viernes, 24 de septiembre de 2010

pequeños héroes cotidianos


Baño relajante de espuma. Lo necesitaba, ha sido un día agotador. Aún así, hoy ha estado mejor, aunque me tocó con 1 D a última hora. Me esperaban en la puerta. Últimamente pierdo llaves, me hago un lío con las llaves, desaparecen en un bolso demasiado grande o demasiado lleno de cosas.

Entré en la clase con las evaluaciones iniciales en la mano. A aquella hora infame era una especie de venganza por el día de ayer, entrar con aquellos cuatro folios grapados, lectura de un simple texto, “el elefantillo” una lectura comprensiva, sustantivos, géneros y números. Ni siquiera lo miré. Las cosas del departamento. Hoy entró el jefe cuando comenzaba la clase de 1B, vas muy deprisa, qué le estás dando, para qué le pones el power point, me expetó con los ojos muy abierto.

Había una mirada de pánico en sus ojos. Francisco es un hombre encadenado a sus preceptos, a su método, no es mal tío, sólo que les asusta todo lo que sea innovar.

- Para qué usas tanto ordenador – me preguntó dirigiéndose a mi mesa mientras se sentaban los chicos.

- Para que no se aburran tanto.

- Pero es que aquí se viene a aburrirse.

Debí mirarlo con mi mayor cara de espanto. Se viene a trabajar, intentó rectificar, tienen que aburrirse. Ahora pienso que es él quién se aburre. Es un maestro a la antigua usanza. Le importa la buena letra, las sangrías, que aprendan a conjugar y a estar callados. Debe estar cerca de los sesenta. El año pasado sufrió otro amago de infarto. Estaba tirado en el despacho del director en el suelo. Mi compañera de departamento lo cogía de la mano. Yo me quedé con la clase y con sus alumnos, algunos de los que tengo de nuevo este año en primero.

Aaron, Azael, Aitor, ¡cuántas a¡. Me asombró la capacidad de trabajar del resto, salvo de ellos. Querían rapear, hablar, hacer lo que no habían hecho en otras clases. Finalmente tuve compasión, les dije que si acababan al menos tres ejercicios hacíamos otra cosa. Azael acabó cinco ejercicios en cero coma dos segundos. Mi insatisfacción venía de la hora del recreo, los había dejado castigado sin recreo por la clase de ayer y no había nadie en la sala de penados. Les dije que el lunes lo cumplirían. Me he enterado de que Aaron no vive con sus padres sino con sus abuelos y que su madre anda desaparecida. Le dije;

- voy a llamar a tu madre como sigas sin hacer nada.

- Si usted la consigue localizar le doy cinco euros. – me respondió impasible.

- ¿Por qué? ¿no está en tu casa?- le pregunté.

- No, y nunca me coge el móvil, no me quiere.

Mire su cara morena, de cabrero, de pastor de cabras, me pareció más niño aún.

- ¿Y tú padre? Le pregunté.

Entonces se llevó la mano al pecho y la otra señalando el techo del aula alzó los ojos al cielo. Tiene unos ojos avellanados muy bonitos, de talle alto y elegante.

La última media hora inventamos historias en común, a esas horas del mediodía, al final de toda la jornada laboral, era todo una hazaña. Azael inventó una historia gore en su línea pero con mucho estilo. No tiene buena relación con su padre. Lo descubrí el primer día cuando frenética le anuncié que iba a hablar con él.

- llámelo pero mi padre es un hijo de puta, no le da la manutención a mi madre, cuando yo voy a su casa los fines de semana le robo dinero, abro la gaveta, veo cinco euros me los llevo, veo cincuenta, lo cojo y se lo doy a mi madre.

Suspiro. A fin de cuenta, ellos también son pequeños héroes cotidianos.

Pintura: Gustav Klint "detalle de las edades de la mujer"

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Demasiados héroes para una épocade "paz"?...

alejandra dijo...

Preciosa historia, algo me dice que se empapa de realidad...
Está época que vivimos no tiene tanta paz... Alson.

felicitat dijo...

Algo tan real como la vida misma. Conozco estas experiéncias por mi hermana con sus alumnos en E.S.O y Bachiller, verdaderamente se nos ha perdido la noción de los hijos? Cómo pueden sobrevivir a todo ello y quién se pone en sus lugares? Creo que está desapareciendo la empatía entre las personas.

Un saludo.

Estela Rengel dijo...

Vaya historias... Sí que es verdad que hay pequeños héroes del día a día con hazañas que les vienen grandes pero que no tienen más coj... narices que aprender a lidiar...

