miércoles, 19 de mayo de 2010

provócame

Innovador, arriesgado, atrevido, son cualidades que admiro en cualquier persona pero sobre todo, en un escritor y Quim Monzó, lo es.
Y digo innovador, porque aunque sus cuentos traten de los mismos temas universales, relaciones humanas, el amor y las múltiples máscaras que en él subyacen, lo hace de una manera desenfada, con humor, a veces cruel y ácido, con ingenio, con irreverencia, pero también con desenfado e inteligencia.
Arriesgado, porque el autor comienza un cuento, sin saber a dónde le va a llevar, sin poner límites a su creatividad, a su flujo verbal, a su incontinencia creativa. Atrevido, porque escribe, partiendo de lo irracional de la existencia, desde el absurdo y sin cortapisas, sin detenerse en la lógica de la sintaxis o en el discurso establecido y coherente, para ofrecernos cuentos tan maravillosos como “la creación”
Pero Monzó, como todo cínico, es un romántico escondido, y aunque sus mayores logros están en desvelar y pulverizar las relaciones amorosas, es también capaz de escribir grandes relatos de amor en un registro poético como en “Cantidad de prados en los ojos”
Monzó es un provocador, (en la imagen de cabecera se puede ver al autor retratado por su amigo Madueño fotógrafo de La Vanguardia( ¡Cuánto falta nos hace de vez en cuando un poco de provocación en nuestro panorama literario¡ ) que escribe con una prosa aparentemente sencilla que se hunde en las profundidades del amor y sus falacias, en lo extraordinario que hay en lo cotidiano, en incomunicación o las contradicciones del ser humano, remitiéndonos a autores como Cortázar o Byo Casares, por medio de una escritura híbrida, influida por los clásicos, pero también por los medios de comunicación como el comic o los medios visuales, y que, de alguna manera, no deja a nadie indiferente.
Ochenta y seis cuentos, son una antología de 86 cuentos breves, algunos muy breves, algunos, muy pocos, no muy conseguidos, pero en general de un alto nivel literario. Por lo que, las razones para leerlos son más que razonables.
No conocía al autor, pero este libro me han reconciliado con el panorama actual de la literatura española, y digo española y no catalana, porque, aunque él lo sea, (Barcelona 1952) Monzó ha dicho en más de una ocasión que no cree en los regionalismo ni nacionalismos, no al menos en la literatura, aunque, escriba, frecuentemente, en catalán.

16 comentarios:

Anca Balaj dijo...

Me encanta Monzó y me pasa lo mismo, me reconcilia con la literatura española actual. No he leído los 86 cuentos, pero caerán seguro. Seguro.

Begoña Leonardo dijo...

Ico, un artículo estupendo, te doy las gracias, pues aunque soy seguidora de Monzó, con la exposición que has hecho, no me quedaría más remedio que serlo si no lo fuera.

Fuerte abrazo.

Maga h dijo...

No lo he leìdo, ni siquiera habìa escuchado de èl, pero acuerdo plenamente con vos en las conveniencias de la provocaciòn, bien nos hace, nos sacude, nos desacomoda de ese lugarcito comodo en el que nos vamos quedando.
Buena sugerencia!
Abrazos!

BUR dijo...

Ico, pareces esa nube generosa que recoge para verter... gracias Profe!

Anónimo dijo...

Ico cuéntame un cuento!! Leeré a Monzó! Estoy para que me provoquen. Gracias por tu crítica, imploras las ganas. Un beso desde la estrella!!

Susana Peiró dijo...

Que tipo simpático! Me caen bien los irreverentes (con causa) (y con estilo)
No olvidaré a Monzó ni tu interesante recomendación. Já, si que sí, todo cínico tiene un romántico escondido en su interior.

Besos guapa!

E dijo...

"...como todo cínico, es un romántico escondido..."
jeje

Unknown dijo...

vamos con ese romántico...

emejota dijo...

En su día me gustó. Últimamente lo que más me gusta es leer biología, ciencia y biografías. A ciertas edades determinadas emociones tienden a irse disipando de puro desgaste, al menos en mi caso y algunos más que conozco. Pero me gustan mucho las historias que escribes y cómo lo haces. Un abrazo.

Capitán Tormentas dijo...

Buena recomendacion Doña.

Jirafas en Gerundio dijo...

Hay provocadores y quienes juegan a serlo, cayendo en la más burda de las intolerancias oportunistas. Monzó no es de ellos, y por eso estoy totalmente de acuerdo contigo.

felicitat dijo...

Hola profe,

Chiflados, románticos, irónicos...
me gusta Monzó. El primer libro que leí suyo fué El perquè de tot plegat, más tarde sacaron la película. Lo que más me fascina de ese hombre, es su peculiar tartamudez tan tímida, que deja a los entrevistadores paticojos con sus respuestas...jejeje.

Un saludo.

Belén dijo...

Pues no lo cocnocía, pero te aseguro que me gusta eso que rompa lo establecido... y mucho

Besicos

Anónimo dijo...

Me gusta que se hable de él. Siempre me ha gustado, pero se ha hablado poco en los medios. Me alegró que te gusten sus historias

Charm dijo...

Nada más abrir tu blog me he echado a reir. Este hombre es genial. Yo llegué a él de la mano de uno de sus libros: Gasolina. Y desde entonces lo he leido de una forma casual e intermitente.
Creo que la literatura no conoce ciertas fronteras. El señor Kundera escribe en francés, por citar un ejemplo. Asi que...mucho mejor que lo escrito fluya en la lengua que uno sienta, sin corresponder a ninguna bandera en intenciones.

Saludos.)

spark dijo...

Yo sí lo conozco porque su presencia en los medios aqui es relativa, por abundante. Cosa que puede sorprender después del 24 de abril de cada año por tratarse de escritura, de libros, de literatura...

Me gusta este lugar. Tendré que dedicarle el tiempo que se merece. Algún día. ;)

Besos y burbujas.