sábado, 22 de mayo de 2010

se me escapó la mano.


Ayer fue un día convulso, agitado en el Instituto. Raúl, doce años, ojos como dos pozos de tristeza, con una rabia infinita por todo y todos, violento, pendenciero, inquieto, de cada diez palabras ocho son palabrotas, más fuera que dentro del sistema escolar; perfil claro de exclusión social, el ayuntamiento trabaja con la familia.
A media mañana me lo encuentro en el despacho del jefe de estudio, al lado de otro niño al que ha golpeado y que llora desconsoladamente. Me lo llevo conmigo a la biblioteca. Antes de que le pregunte ya me responde.
- Fue sin querer, se me escapó la mano.
-Eso no me vale, Raúl.
-Estoy arrepentido, me arrepiento mucho, lo juro.
Sus ojos me pueden, son como dos manos alzadas desde un pozo insondable gritándome ayuda. Cuando lo expulsan, que es casi todos los días, me busca por los pasillos para ver si estoy libre y venirse conmigo o meterse en alguna de mis clases..
- Venga dictado, copia.
“Cuando yo era pequeño, tenía tres años más o menos, vi como mi padre pegaba a mi madre. Al principio, me asusté porque era muy pequeño y no entendía eso. Pero cuando fui creciendo me fui dando cuenta de que mi padre era un maltratador y de que mi madre tenía miedo. Tiempo después, se acabaron separando, pero yo a veces tengo ganas de golpear a mis compañeros cuando me miran con cara de miedo. Un día un sicólogo me dijo que yo le echaba la culpa de la separación a mi madre, por eso, yo me ponía en el papel de mi padre."
Ahora tienes que responder a estas preguntas, le digo. Éstas fueron sus respuestas:
-¿Por qué crees que el niño pegaba a los demás?
Porque le miraban con cara de susto
-¿Crees que la madre tiene algo de culpa?
No.
- ¿Cómo actuaba el padre?
De niño bueno.
-¿Como crees que se puede solucionar para que el niño no pegue más?
Meterlo en un centro de menores y cuando salga ya no maltrate como el padre.
-¿Tiene el niño miedo de algo?
De nada.
Luego hemos hablado del niño del texto, de la actitud del padre, de la madre y del miedo. No sé si su cabecita de 12 años ha podido interiorizar lo que he querido decirle. Mientras hacía un cuento en el ordenador, más relajado ya, me han avisado de que a un compañero del departamento le había dado un infarto. Tuve que quedarme con su clase que hacía un examen. Me llevé a Raúl conmigo, minutos después apareció Sergio, el niño golpeado, sonriendo.
- Venga hagan las pases.
Ambos se acercan y se dan la mano como dos hombrecitos.
- Si en el fondo se quieren, les digo.
Creo que debo investigar este verano sobre la literatura como terapia y sus implicaciones en el aula.

24 comentarios:

Beelzenef dijo...

Es terrible ver como las miradas viajan hacia ti con miedo

La Maga dijo...

Más que la literatura, TÚ ERES LA TERAPIA. Tienes el don de ir más allá, de empatizar y ser creativa en el conflicto.

Eres maravillosa y una mujer diferente.

Gracias.

Belén dijo...

Si es que las miradas son así... algunas gritan mucho más que las palabras

Besicos

El Drac dijo...

Exteriorizar a través de la literatura las sensaciones y emociones ES una gran terapia; en mi caso me ayuda a vivir con felicidad con lo poco que la vida me da. Un gran abrazo

emejota dijo...

La Maga ha escrito ya lo que iba a poner. Tu eres la terapia, la mejor terapia es la calidez, la comprensión y la buena disposición unidos a la firmeza. Enhorabuena Ico. Un abrazo.

Begoña Leonardo dijo...

Mis ojos están llenos de lágrimas... Siempre he creído que la literatura lo cura casi todo, por lo menos lo relacionado con el alma... Seguiré con avidez lo que publiques, me interesa mucho este tema. Gracias.

Un cariñito.

Unknown dijo...

De tu trabajo, educar, siempre he pensado que solo lo pueden desepeñar personas muy especiales, generosas, prácticas, solucinadoras -facilitadoras de soluciones-, innovadoras... en constante aprendizaje. Un trabajo de mucha responsbilidad y compromiso.

María dijo...

Eres un lujo de persona. Me apunto la "técnica".

Victoria Dubrovnik dijo...

Hola Ico....