LaCuarent dijo...

Jo niña es que la realidad tiene más historias que las novelas.
Buen finde y carga pilas por lo que leo, las necesitarás
Besos

Candela dijo...

¿Se nos nota que hemos dejado atrás las vacaciones? ya andamos en nuestras cotidianeidades y hoy coincidimos en contar cómo va la cosa :)

Anónimo dijo...

Me apena tu profesor. Ellos se están socializando y deben pagar el justo peaje de vivir en sociedad, aceptar sus deberes y ejercer sus derechos. Quizás a tu anticuado compañero se le quiatron las ganas de innovar, porque simplemente no le dejaron.

Lenteja dijo...

Ay Ico, que a los míos, les dicen aquello de " como sigas así voy a ha llamar a tu educadora"... imagina las barbaridades que pueden contestar a la profe de lengua de turno.... Yo voy a algunas tutorías... que no sé si consolar a la profesora, escuchar como quien oye llover al dinosaurio metodológico o animar a la profe innovadora...
Besos. Lenteja

foton dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
foton dijo...

Que linda te vez en la foto. Muy natural. Es primera vez que te veo y me pareces regia !!.

ja perdoname, nada que ver este comment con tu tema...pero es lo que me sale.

Saludos

mjromero dijo...

Es importante no perder las llaves, ni el lugar de las emociones, aunque no se tenga todo controlado porque ellos y ellas son de por sí incontrolables. (Y las llaves no me refiero solo a las que abren las puertas de las aulas o de casa).
Un abrazo.

LA DESGRACIÁ dijo...

Me gusta Klimt, pero que la maternidad sea una edad de la mujer.. como insinúa el cuadro, me parece tremendamente sexista. ¿Acaso pintaría la paternidad igual?

bss

oliva dijo...

Sin duda, aprender por ellos mismos a sobrevivir del modo más oportuno, no sé si el mejor, es de ser héroes anónimos.

La innovación no es buena compañaro de la enseñanza. Hay que estar muy abierto a las NNTT para entender que puede ser una herramienta muy adecuada y motivante para los alumnos/as solo hay estar dispuesto a creer en ellas.

Un gusto leerte.

saludos.

Belén dijo...

Bueno, más que héroes son supervivientes, ¿no?

Besicos

Ricardo Miñana dijo...

Interesante relato,
un placer pasar a leerte.

Que tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.

yo misma dijo...

a fin de cuentas..no sólo es un trabajo..me gusta esa profesora, la que está un poco chiflada..un beso.

Jirafas en Gerundio dijo...

Es curioso comprobar ycomparar ambas vidas, las del profe veterano y la del niño, ya veterano en lidiar con asuntos de la vida.

Ico dijo...

Desgra... Klint fue un pintor de finales del XIX creo que en esa época todo el mundo pensaba que una fase en la vida de la mujer era la maternidad, en aquella época no se conocía ni el término sexista. Si descontextualizamos el arte de su época llegamos a una crítica sin sentido... el arte es arte siempre..

Susana Peiró dijo...

El relato moviliza, es pleno de humanidad y realidad. Esas clases pueden ser muy reveladoras, apenas raspamos la superficie, encontramos pequeños héroes, Ico.
El cuadro que acompaña, excelente!
Un abrazo guapa!

Hormiga dijo...

más que heroes, supervivientes. más supervivientes que los demás, eso sí.

Isabel Gil Jiménez dijo...

No solo el arte es producto de su tiempo y cultura, también tus alumnos lo son.
Un saludo.

Miguel Rodríguez dijo...

Héroes cotidianos.
Bowie decía que podemos serlo (solo por un día?)

Saludos

La cosa perdida dijo...

Cómo me gusta cuando escribes sobre tus pequeños héroes cotidianos. Los haces grandes. Ahora que lo pienso, lo tuyo suele ser hacer grande aquello sobre lo cual escribes.

También podemos identificar y criticar (incluso indignarnos con) los valores, las creencias, las costumbres, etcétera de la época (o del artista o de su entorno más inmediato o de su clase social,..) que quedan reflejadas en su pintura al tiempo que la reconocemos como una gran obra de arte.

Incógnita dijo...

Llevo mucho tiempo leyendo tu blog pero nunca te había escrito ningún omentario. Yo también soy profesora en Canarias y escribo en un blog como aficionada que soy a la literatura, aunque mi formación es matemática. Me identifico mucho con lo que escribes, especialmente en los temas de educación. ¡Qué duros son los primeros de la ESO a última hora! Seguiré leyéndote. Para mí es todo un placer. Un saludito oceánico. Incógnita