martes, 20 de octubre de 2009

El punto medio



Plata Quemada, libro del argento Ricardo Pligia nos cuenta en una acción trépidamente el atraco de un banco por parte de unos delincuentes, su persecución y trágico final. Extraído de un suceso real ocurrido en Argentina narra en forma de crónica breve lo que sucede a los delincuentes en esos días.

Todo en el libro es pura acción, a penas hay diálogos, breves pinceladas expresionistas de rápidos perfiles que dejan entrever aspectos de la vida de los delincuentes. Todo ello a un ritmo vertiginoso. Se lee como quien ve una película, una buena película de acción (parece que ha sido llevada al cine también) donde entre tanto tiroteo y sangre, al final acabas cogiendo simpatía a los propios delincuentes que son acorralados por la policía y que sabes que van a morir.

El lenguaje en argot gansteril- argentino dificulta, al inicio o la comprensión, pero luego acabas introduciéndote en ese lenguaje lunfardo y casi acabas por ponerte a dar tiros tú también con acento argentino.. Eso sí siempre sabiendo que la novela acaba mal desde el principio pero sin dejar de leerla porque está bien narrada, a un ritmo vertiginoso, pero sin más, pero sin buscar más filosofía ni profundidades.

Dame placer de Flavia Company, al contrario es una novelita de interiores, No hay acción, ni contexto, ni personajes, ni argumento, tan solo una mujer confesando ante un médico? ( no lo sé, no tuve valor para acabarla) su sentimiento de abandono y soledad ante la pérdida de la amada. La novela narrada en forma de monólogo nos aburre contando los sentimientos de abandono.

El que este hecho suceda entre dos mujeres no le da ni más prestancia ni mayor honduras. En el final del amor y el sentimiento de desgarro todos somos iguales. Pero un monólogo es mucho monólogo para ser usado en una novela aunque sea corta y de pocos vuelos, pudiendo llegar a convertirse en discurso ombliguista, en un texto pesado, repetido, y sobre todo, mortalmente aburrido.

En fin, que una novela no sea leída como una película pero que tampoco se convierta en un monólogo. De nuevo hay que acudir al reiterado “aurea mediocritas” de los clásicos o lo que es lo mismo el término medio. Todo ello, sin menoscabar la mayor calidad literaria de la obra de Pligia.

6 comentarios:

frida dijo...

Plata Quemada no lo leí, pero ví hace tiempo la película y està muy bien. Dame Placer tampoco lo leí, aunque el título sugiriera hacerlo;ahora que me dejas entrever el argumento ya no lo leeré,me sé la historia de memoria...

Carina Felice, Photography dijo...

Recuerdo cuando vi el estreno de Plata Quemada en el cine, protagonizada por Ricardo Darin y Gaston Pauls y Leticia Bredice.Rompio los records aquella temporada. Es super recomendable el film...
Ahora tendre que seguir tu otro consejo...
:)
Abrazos

Beelzenef dijo...

No puedo perderme nada de lo que propones en literatura. Lo presentas de un modo increíble y atrayente.

Pequeños tesoros que dejas caer, tú, una de las mejores joyas que he tenido el placer de conocer

Maga h dijo...

También vi la pelicula y me gustó. No leí el libro, seguro ya no lo haré.
Espero alguna buena recomendación tuya y voy por ella.

Besos

magah

dintel dijo...

Vaya, tú también leyendo a Flavia. ;)

Belén dijo...

Me apunto el de Piglia, me han hablado muy bien de él...

Los monólogos son buenos para el teatro, si los lees y son largos pueden llegar (me) a aburrir...

Besicos