Te aconsejo, aunque no trata propiamente los conflictos del aula desde la literatura, pero sí desde las emociones, cualquera de Rafael Bisquerra... A mi particularmente me gustan bastante, además el tipo es muy entrañable :)

Anca Balaj dijo...

Sea cual sea la "terapia", el trabajo con estos niños es laaaaargo, puede pasar más de un año sin ver ni el más mínimo avance. Luego avanzas un paso y al cabo de poco se vuelve a retroceder, porque ellos viven en el medio en el que viven y las corazas allí son necesarias. Pero lo que creo fundamental es darles el respeto, para que lo conozcan. Y al cabo de los años, algo se queda.

Raquel dijo...

Me impresiona toda esta historia.

Morgana dijo...

El chico necesita ayuda Ico. Los procesos de aceptación (y comprensión) de las "realidades" son personales, largos, continuados y en compañía de un/a profesional. Tu voluntad es grande pero no basta... digo, si te sirve mi experiencia.

A ti: un abrazo bien fuerte y todo mi apoyo!!

Anónimo dijo...

El chico necesita ayuda, y gracias a dios que te tiene a ti para ello. Haces un trabajo hermoso y me ha encantado leer este artículo.

Espero que a pesar de lo difícil que pueda ser lidiar con este perfil de persona, siempre intentes ayudar a ese ser asustado que habita dentro de ellos y que intenta huir de todo con agresividad.

Desde ahora seguiré tu blog,muy bonito.

dintel dijo...

Cuando el problema se extrapola fuera de ellos son capaces de encontrar empatia. Curioso, para eso sirven los cuentos infantiles.

Jirafas en Gerundio dijo...

Acompañas a alguien que lo necesita a descubrir que hay mucho más de lo que lo tiene sujeto a una realidad de sufrimiento. Buen trabajo!.

Lenteja dijo...

Esos pozos de ojos, esas miradas, esa rabia más o menos contenida.. cómo los conocemos eh?
Utilizamos todo lo que tengamos a mano, textos, canciones, dictados, películas, excursiones, un bollicao, todo es curativo, todo es educativo, porque todo es lenguaje (verbal o no)y las palabras curan.... si les llega de una persona significativa. El porqué eligen a ese alguien significativo es algo que se me escapa... a mí me eligen algunos chavales y con otr@s por mucho que lo intente me rehuyen...
(Felicidades por esforzarte en ser ese alguien.)
Besos. Lenteja

Hormiga dijo...

qué buena historia, eres buena y los chavales lo notan, por eso se acerca a tí. Menudo día en el insti, de locos!

Anónimo dijo...

¿por qué no intentas escribirle un cuento con un personaje donde él se pueda sentir reflejado?. Sería bonito.
¿sabes?, le podría venir bien responder a preguntas del tipo ¿cómo se sentía el que pegaba, el pegado, y que concretase algo muy simple y nimio pero posible para que los personajes se sintieran mejor... Haces buen trabajo. besos. Mar

pepe pereza dijo...

Veo que no solo eres buena reuniendo palabras en un texto. Ojalá yo hubiera tenido una profesora como tú.
Besazo

Anónimo dijo...

Ni sé cómo he llegado hasta aquí pero me alegro.

También yo convivo con "Raúles" cada día y cualquier terapia me vale.

Pasaré a ver los resultados de esa investigación tras el verano......si sé llegar á este blog otra vez.

Marta

maslama dijo...

hola guapa;
¿es una vivencia real, o un ejercicio literario? en todo caso, veo que das mucho de ti misma a tus alumnos :)

besos,

Ico dijo...

Gracias a todos por los comentarios.Es una vivencia real maslama, en el diario todo es real lo demás, salvo alguna crónica política es todo literatura.. Morgana, claro que necesita ayuda eso resalta a primera vista, los servicios sociales del ayuntamiento trabajan con la familia, en el instituto hacemos lo que podemos,pero nunca será suficiente..

Rosario Libertad dijo...

jejejej, creo que no tienes que investigar nada... lo has hecho espontaneamente bien, niña....

Pena Mexicana dijo...

Ignoro si hay trabajos en la línea que mencionas pero que sepas que has hecho algo además de lo que cuentas con tu alumno... has conseguido que yo vuelva a sentir ganas de involucrarme en educación después de tantos años de "desencanto magisterial" (como yo lo llamo) y todo por lo interesante que resultaría intentar una vía alternativa para el "rescate" de chicos aparentemente "perdidos". Tu serías una magnífica formadora de docentes... pero creo que lo sabes ;)