lunes, 1 de marzo de 2010

Entre lecturas



“Eran jóvenes, instruidos y vírgenes, aquella noche la de su boda” Así comienza la novela corta Chesil Beach de Ian McEwan, y este comienzo es la síntesis de toda la obra. Los protagonistas, dos inexpertos enamorados enfrentados a una noche de bodas en la que los tabú de la época, la timidez de él y la repulsión de ella hacia el sexo van a convertir lo que debiera ser una noche inolvidable en un drama amoroso.
La novela avanza y retrocede explicando el proceso de enamoramiento de los protagonistas en una Inglaterra de los años sesenta donde se comenzaba ya una tímida apertura hacia temas como el sexo.
Una obra ácida y tierna que deja un regusto de melancolía, la misma que deja los primeros amores y esa sensación de qué hubiese pasado si todo se hubiese desencadenado de otra forma, si ella hubiese indagado en su repulsión al sexo, si él no hubiese sido tan orgulloso, en resumen, si la comunicación sobre la sexualidad no fuese un obtáculo más entre la pareja.
La voz del protagonista desde la lejanía de los hechos y de quien los mira con la distancia de un pasado nunca olvidado, se torna más descorazonador por lo que de arrepentimiento se insinúa. Me recuerda a la frase de mi madre con ochenta años ya cuando dice “ si yo pudiera volver a ser joven con lo que sé ahora”.
Novela corta pero intensa, buena presentación de un escritor para mi desconocido, y al que seguiré la pista. No es difícil. ¿No le encuentran un parecido extraordinario con Carradine?
“El tiempo entre costuras” de María dueñas es en cambio una novela larga, más de seiscientas página y de la que no he podido pasar de la 130. Comencé la novela con buena predisposición pues había sido un regalo de una persona muy querida.
A fin de cuentas que la escritora sea novel, que esté editada por planeta y que tenga hasta media hoja de publicidad en el país no quería decir nada, me dije. Aún así desde el comienzo empecé a verle algunos inconvenientes:
1-Escrita en primera persona, numerosos diálogos por lo que se reproduce la voz coloquial de personajes de clase baja y media. La voz del narrador no aparece.
2-La historia, otro ficción más de protagonista femenina que se hace a sí misma en el contexto de la guerra civil y el levantamiento militar de Franco.
3- Detalles excesivos, ritmo moroso, lenguaje anacrónico en voces de los protagonistas.
Galdós fue en excelente adaptador del habla popular y así lo hizo en muchas de sus novelas, pero desafortunadamete Galdós sólo había uno. Quiero decir, que es muy difícil hacer verídicos personajes de una época si no se maneja bien el lenguaje de esa época. Todo un riesgo que puede llevar al anacronismo y a la pobreza lingüística.
Aún así obra recomendada para nostálgicos de la historia pasada, amantes de las telenovelas de mediodía, seguidores de los folletines, discípulos de las películas de Garci y demás amantes de novelas rosas.

17 comentarios:

alejandra dijo...

Me han entrado unas ganas tremendas de leerme Chesil Beach de Ian McEwan. Quizás corra ahora mismo a una libreria... Buena crítica

emejota dijo...

Son parecidísimos. Curioso, así mismo podría haber empezado mi personaje si lo contara, pero luego no se dieron ese tipo de problemas, que con buena voluntad y mucho amor todo se supera y hasta se obtiene buena nota. Mi experiencia fue por motivos muy diferentes digamos .... bueno, mejor callar. Un abrazo.

maslama dijo...

para mi vergüenza, tengo que decir que no he leído nada de María Dueñas, aunque desde que dieron el Nobel a Cela para mí ese premio ha perdido todo su significado

besos,

Candela dijo...

Gracias, Ico. Tiene muy buena pinta esa de Chesil Beach. Ahora empiezo a tener tiempo para leer. Voy a pedirla. Un beso.

Victoria dijo...

Chesil Beach. Lo he leído. Y me gustó. Ese pasado nunca olvidado inunda el libro. La madre...Parece que la vida de los dos está marcada por la costumbre que concatena cada día y que acaba en esa primera noche de amor. De amor?

Victoria dijo...

Empiezo a leer "Mujeres que corren con los lobos" Clarissa Pinkola. Lo has leído?

farala dijo...

estás de coña, como dice maslama, con eso de que maria dueñas sea Nobel ¿no? jajajajaaaa (¿o estás haciendo un juego de palabras con novel??? )

Ico dijo...

jajaja... novel.. novata... es su primer libro y me temo que no será el último..hubo despiste garrafal... ja.ja.. lo corrijo ya...besos

Susana Peiró dijo...

Já, sin dudas se parece a Carradine!
Vamos a seguirle la pista a Ian McEwan, lo pusiste muy atractivo Querida Amiga!

Un abrazo!

Lena yau dijo...

Qué buenas tus reseñas, Ico!

(Me quedo con Ian siempre...aunque siempre de descorazone....me gusta esa acidez que le destacas).

Perdona la ausencia...estaba cerrando cosas...pero aunque no comente, de un modo u otro, siempre estoy.

Un beso y un abrazo!
L.

Ico dijo...

Victoria no lo he leído, ahí está en mi estantería, esperando en el sueño de los justos. Me imagino que el que la autora fuera psiconalista y el que se venda como libro de autoayuda me ha refrenado, pero me gustaría que lo reseñaras y me comentaras tu impresión cuando lo leas. Las historias de lo salvaje que hay en cada uno me interesa mucho... un saludo y gracias a todo@s

Rosario Libertad dijo...

Ico, Ico no leas tanto....

la cocina de frabisa dijo...

Me apunto la primera, me gusta la temática y el escritor es bueno.

Te agradezco igualmente tu comentario de la segunda para descartarla automáticamente.

Concuerdo contigo en no "soportar" una obra que no encaje en nuestros presupuestos y más si son de las que se pesan al kilo por su volumen.

un beso, Ico

El Drac dijo...

Es por ello que grandes escritores sólo hay unos pocos y de época en época. Un abrazo.

dintel dijo...

La primera la he leído. La segunda, pronto.

mjromero dijo...

Alguna cosa suya leí y no me disgustó, tampoco me entusiasmó, pero leyendo la última frase... como que no me veo leyendo una telenovela.

Mármara dijo...

No tenía ni noción ni del uno ni de la otra. El tema de él no me apetece, y la novela de ella, si tú no pudiste pasar de la pg. 130, vamos, ya, ni lo intento. Que tengo mucho que leer, yo, como para andar perdiendo el tiempo en algo que no me apasione.
Mil gracias por las referencias.