martes, 11 de mayo de 2010

La extranjera X


Orgasmeo.

Y tú que sólo sabías regañarme, darte la vuelta en la cama, culebrear bajo la almohada, y yo, gozosa de lo más bajo, mientras, transcurren ríos amarillos, voy descubriendo la patafísica de mi manía. Si, sígueme diciéndome guarra bajito, no entender nada, sonreír malévola, y yo descifrando el resorte por donde se empieza a deshilvanar, por donde se escapa mi fortaleza, y sucumbo al placer, y todo se vuelve piel, espasmódicas sacudidas anunciándose, clamores en clave, las serpientes de la ramas deslizándose por el vientre, culebras nocturnas dentro de la boca, sonidos silenciosos, silbidos perceptibles de ballenas en el atlántico emitiendo grititos, arrumacos, ronroneantes de amor, deseos entrelazados, culebras nocturnas por el vientre. La mano, a ritmo de locomotora frenética el zigzag de jubilo, tecleo rápido, ascendiendo inmovilizada por el humo agridulce, incesante, empuja a borbotones, revolcándonos, revolcándose, jugueteando, hasta el confín innombrado, donde todas la letras se pierden, donde las palabras desaparecen, donde no hay nombre ni metáfora exacta, donde se entrecruza la vida y la muerte, antes de morir llegamos, después de vivir regresamos, en el punto, ese límite, frontera entre tú y yo, entre mí y mi pecho, el innombrado.
Y tú sólo sabes regarme, sonreírte de mi apuro, porque empezaba a derramarse por toda las sábanas, en el suelo, en los periódicos, y no entendías que volvía a mi infancia que las calles se volvían familiares, de Ópera a Gran Vía sin tener que preguntar por ellas, que se empeñaban en esconderse a mi vista y se convertían ahora en la carrera hasta mi casa, volver presurosa, incapaz de contenerme un minuto más, incapaz de un paso más, sin que la punzada del vientre, después del colegio, antes de la merienda, con el uniforme de cuadros, atravesando el morro cuesta arribas, con las manos en las bragas sujetándome, incapaz de llegar, correr por el pasillo, abrir la puerta del baño, empapada ya, perdida, las piernas, los calcetines, los zapatos. Mientras tú te das la vuelta en la cama enfadada, porque los periódicos no dan abasto, porque se empieza a salir del vaso o de la botella, porque no calculo o el vaso de papel se desfonda, y me doy cuenta de que toda la habitación está encharcada, y cómo voy a ir ahora al baño, yo sola y tan lejos y esto no para, se derrama, amor mío, otra vez, otra vez. Y sé que me estarás esperando cuando vuelva de mi viaje, convertida ya en oruga en crisálida mojada y me preguntarás extasiada y expectante que te cuente de mi viaje, de allá donde todos los nombres se confunden en la mitad exacta de la vida y la muerte, donde, justamente, pierdo los sentidos.

10 comentarios:

El Drac dijo...

Qué bonito texto, he sentido ascender la premura de la protagonista y me he quedado con el ansia loca de compartirla. Un beso.

Ter dijo...

Todas las premuras, sí. Húmedo texto, bella mirada sobre la naturaleza humana. Ahora diosas, ahora barro.
Un beso Ico.

Anónimo dijo...

Entre tanta lluvia y tu texto ya no tendremos sequía en un largo período de tiempo....;o)

maslama dijo...

vaya fiesta de los fluidos!! :)

besos,

la cocina de frabisa dijo...

Me encanta el derroche de bueno y rico vocabulario que siembras en tus escritos, en éste especialmente.

Es un regalo leerte!

un besito

Lena yau dijo...

Esas culebras nocturnas en la boca..!qué imagen!

Grande!

Un beso, Ico-Ico!

emejota dijo...

Me sorprendes continuamente, con esa capacidad de expresion del acontecimiento fisico. Un abrazo.

yo misma dijo...

Madre mía..creo que en mi ausencia blogueril me he perdido unas cuantas extranjeras..espléndido viaje el de esta última..brindo por muchos de ellos..en compensación a un 5% menos..pues máis cama..no me hagas mucho caso, es por introducir la actualidad del día..me sigue interesando más el sexo..saludos

Charm dijo...

Este festín de los sentidos y de los flujos y fluidos, me ha dejado absorta un rato. Hermoso, cuando no existen límites, salvo los que el deseo delimita - o no-.

Y digo, "ummm" y pienso en esa frase..que me recuerda que también "soy gozosa de lo más bajo".

Saludos.)

alejandra dijo...

Bonito y sensual, como la jovén de canta el alma, ¿no?