martes, 15 de diciembre de 2009

El fin y los medios


Entre las execrables ocupaciones de un profesor de lengua está la tarea de leer libros juveniles. De esta manera comprobamos si, a su vez, los alumnos los leen. Por lo que, a esta indigesta tarea se añade la de ser policía de lectura. Todo ello con un elogiable propósito: motivar e incentivar la lectura en los estudiantes. La piedra filosofal de la enseñanza. Esto me lleva a pensar si de verdad el fin justifica los medios.
No es extraño pues, que a estas alturas del curso, padezca una pesada indigestión de libros de literatura juvenil, donde, mayoritariamente, la calidad literaria es inexistente. Y es que, tanto los autores como los editores tienen el erróneo concepto de que por ser sus destinatarios adolescente (siempre se olvidan de los sufridos profesores) la calidad es lo de menos.
A esta gran abundancia de libros juveniles infumables se une la necesidad de las editoriales de editar libros juveniles a mansalva, como quien hace rosquillas, ayudados por nosotros, docentes, quienes comulgando con ruedas de molino, exigimos a los alumnos, es decir a los padres, la compra de estos libros .
En derribar este molino me empeñé con mis compañeros de departamento e insistí en la necesidad de lectura de libros de clásicos o juveniles con algún rasgo de poseer el tan noble título de literatura. Pero mis compañeros, más versados en la materia y con mayor experiencia que yo, me rebatían esta idea con un argumento infalible: los alumnos no los leen y, lo importante es fomentar la lectura. De nuevo, el fin justifica los medios.
Intenté cambiar la perspectiva, no sería que no los leen porque no comprenden lo que leen, no será el problema más básico aún. Recordé mis lecturas juveniles, empecé por los tebeos, continué por Emilio Salgari, los cinco, y luego me atiborré de Corín Tellado. Sin embargo, recuerdo con admiración y cariño a ese profesor que me enseñó a amar a Juan Ramón Jiménez y Platero, a la Celestina o al Árbol de la Ciencia de Baroja. Y reconozco que si este profesor, (José Luís, gomero, estés donde estés, mil gracias) no me hubiese conducido hasta la buena literatura, hoy seguramente seguiría leyendo la saga de novelas románticas y best sellers.
Así que, harta de Los armanios negros de Gisber, El príncipe de la niebla de Zafón, todos los Jordi y Fabra del mundo, y toda la caterva de literatura juvenil que he debido leerme en este trimestre, estoy por la labor de hacer huelga de lectura.
Porque, no es que salgan de esta experiencia pidiéndome a gritos que les entregue más lectura, sino, salvo Crepúsculo de Meyer, que merece atención aparte, casi todos ellos me transmiten el aburrimiento que les produce dichas lecturas. No es de extrañar que me sienta en la disidencia cuando les cuelo un cuento de Cortazar o un poema de Gamoneda o Panero.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo, sin ser nada experta en la materia, que merece la pena intentar ese cambio...

Maga h dijo...

Corin Tellado!!! Que recuerdos.
Que linda profesión Ico, literatura, adolescentes...
Bien ahora, vacaciones de lectura.
Un abrazo.

Javier Fornell dijo...

Ico todos hemos tenido un profesor de esos que mete buenos libros entre tantos otros. Yo conté con uno (Fernando Conde, no lo olvidaré) que tuvo a bien recomendarme libros como El Guardían entre el Centeno, Un saco de cánicas, Los tres mosqueteros y tantos otros -diversos sin duda- que me empujaron a seguir leyendo. Así que tu animo, con que logrés un loco por la lectura habrás dado mucho al mundo.

pepe pereza dijo...

A MÍ ME GUSTA LA LITERATURA PORQUE UNA PROFESORA CON MUCHO AMOR A LOS BUENOS LIBROS NOS HIZO VER EL PORQUE DE ESE AMOR A LOS LIBROS.
BESAZO
PD. TE DEBO UN EMAIL, PERO ESTOY ESPERANDO A SACAR TIEMPO PARA HACERLO COMO ES DEBIDO.

Pena Mexicana dijo...

Pues a mi me gusta leer porque en mi casa se leía... pero creo que es un deber de un profesor comprometido dar a los alumnos algo de calidad... A los que te dicen que los chicos no van a leer, si tan convencidos están de que no lo harán, ¿qué más les da el título del libro? ¿no será que esos profesores son los que no quieren leer otros libros además de los que "ya se saben"?

TARA dijo...

Ojala yo hubiera tenido una profesora que me hubiera mostrado ese amor a los libros.
Así que yo Ico, desde aquí te digo que lo sigas intentado. Estoy segura que por lo menos con alguno lo conseguirás.

Tantaria dijo...

Así que tienes que ejercer de censora...ains, qué mal está la literatura juvenil. Y yo que creía que Harry Potter lo había arreglao todo!

María dijo...

Yo creo que hay que dar calidad pero engancharles primero con lo que les gusta. Léase: he abdicado y he preparado la partitura de "Física y química"... Una de cal y otra de arena.

Belén dijo...

Pues la verdad, mi profesora de literatura de cuando tenía 15 años fue una muy buena mentora de libros... anda que no aprendimos a leer con ella...

Besicos

Candela dijo...

Lo importante no es -creo yo- la cantidad de libros que lean, sino tener la suficiente mano izquierda como para que uno de ellos les despierte la pasión por la lectura. Eso está a veces en manos de los padres y mucho más frecuentemente de un profesor o profesora que haya tocado la tecla clave con un comentario, una frase leída o una reflexión. Y a no todo el alumnado le calará de la misma manera, pero con que haya unos cuantos ya nos podríamos dar con un canto en los dientes.

mjromero dijo...

