. Difícil tarea la de ser juez/a de los comportamientos ajenos, ella sabrá si el fin justifica los medios según sus propios valores.
Nuestro mundo no necesita dignidad, necesita Justicia, compañera.
Besos. Lenteja

Anónimo dijo...

¿Que es la dignidad?
¿Quienes son dignos?
Los que explotan a otros seres humanos, van a misa los domingos, educan a sus hijos y dan unos centavos de limosna.
O son dignos aquellos que sacrificando lo mas querido se venden para ayudar a su familia.
Cada uno tiene su definicion de lo que es la dignidad y en funcion de ello actua.


un beso

Ico dijo...

Tauromáquico no podías resumir mejor mi postura, lejos de juzgar una situación que existe y que no podemos eludir quise ahondar en la indignidad de aquellos que abusan de las necesidades de otros y por el contrario, de la dignidad de aquellos que viéndose obligados a actos contrarios a su gusto, deben hacerlo llevados por la necesidad de ayudar a otros.
un saludo a todos y buen fin de semana.

Ariadna dijo...

Todos nos vendemos en mayor o menor medida. El hecho de que vender el cuerpo este peor visto que vender los ideales y las convicciones, no lo convierte en una claudicación peor.

Solo tu amiga en su intimidad puede decidir loq ue significaría dar este paso. El peor juez de nuestros actos no son los demás, es uno mismo y de ese no se puede huir.

Es lamentable que exista gente que se aprovecha de la desventura de los demás. No sé como pueden dormir por las noches.

Anónimo dijo...

Hay mucha gente que paga mal y exige muchas horas de curro a quienes trabajan en su casa. Puede ser por clasismo, por mezquindad, por necesidad (gente que necesita de otra gente para cuidar de su madre enferma o de sus hijos mientras se va al trabajo), por indiferencia, por falta de sensibilidad, por muchas razones. Algunas más comprensibles, otras realmente despreciables. Pero estas personas, contempladas en la globalidad de sus personas, días, comportamientos, puede que no sean ni mejores ni peores que tú, que yo o que aquellas otras que trabajan para ellas.

Por otro lado, las inmigrantes que trabajan en casas ajenas por una miseria y quizás soportando otro tipo de abusos y violencias no necesariamente son, contempladas en su globalidad, lo que resumiríamos en un “es buena gente”. Se pueden padecer abusos y violencias que son y continuaran siendo injustos y no ser para nada “buena gente”. Un inmigrante no tiene que demostrar mayor calidad humana que sus jefes para condenar y denunciar los abusos de estos.

La prostitución de calle es un trabajo tan de mierda como todos aquellos otros al alcance de quienes la ejercen. Porque se paga mal y se trabaja en malas condiciones. El mundo es injusto y jodido, para algunas personas más que para otras. Pero que tus circunstancias y oportunidades sean peores que las de otras personas no te hace, así en principio, ni mejor ni peor persona que ellas, tampoco ni más ni menos digna, ni más ni menos luchadora...lo que seguro que si que estarás siendo es más resistente, al fin y al cabo resistes más injusticias y violencias y sin embargo tú también te levantas cada mañana dispuesta a vivir un día más y te buscas la vida. Una persona que se dedica a la prostitución no necesita demostrar más calidad humana que nadie para condenar y denunciar las distintas injusticias y violencias que padece. Y, desde luego, tampoco necesita creerse la pobrecita víctima machacada por el mundo o la madre abnegada que no tiene más alternativa que la prostitución. Sí las tiene, pero son igualmente una mierda y no le interesan. Lo cual no quiere decir que sus valores y aspiraciones sean de lo más nobles, podrían no serlo, podrían ser de lo más cuestionables, habría que verlo caso por caso. Pero este es un tema. Otro es el sexo. Los mismos que defendían que las mujeres debían sexo a sus esposos, cuando estos quisieran, defendían que el sexo por dinero de las putas era denigrante. Hoy hay quienes defienden que solo se debe tener sexo por deseo, a ser posible con amor, y luego resulta que muchas veces se folla por aburrimiento, para no reconocer que ya no se desea a la pareja, porque una se siente sola, porque da cosa decir que no, etcétera, y etcétera, y nadie pone el grito en el cielo. Cosas de mantenernos a las mujeres controladas.

Ico dijo...

si nos dejamos llevar por ese relativismo todo es plausible, todo es permitido.. no existiría la ética pues todo se justifica.. no creo sinceramente que se sea buena persona cuando se explota al prójimo, en lo del sexo, estoy de acuerdo.. un saludo..