miércoles, 17 de marzo de 2010

Calima



Ando a ritmo bajo. Lento. Hoy es un día extraño, de calima. Cómo explicar para quien no lo conozca lo que es esta espesa niebla de arena procedente del Sahara que cubre la isla. El horizonte, el cielo, apenas se ve, sólo este espeso manto opaco que cubre la isla y nos a-isla aún más. Dicen que afecta al carácter, al asma, yo creo que al alma también.
La calima te encierra, te absorbe y la sensación de vivir en una burbuja flotando en el mar se hace más evidente.
Las clases, bien, gracias. Evaluaciones y más evaluaciones. En estos días me los llevo al aula medusa para practicar con el periódico digital, qué difícil es arrancarlos a escribir. Comienzo con una simple carta al director. Pero les cuesta dar una opinión, algunos no saben ser críticos, anímate les digo. De algo tienes que hablar, hazlo escribiendo, dí algo, de qué quieres quejarte, le digo a quien lleva veinte minutos con la pantalla en blanco.
Yo no sé de eso, me responde airado.
Tú tienes opinión, expresa lo que quiera.
Pero la pantalla sigue en blanco.
A ver, me dice mirándome, en todo el curso, ¿Cuándo me ha oído usted a mí decir una opinión?
Es cierto, nunca habla, su autoestima es tan baja, que al principio no quería ni leer en alto. Leía y silabeaba. Pienso, una respuesta rápida.
Sí, una vez me dijiste que no te gustaba leer, eso es una opinión, y que no entendías porqué tenías que leer libros obligados.
Me mira, voy a otro alumno, a otro ordenador y lo dejo sólo, pensando. Les permito tener música sino molestan a los demás. Algunos han acabado y les digo las reglas básicas para escribir una noticia. Comento la noticia del monstruo de Canarias, así lo llamo, al pederasta que lleva saliendo en las noticias desde hace semanas. Leen horrorizado el testimonio de más de cincuenta víctimas, niños y niñas, abusados, violados. Muchos ya adultos que han tenido que superar la vergüenza y el miedo para testificar contra él y relatar su experiencia.
Vuelvo al ordenador de Frank y leo. “Me llamo Frank, soy alumno de 4º de la ESO, no me gusta leer y no sé por qué hay que leer libros obligatorios y no, los que uno quiera”

15 comentarios:

Candela dijo...

¡Ea, lo conseguiste! Yo tampoco sé por qué hay que leer libros obligatorios y no los que una quiera :)

Lola - Aprendiz dijo...

Animo! tu profesión conlleva mucho desgaste personal tu lo sabes.
dias de calima , territorialmente somos africanos .

TARA dijo...

Días de calima, es cierto aplastan el alma, los ánimos y nos llenan de arena los pensamientos, ufff que horribles son, creo que a mi no me ayudan a ser objetiva...

Ojala yo hubiera tenido una profesora como tu, tampoco nunca entendí porque había que leer libros obligatorios...

Besos Ico

Tantaria dijo...

A mí me gustan las lecturas dirigidas (¿será por eso por lo que me llamaban empollona?). Ánimo con esa calima que atonta! Aquí en Sevilla, el día amaneció despejado, primaveral, todo lo maravilloso que son siempre los días aquí.

emejota dijo...

Me ha gustado mucho la sensación de kalima que has transmitido. Evidentemente los que no disfrutan con la lectura llevan crudas las clases de literatura, una pena, no saben lo que se pierden, no solo en lo referente al estilo etc. sino la posibilidad de explorar mundos y experiencias inasequibles de otra manera. Mira quién escribe: mi ex y mi hijo menor no la soportan, el mayor y su madre la aman. Resultado familiar: tablas. Un abrazo.

mjromero dijo...

Qué rabia cuando la pantalla sigue en blanco..., y nada... en blanco.Entiendo o que les sucede a tus alumnos.
Uff, no me la imaginaba así,la calima,
a veces, 2 ó 3 veces al año ,esa arena llega al norte traída por el viento, y se quedan marrones las baldosas de las terrazas (generalmente quedan negras)y nos parece extraño.

María dijo...

Los míos de 6º critican todo... ¿Te mando alguno?

PATSY SCOTT dijo...

Pues el matiz de Frank me parece interesante - no es que no entienda por qué hay que leer libros obligatorios, sino que no sean los que él quiere leer. Tiene gracia, con lo criticones que suelen ser a esa edad, que no sepan verbalizarlo. Ya pasará la kalima.

Belén dijo...

Me imagino que la calima deben ser como el levante de cádiz... que te deja con la tensión por los suelos...

Besicos

bur dijo...

y que pasa con los lectores frigidos...

Ico dijo...

Respondiendo a Candela y Patsy la respuesta es simple: por economía. Debemos comprobar que de verdad se leen los libros, por lo que deben leerlo a su vez, y a su pesar los profesores. Normalente son libros juveniles. Imagina que debiéramos leer cada uno de los libros que escogen, acabaríamos locos. Aún así, a vece les dejo que eligan y me trago cada cosa... en fin.
Los lectores frígidos son cómo nos quedamos algunos profesores después de leer tanta mala novela juvenil.
A pesar de todo, considero que es un debate que da para mucho.
No sé cómo es el Levante en Cádiz pero aquí ya estamos en alerta, 32º grados y sin ver a cien metros de distancia.
saludos y gracias a todos.

El Drac dijo...

LO que adolecen los libros y los profes es que cuando cuentan la historia la cuentan fragmentada, por ejemplo aquí se dió una cruenta batalla en el morro de Arica y yo podría decir y los peruanos se batieron contra los chilenos que los superaban en número muriendo heroicamente y resultando como héroe tal y tal y tal. ¿A quién le importa? Es como si en la calle me encontrara un ojo humano y no sé si es de hombre o mujer etc

la cocina de frabisa dijo...

Es comprensible que no lo sepa, hay tantas cosas que aún no sabe.

Entre otras está el que leer libros que a priori piensa que no le gustan le darán formación para poder escoger con criterio que es lo que le gusta.

Hija, Ico, de verdad ehhh, no sabes como te admiro, mira que has de tragar...

un beso, guapa

Beelzenef dijo...

Siempre detesté la lectura obligatoria... pero tiene su lado constructivo

Anónimo dijo...

Porque se supone que el centro docente, el resto de profesores, la asociación de padres, los padres de Frank y/u otros velan para garantizar que los profesores estén capacitados para formar a sus alumnos a través de, entre otras muchas cosas, las tareas que deciden para ellos. Así que si la profe dice que la tarea es leer X libro pues esa es la tarea. Y si la profe dijera que la tarea es leer algún libro por ellos mismos escogido pues esta sería la tarea.

De todos modos, ¿se pregunta Frank por qué tiene que traducir los textos de inglés que decide su profe o realizar los ejercicios de matematicas que le dice su profe y no los que él quiere? Probablemente no. Pero es que tampoco nadie le dice a Frank que tiene que traducir textos de inglés o resolver ejercicios de mates para descubrir lo placentero que resulta. Simplemente tiene que hacerlo. Y si haciendolo descubre que le apasiona traducir ingles pues genial, lo mismo decide ser traductor el día de mañana. Pero si lo que descubre es que traducir textos de ingles le resulta de lo más fatigoso y pesado pues no importa: se sigue igualmente considerando que es importante que adquiera al menos un nivel X así que se le seguirán imponiendo traducciones como tarea.