Es complicado esto de leer, mi hijo un día descubrió El Lazarillo y le encantó, en plena adolescencia, más tarde descubrió a Baroja, Los Episodios nacionales porque le gustaba mucho la Historia.
El problema es que no entienden las palabras, pero aprovecha las letras de sus canciones para explicarles la poesía que encuentres en ellas y descubrirán el principio de la poesía y descubrirán que son poetas dentro de ellos que las metáforas están por todas partes.Y empezarán a leer poesía, no todos, por supuesto, pero sí algunos.
Y el juego que da Cronopios y famas si les dices que las ilustren en equipo con un profe de plástica...Acabarán leyendo, algunos, a Cortazar
Yo soy de Lengua, y para la literatura he necesitado más recursos para paliar un poco mis carencias.
Y por supuesto que esas lecturas son un rollo,a unos les gusta El señor de los anillos y a otros H.Potter y es demencial que el profe se vea castigado a realizar lecturas en teoría novedosas todos los cursos...
Gajes, gajes del oficio.

1600 Producciones dijo...

Creo que es imposible transmitir pasión, cuando enseñas algo que a vos te parece malo... Pero los chicos tienen que leer todo, de la buena y de la mala ¿De lo contrario, cómo comparan?

¿Cuántos libros espantosos hemos leído nosotros? ¿Eso nos impidió disfrutar de las grandes obras? ¿Sólo debemos tranmitir lo que a ellos les interesa?

Muy loable intento el tuyo, si nos quedamos con los cánones impuestos por las editoriales, que solo quieren vender, se perderá la parte más interesante de esta historia...

Saludos agradecidos

Isabel dijo...

Llevas toda la razón, si entendiesen los clásicos, o alguien intentase enseñarles a comprenderlos, acabarían amando la literatura, es importante fomentar la lectura, pero si se hace con libros equivocados, acaban aburriéndose de leer, y eso es un problema muy grave, porque leer es aprender y conocer. Un beso

Lenteja dijo...

Pues si miro atrás, recuerdo leer por la misma época, El lazarillo de Tormes, Momo, a Salgari ( que eran libros de mi hermano), Las aventuras de los cinco.... Un batiburrillo increíble que me hacía disfrutar por igual; porque en mi casa nadie asesoraba mis lecturas y podía leerme desde los prospectos de una medicina a la guía telefónica... o cualquier bodrio. Actualmente soy una lectora viciosa y aunque no soy profe, que soy educadora de residencias soy feliz llevando a los chavales a la biblioteca; si eligen una novelilla cutre, Ico pues bien, y si eligen un clásico , también me parece bien. Lo que yo quiero es que lean , que descubran el placer de imaginar otras vidas y aventuras ... Besos.

Anónimo dijo...

Bueno, como docente casi estoy de acuerdo contigo, salvo las excepciones, que, precisamente, me las dan los alumnos: -Seño, "Rebeldes" está de puta madre, lo mejor que he leído nunca (será el segundo), ¿se ha leído "Yo pasé por anorexica"?. Algunos se quedan ahí y pocos libros habrá algún día en los estantes de sus librerías. A otros sin embargo, les puedes engatusar suspicazmente hacia algunos clásicos e incluso, auguro que alguno habrá que se haga un consumido lector gracias a las profesoras locas aquellas que nos obligaban a leer. Pero a pesar de la "mala calidad" de algunos libros creo que suponen un puente cómodo de atravesar hacia nuevas y mejores aventuras. Ah y un bonito recuerdo de aquel que sólo leyó nuestros libros. Fotoladymaton

Anónimo dijo...

Me encanta leer, leo porque en mi casa siempre se ha leído mucho. A leer también se educa y en eso tiene que implicarse la familia,no dejarlo todo en manos de la profe. Yo estaba cansada de leer libros con 10 años hasta que a una profe se le metió en cabeza que me tenía que leer el principito le cogí tal manía que ese año no leí nada y hasta me suspendió por no leerlo, así que lucha contra el sistema,hay que guiar,sí, pero al final que cada uno decida lo quiera leer pues las inquietudes de cada uno son tan distintas...

Alicia Samsung dijo...

Intenta ver el asunto desde la perspectiva de tus alumnos. Tú te has leído millardos de libros, por lo que eres capaz de distinguir un producto de calidad, como el que ha probado todos los vinos. Pero estoy segura que tu primer libro no fue "El árbol de la ciencia". No quiero decir que todo el mundo que empieza leyendo Crepús-culo acabe leyendo la Celestina, por supuesto, pero sí que es verdad que todo amante de los libros pasa por un periodo de iniciación.

Tenía una profesora de lengua que tenía uno de los mejores métodos que he visto. Al principio de curso, nos pasaba una hoja a los alumnos, y nos pedía que hiciéramos una lista con los diez libros que más nos habían gustado. De esa lista, elegía dos o tres y nos los recomendaba para vacaciones. Tendrías que ver el cambio respecto a los años anteriores. La mayoría de mis compañeros llegaron realmente a acabarse los libros y disfrutarlos, en lugar de ir preguntando o copiando los resúmenes de los demás.

Sé que amas la literatura, pero en este asunto lo mejor para ganar es tener la mente abierta. Tus alumnos tienen una mitología y unas preocupaciones muy diferentes a las tuyas, así que es perfectamente normal que le gusten otros libros. No creo que a un niño criado en la cultura moderna, con ninjas, dinosaurios, fantasía épica y naves espaciales, pudiera causarle excitación "La isla del tesoro", por ejemplo, a pesar de que fue un hit juvenil de la época. Pero no veas esto como algo triste, úsalo en tu favor.