martes, 24 de noviembre de 2009

Realismo sucio y disidencias



A veces me da por eso. A otros les da por tira piedra a los aviones. Lo mío es menos peligroso. Cojo un libro al azar de la biblioteca, normalmente de un autor desconocido, leo la contraportada y me lo llevo a casa. Esto sucedió con "animal tropical" de Juan Pedro Gutierrez.

No pude pasar de la página 60. También esto me ocurre frecuentemente. No continúo leyendo sino me convence. En lo que pude apreciar en esas sesenta páginas, cuenta la historia del autor, un cubano que no hace nada más que beber ron, pasear por las calles de la habana vieja y tener sexo con todo lo que se mueve. En medio, muchas pajas, mucho semen y coloquiales conversaciones escatológicas. A esto le llaman los críticos “realismo sucio”.

Esta escritura descarnada tiene algunos antecedentes como Bukosky y Henry Miller, en su época fué provocadora, sin embargo, actualmente, con los medios televisivos contando más de lo mismo, resulta hasta ingenua.

Aún así este tipo de literatura tiene sus adeptos, sobre todo, en el género masculino, por lo que hay de exaltación de la virilidad, “escritura macha” se podría llamar”, por ponerle un nombre. A mi, personalmente, me aburre soberanamente. Sobre todo creer que se puede sostenerse una novela mediante la gimnasia sexual de un personaje. Qué quieres que te diga, prefiero la gimnasia mental.

La literatura es para mí una fuente de placer, pero no es la lectura del placer físico lo que me da el placer de lectura. Un libro abierto debe ofrecerme una ventana abierta a la imaginación, a la reflexión, pero también a la posibilidad ideal de convertirme en otra y bucear en otros mundos o incluso a la posibilidad de transformarlo; todo esto, al menos mientras leo. Esto no lo consigue una novela mala como la de Pedro Juan Gutierrez.

Todo lo contrario me sucedió con “Jacob von Gunten”, de Robert Walser, novela profunda e inquietante donde las haya. Este volumen fue escogido de los estantes de la biblioteca con intención; tenía ganas ya de leer algo de este autor, extraño personaje que fue encontrado muerto sobre la nieve.

Jacob von Gunten es una novela corta donde se narra la estancia de un adolescente en un internado “donde se aprende muy poco”, en donde apenas hay profesores y los alumnos tienen muchas horas de ocio. Desde el inicio el protagonista y su particular visión nos va introduciendo en una extraña atmósfera fluctuante entre la realidad y el sueño mientras, se cuestiona el sistema social existente la finalidad del sistema educativo o el sentido de la libertad individual en la sociedad moderna. No hay respuestas, las preguntas quedan ondeando en el aire tras su lectura ¿ Es más feliz el hombre libre o el sometido? ¿Puede un ser extremadamente sensible al que rudeza de la vida se le hace insufrible, adaptarse a ella?¿Es posible la disidencia de un mundo que no te gusta? Cuestiones que quedan sin resolver para que el lector, busque en sí mismo y escoja su opción. Él autor supo hacerlo a su manera eligiendo, por voluntad propia, aislarse en un manicomio. Debo leer más novelas de Walser.

9 comentarios:

Beelzenef dijo...

Me gusta el término de escritura macha... coincido contigo, es realmente aburrida esa literatura.
De una tématica parecida a Jacob von Gunten, según mi punto de vista, es el libro El niño robado, de Keith Donohue. La terrible experiencia de crecer para un niño. Inquietante

Isabel dijo...

Solo para saludarte, porque ando fatal de tiempo y por eso te visito menos de lo que desearía, a ti y a otros amigos blogueros. Eso si, el sábado nos vemos, me alegraré mucho de conocerte. Un beso

Belén dijo...

Bukowski y MIller fueron únicos, no hay que imitar ni copiar lo que ya está... además fijo que era un alter ego, ninguno de los dos era así de salvaje...

Besicos

Lola - Aprendiz dijo...

La lectura del placer fisico puede enriquecer depende de quien lo escriba.En ocasiones sirve de terapia sexual alimentando la imaginación de cuerpos gastados.

1600 Producciones dijo...

Gracias por la clase de hoy. De veras muy entretenida.

Un beso

la cocina de frabisa dijo...

Hay escrito un catálogo de los derechos del lector y entre ellos está el dejar tirado un libro cuando no nos convence, aburre o se hace pesado. Como lectora lo ejercito, al fin y al cabo, el primer objetivo que busco en un libro es que me entretenga, después una serie de cosas más, si no las cumple, adiós que hay mucho y bueno para leer.

un beso

Mármara dijo...

Valiente que eres, Ico, y aventurera, a fe mía. Yo sería incapaz de agarrar un libro de una estantería, al "azahar".
En cuanto a la literatura macha, que me encanta el término, pa ellos.

Maga h dijo...

Me encanta cuando haces este tipo de entradas. Coincido con que no fuerzo por continuar cuando el libro no me atrapa. De inmediato lo dejo y busco otro.
Buena clase profesora!

Suspicaz dijo...

Yo no estoy de acuerdo contigo, porque no creo que el realismo sucio sea solamente la narración de los encuentros sexuales salvajes de los autores (quizá sólo aplicaría con Bukowski). Sinceramente de narrativa del realismo sucio no conozco nada, pero en 'poesía' sí, y me parece que deberías adentrarte más en este aspecto, pues hay muchos autores que hacen de la mierda que tienen en su cabeza oro literario. Por ejemplo, Karmelo Iribarren.

Saludos.