lunes, 8 de marzo de 2010

Soy Dios



O al menos esto parece pensar de sí misma Amelie Nothomb en “Ácido Sulfúrico”. Pues si el escritor es un dios en cuanto que tiene el poder de hacer lo que quiera con sus personajes, también no es menos cierto que corre frecuentemente el riesgo de creerse magnánimo y caer en soberbia, incidiendo este desmérito en la propia destrucción de su esencia, ya que Dios, y esto lo sabe todo el mundo, es un mal escritor. Como Amelie Nothomb.

Un escritor-dios como ella dice:

  • todo el tiempo frases grandilocuente: “el lenguaje es menos práctico que la estética”
  • o realidades lógicamente obvias: “dios resulta tanto más necesario cuanto más evidente es su ausencia”
  • Con demasiada frecuencia tiende a la simplificación separando a los personajes en: buenos y malos, listos y tontos.
  • Nos ofrece de manera recurrente píldoras filosóficas: “la moral es útil”

Un texto, el de Amelie Nothomb, no me atrevo a llamarlo novela, que lo hubiese dejado de buena gana a la tercera página, sino hubiese sido porque era la única lectura que tenía a mano en un vuelo de tres horas de Las Palmas a Madrid y, mi compañero de asiento, no parecía muy comunicativo.

“Ácido Sulfúrico” no es una novela sino el esquema de una novela, no hay descripción, no hay apenas narración, sólo diálogos absurdos y simples, hasta decir basta. El argumento un grupo de gente, secuestrados para participar en un reality show, estilo gran hermano con trabajo forzado y que están abocados a la muerte con la complacencia del espectador.

¿Quiere ser crítica con los programas basuras? ¿Con la aquiescencia de quienes los contempla? Evidentemente, evidentemente, pero demasiados pretensiones para unos personajes huecos, de cartón piedra, para una estructura que desaparece y para un fin último que no aparece.

Amelie Nothomb no tiene altura suficiente para hacer una novela simbólica ni la suficiente trabazón narrativa ni argumental para llegar a ciencia ficción. Sólo filosofía de bolsillo que quiere ser y no es y que acaba siendo un superficial debate sobre los programas de televisión.

¿Deseo de “épater” (escandalizar, impresionar) a su público lector? quién sabe los franceses son muy dados a ello, (y ella lo es, y mucho, aunque haya nacido en Bélgica) más bien parece que, la escritora, en su afán de ser dios ha querido crear una tragedia con personajes de tebeo, por lo que no le podía salir otra que un esperpento.

16 comentarios:

BUR dijo...

la verdad Ico, es que depués de leerte no mola conocer a Dios y su prosa

TARA dijo...

Gracias Ico siempre tienes palabras que ayudan a expresar. Yo tb he tendio la desgracia de leerme este libro, el cual hubiera dejado quizas antes de la segunda pagina. Motivo de continuar, era la tarea del club de lectura. Pero dire que estoy totalmente de acuerdo contigo. No tiene peso ninguno, es exagerado y quiere ser critico sin saber como. Los personajes estan porque tiene estar. El final, no merece comentarios, esta claro no supo como cerrar el libro...

emejota dijo...

Menuda paciencia. Yo ya la perdí hace tiempo, que cada vez va quedando menos, y además correría el peligro de cabrearme, cosa que no conviene. Una siestecita, contar ovejitas, en fin cualquier otro recurso. Un abrazo.

alejandra dijo...

No puedo opinar de algo que desconozco... Gracias por la aportacion.

AdányEva dijo...

Parece bien feíto! Jajaja

Si la autora escatimó en recursos literarios, optando solo por dialogos faciles, vos no.

la cocina de frabisa dijo...

Me has hecho reír con tu crítica a la famosilla escritora.

Hace tiempo leí un libro suyo y llegué a la conclusión que no me gusta como escribe, no me llegan sus historias y no me interesa ni me aporta leerla.

Aunque reconozco que ha logrado hacerse con un público, pero yo no me encuentro entre él y veo que tú, tampoco.

un beso, Ico

Lola - Aprendiz dijo...

Gracias por la recomendación, solo el titulo del libro me causa rechazo.

Pena Mexicana dijo...

jajajaja te has quedado a gusto? jajajaja
mi niña, la próxima vez mejor ponte a escribir, de tu crítica lo que más claro me queda es que leer ese libro fue un verdadero castigo para ti, no te hagas eso...
besitos

Anónimo dijo...

Nació en Japón, luego vivió en China, en EEUU, en Bangladesh, y luego, ya sí, nció en Bélgica con 20 años. Yo la quiero mucho.

Ico dijo...

Pues yo a autores no quiero a nadie, que luego te vuelves mitómana.. quiero a gente corriente y moliente, autores me gustan o me disgustan.

PATSY SCOTT dijo...

Jaja, pues no lo leeré. Me hace gracia lo del escritor que es Dios porque en el grupo de escritura estamos con los ejercicios que nos ha mandado Hester y no sabes lo que me cuesta no hacer de Dios cuando escribo :))
A algunos autores mejor no conocerlos, lo que importa creo yo, es su obra. Otros, en cambio, son más mediocres pero tienen una vida interesantísima (que no han sabido plasmar en su obra). ¿Estás en Madrid?

Ico dijo...

Patsy iré en la Feria del libro en abril, ya te aviso para quedar..
Pena no te apures que un libro malo siempre me permite hacer una crítica buena...ja.ja besos

maslama dijo...

una crítica cruel, pero muy concreta.. lo pensaré dos veces antes de comprarlo

besos,

Victoria Dubrovnik dijo...

Leí ese libro y nada... Leí "Biografía del hambre" y tampoco... y es que por mucha publicidad que tenga esta autora... Creo que no me acaba de convencer... Estoy empezando a descartar los escritores mediáticos... me quedo con los silenciosos, con los que aún no tienen nombre... o quizás con las leyendas muertas... Con la Gaite, la Matute... o ya ves... nuestro Delibes.... Descanse en Paz...

Charm dijo...

Pues a mí esta Señora me produce una cierta contradicción. No diré que me gusta, pero me provoca curiosidad su economía de lenguaje. Cuando se olvida de "sentencias" varias, tiene un modo de escribir muy inmediato, muy de su tiempo. Los criticos llaman a su estilo: "lacerante".
Haré un ejercicio: escribir un pequeño relato a lo Nothomb....
La mujer que opina que "cuando una historia de amor es fácil, aburre...".
A saber que entiende ella por fácil.

Saludos.)

Una lectora crítica dijo...

Muy de acuerdo contigo. Con lo buenísima que es la idea y lo mal que está desarrollada, me decepcionó bastante este libro. Esperaba, salvando las distancias, una distopía bien construída del estilo de 1984 o por lo menos una reflexión sobre nuestra actual cultura de realities y telebasura que diera que pensar... pero no hay apenas nada de eso.