miércoles, 11 de noviembre de 2009

Oficio a tiempo completo





Estoy cansada, cada día más. Creo que este cambio de horario no acaba de ajustarse a mi biorritmo. A fin de cuentas siempre es mejor echar las culpas de nuestros males a agentes tan inaccesibles como el cambio de horario y no pensar que es este oficio a tiempo completo lo que desgasta mis energías.

Porque esta es seguramente la profesión más absorbente del mundo y la más delicada, sobre todo si eres una docente a tiempo completo como casi todos los que nos tomamos en serio esto de educar. No son sólo las horas que damos clase sino las demandas que hacen cada día, las llamadas de atención en el aula, los constantes requerimientos, la absorción de tu energía vital y ruido, siempre mucho ruido, en los pasillos, en el patio, en el aula. Y yo que adoro el silencio, ando soñando con una isla desierta donde sólo oiga el mar.

Nuestro trabajo no acaba a las dos, en casa seguimos, preparando las clases, trabajando la mejor manera de hacerle amenos e interesantes los conocimientos, resolviendo conflictos. Aún cuando salgo soy capaz de ver en cualquier hecho ocasional la oportunidad educativa para aplicarla en clase. Trabajo durante el día, y a veces hasta durante el sueño, discurriendo, pensando en ellos, imaginando cómo hacerles llegar las enseñanzas. Trabajo incluso cuando hago verdaderos ejercicios de contención para no perder los nervios

Yo sueño con dormir largas horas los fines de semana, dormir y dormir días enteros. Pero no lo hago. Tengo una mente despierta. Los fines de semanas sigo pensando. Pensando.

Y, aún así, no dejamos de estar constantemente cuestionados por la sociedad ,por las familias, por los alumnos, por aquellos que piensan aún que tenemos muchas vacaciones.

A veces descanso y escribo o leo, alguna vez hasta libros sobre educación.

Qué será de nosotros los malos alumnos de Marchesi es uno de ellos. En resumen nos ofrece algunas de las claves para mejor llevar nuestro oficio.

El libro enfoca el tema sobre los malos alumnos y las dificultades para el aprendizajes, aportando estrategias para afrontarlo, entre ellas: la autoestima del alumno, la alfabetización emocional, la comprensión lectora, hacer interesante y cercano a sus intereses la asignatura, los acuerdos con el alumno, la participación de la familia…

En un lenguaje ameno Marchesi desgrana cada uno de los factores que inciden en la formación de un mal alumno y que viene bien ser recordado de vez en cuando.

Me quedo con algunas frases brillantes que me aplico.

“Es difícil gestionar el conflicto en una clase si los alumnos perciben que estamos sobrepasados”

“La profesores mantienen la autoridad por su saber hacer y por el equilibrio en sus decisiones, y no sólo por el hecho de ser profesor”

Finalmente, trata sobre la necesidad de cuidar el equilibrio emocional de los profesores tan tendentes a padecer “el síndrome del quemado” a través del cuidado de uno mismo.

Frases geniales y utópicas como estas:

“Primero hay que cuidar de los profesores y después será posible que ellos cuiden de los alumnos


10 comentarios:

Beelzenef dijo...

A veces nos cuesta mucho desconectar, más aún ponerlos en la piel del prójimo.

Y es cierto que tenéis gran valor, pues es entregarse en cuerpo y alma a la enseñanza. Los estudiantes estaríamos perdidos sin vosotros, los valientes

Isabel dijo...

El profesor/a o el maestro/a, es una profesión vocacional, por eso te tiene ocupada a tiempo completo, porque te gusta lo que haces. Es bonito dedicarse a "ocuparse" de los demás. Un beso

Belén dijo...

Normalmente, el que quiere hacer su trabajo bien, está a tiempo completo. Lo malo de tu curro es que tienes muchas cosas malas, pero piensa ne las buenas... yo lo hago cuando quiero mandar todo a la mierda!

Besicos

Charm dijo...

Mientras te leía...pensaba que hablabas como sólo la verdadera vocación puede hacerlo.
Pensaba en Pennac y su Mal de escuela.

Cierto...los docentes soís estrategas de la seducción, dirigida al aprendizaje.
No te desanimes, porque haceís mucha falta.

Saludos.)

farala dijo...

me alegro de que ayer te pudieras echar unas risas, si...se te lee harta, pero todavía con energía... cuánta razón tienes!

(si te sirve de consuelo ayer batiste records: de comentarios -20- el de ciro in memoriam fueron 19 y de visitas, más de 500 hits (normalmente recibo unos 300 o 400...)

un beso a las dos, y dile a M que no se preocupe, jejjeeee ;)

dintel dijo...

Uf... qué miedo todo junto.

frida dijo...

sé pefectamente de qué hablas...También yo estoy harta de ciertos comentarios,recibir culpas, quejas y aguantar historias...Si nosotros no le decimos a un médico cómo debe operar, ¿por qué todo el mundo cree que puede opinar sobre nuestro trabajo?...

la cocina de frabisa dijo...

Me suenan muy familiares tus pensamientos y concuerdo contigo, tienes una profesión muy complicada. No es lo mismo trabajar con papeles (como es mi caso) aunque tengan efecto rebote en personas, que hacerlo en vivo y en directo con niños que cada uno es de su madre y de su padre. Difícil.
Desde siempre he tenido admiración profunda por dos profesiones, una es la que se dedica a la enseñanza y otra la medicina.
Además os ha tocado a los profesores una época difícil, poco respeto a la autoridad, falta de límites, poca disciplina en casa, todo ello os revierte. Insisto, complicado.

Mucho ánimo y toda mi admiración.

un beso

(Respondiendo a tu pregunta, nononono trabajo en Iberia,:) es mucho más fácil, tengo una autocaravana y viajo en ella)

Pena Mexicana dijo...

Por experiencia te digo que si logras aguantar es porque tienes vocación... no fue mi caso. Suerte Ico, que no es nada fácil tu trabajo...

muchacha en la ventana dijo...

Ico, como me ha agradado leer este post, máxime porque estoy en un momento de cuestionarme la profesión: hasta este momento nunca lo había echo. Pero supongo que hay que ignorar todo eso y cambiar el enfoque.

es cierto eso de que no se puede desconectar por mucho que se intente, está todo ahí en tu cabeza, a ver como te pueden entender o mejorar¡¡

un abrazo