martes, 6 de octubre de 2009

Mujeres de poca fe

Este post va dedicado a todas esas personas, mujeres sobre todo, docentes o no, que no creyeron en que un día mis alumnos iban a poder comprender una poesía como la de Antonio Gamoneda.

Pues sí. No todos, claro está. Estamos comenzando el curso. Pero el nivel ha sido bastante bueno. ¿Recuerdan la poesía?


Vi la serenidad en los ojos de las reses destinadas a los cuchillos
Industriales y los caballos inmóviles en la tristeza;
Después, la cal, su luz en los ancianos, y grandes grietas

habitadas por lamentos.


Por su puesto la mayoría después de un buen rato pensando (o haciendo pensar a sus padres, que también los hubo) extrajeron la idea de unos animales que van a morir en el matadero. Hasta ahí llegaron. A ésos los podríamos llamar grupos básicos o grupo A, otros, el grupo B, dedujo que los ancianos también iban a morir pronto y por eso se lamentaban y sentían tristeza. Y luego, por último, el último grupo el C y el que pudo llegar a mayor grado de abstracción supo relacionar la tristeza del hombre que muere con la de los animales, comparando el estado de ambos y el mismo fin común. A este último apartado, es verdad, llegó sólo una niña, y con la ayuda de su madre.

Bueno y qué¡ tienen catorce años¡. Y quién no ha ayudado a un niño a dar sus primeros pasos. Pues esto es el primer paso de mi grupo hacia la poesía. Además desde nuestro centro se fomenta la cooperación de los padres en la educación de sus hijos.

Así que, mujeres de poca fe, vamos dando nuestros primeros pasos. Algo positivo, los chicos no odian la poesía, ya me preguntaron hoy cuando decía la próxima. Lo ven como un problema a resolver, dónde no pueden usar la calculadora, ni el razonamiento matemático; y aunque les he dicho que la poesía es también intuición, imagen y ritmo, aún están apegados a lo lógico de las palabras y a la necesidad de buscar un significado racional. Pero lentamente van descubriendo el valor de la fuerza de las palabras, el poder del cambio de lugar o simplemente las imágenes que pueden llegar a sugerir.

Creo que empiezan a comprender qué es literatura. ¿Demasiado optimismo? Quizá. Mi teoría es si pides poco, te darán poco, si les pides mucho ellos se sentirán valorados y el esfuerzo que hagan será superior.

Para este fin de semana doy otra vuelta más de tuerca y les pondré la siguiente.

Entre el estiércol y el relámpago escucho el grito del pastor.

Aún hay luz sobre las alas del gavilán y yo desciendo a las

hogueras húmedas.

He oído la campana de la nieve, he visto el hongo de la pureza

he creado el olvido.

Antonio Gamoneda



13 comentarios:

Pena Mexicana dijo...

qué suerte tienen tus alumnos, ya me hubiera gustado a mi que mis profesores de historia tuvieran la mitad de tu vocación, no que tuve que descubrir que me gustaba ya de adulta y por mi cuenta...

farala dijo...

wow!! estoy impresionada!! ¿todavía se enseña poesía en la obligatoria? si es así, recupero mi fe...

qué lujo poder enseñar poesía. y que te la enseñen!

Candela dijo...

Me enamoré de la poesía cuando una profesora de literatura, a mis 13 años leyó en clase, con una voz que no te voy a contar, una poesía de Becquer.

Ahora bien, ese nivelazo de poesía que les pones incluso a mí me cuesta entenderla, qué le voy a hacer. Tengo que hacer demasiado esfuerzo.

Tantaria dijo...

¡Felicidades! Un gran triunfo como docente. Yo odiaba a mi profe de Literatura, no sólo porque nunca nos estimulaba, ¡sino porque encima se acabó casando con mi padre! Entre esto y que agredan a los profesores habrá un término medio, digo yo.

muchacha en la ventana dijo...

Ayyy Ico, que gran logro el tuyo, acercalos e interesarlos sobre manera a la poesía, aprovechalo, que rendirán mucho.

felicidades por preocuparte de esa manera por ellos, hacen falta más espiritus como el tuyo para darle la vuelta a una materia y hacerles que les guste.

besosss

Beelzenef dijo...

Leí a Gamoneda porque despertaste mi curiosidad... en su corazón bulle la pasión y la vida.
Un gran ánimo ver como los alumnos avanzan, ojalá que continué así

yo misma dijo...

Madre mía..tienen catorce años y empiezan fuerte..y supuestamente yo he estudiado literatura..está claro que hace mucho de eso..también es cierto que la abracé gracias a maestros exigentes..qué satisfacción ser responsable del interés de alguien por ella, aunque sólo fuese uno..felicidades

María dijo...

¿Esta poesía "va" de alguien que se tropezó en medio de un prado y cayó rodando cuesta abajo y el pastor le gritó: ¡Cuidado!? ;-)

dintel dijo...

A ver qué. Así también aprendo yo a interpretar poesía.

Anónimo dijo...

Hola me gustaria que hicieras un relato con el siguiente titulo

"Toro"

maslama dijo...

caray, me he quedado muy impresionada con el nivel de la poesía que propones a tus alumn@s

besos,

frida dijo...

Hay que buscar la manera de que los alumnos entiendan que la literatura es la vida, que les hará soñar, vivir otras vidas y otros mundos, sacar sus mundos interiores y verse reflejados en espejos a los cuales no saben poner palabras..Yo una vez hice un rio de versos con mis alumnos de Eso..Escribieron mucho, fue fantástico. Sigue insistiendo!

Ico dijo...

Anónimo gracias por el título. Maslama no es oro todo lo que reluce, te aseguro que en la última poesía un renacuajo de catorce años vio penetración, sexo y no sé que más ... a ver .. lo que pido es que piensen.. sólo eso que imaginen y piense..
Evadir-se éso es lo que pretendo..