domingo, 27 de junio de 2010

la posesión por pérdida


“ O TOI QUE J’EUSSE AIMÉE”



Y ahora una digresión: consideremos

Esa variante del amor que nunca

Puede llamarse amor.

Son aislados instantes sin futuro.


En la ciudad donde estaré tres días

nos encontramos.

Hablamos cien palabras.


Pero un brillo en los ojos, un silencio

o el roce de las manos que se despiden

prende la luz de la imaginación.


Sin motivo ni causa uno supone

que llegó pronto o tarde y se lamenta

( “No habernos conocido…”).


Y sin quererlo ni saberlo entraste

en un célibe harén de sombra y humo.


Intocable,

Incorruptible al yugo del amor,

Viva en lo que llamó De Rougemont

La posesión por pérdida.



Poema de José Emilio Pacheco


Pintura de Guillaume Seignac.

16 comentarios:

yo misma dijo...

demasiado tarde..tal vez nunca..
precioso texto..cuántas veces y a cuántos nos habrá pasado por delante..un abrazo.

emejota dijo...

O demasiado pronto. Hay veces en que las coordenadas espacio-tiempo nos pueden jugar malas pasadas. Pero se dice que no existe mejor amor que el imposible. Un abrazo.

Belén dijo...

Es precioso, porque me ha pasado en una ocasión aissss lo más seguro es que escriba sobre ello :)

Besicos

Raquel dijo...

Perfecta la descripción y maravillosa toda la evocación en el poema

Dra. de Blanko dijo...

perfecta descripción que nunca pude realizar y termine cediendo a lo que despues traería mas lágrimas que alegrias...
hermoso!!!

El Drac dijo...

Bueno yo pensando así logré a mi primera esposa (porque espero tener una más)

Jirafas en Gerundio dijo...

no hay mejor amor que el imposible..pero como duele!

mjromero dijo...

Qué extraño me resulta encontrar un poema...
imaginación, sombras, humo...
Con lo realista que es siempre Pacheco.

maslama dijo...

casi siempre es demasiado tarde (cuando se piensa)

besos,

Isabel chiara dijo...

Le he echado un vistazo al lao derecho del blog y me ha salido una sonrisa con la lista de libros a prescindir, jajaja, el de las dos en Praga me dejó patitiesa, jajaja, y la piscina encantadora para gente como yo, más de encajes que de océanos, qué horror.

Me gusta de Pacheco eso que dice del célibe harén de sombra y humo, una imagen sugerente, casi operística.

Besos

Isabel chiara dijo...

Yo que había hecho un comentario jocoso sobre las dos en Praga que desaconsejas-mos, jajaja, y la piscina fantástica de las que me gustan, me aterran las profundidades que no sean del alma, y no sale.

Pero es igual, ya lo he puesto otra vez.

Decía que me gustaba la imagen del célibe harén de sombra y humo, muy operístico.

Besos

Unknown dijo...

El texto que publicaste evocó este recuerdo que comparto con vos:

En la ciudad donde estuve cinco días, el destino quiso que la conociera la última noche y con el tiempo en contra.
Ofició de traductora circunstancial ante el evidente estres que me estaba causando no encontrar sinónimos para hacerme entender con alguien que no tenía ganas de entender.
Agradecí ese gesto desinteresado y la invité a sentarse conmigo. Y hablamos más de cien palabras (en castellano y con un acento impecable). Practicamos frases, modismos, lunfardo y por supuesto groserías...y nos miramos, y tomamos, y nos reimos mucho, y todo en ese ratito que el reloj nos regaló.
Pero nos tuvimos que despedir, y lo hicimos con la calidez de quienes saben que solo tenían reservado ese instante.(Ni un minuto más, ni un minuto menos)

Nunca dejé de reprocharle al destino no habermela presentado antes.

Saludos.

Xun dijo...

Supongo que para que un brillo en los ojos en el transcurso de un encuentro de 100 palabras no se lo lleve el viento y desaparezca sin más del recuerdo al de no muchas horas hace falta seguir alimentando a la imaginación con romanticismo. Yo me he declarado en estado de anti-romanticismo. Pero igualmente me ha gustado el poema.

Bss

Anca Balaj dijo...

Me ha encantado. Qué fácil parece escribir un buen poema y qué pocos saben hacerlo.

la cocina de frabisa dijo...

Bellísimo!

Realmente hay muchas variantes del amor y no por ello son sentimientos de menor valor, pero nuestro empeño en calificarlo todo deja a veces situaciones sin nombre.

un beso

Ariadna dijo...

Genial poema que me viene como anillo a la zarpa Ico. Gracias!