jueves, 3 de septiembre de 2009

Literharturas



Mi amigo Fidel, sabedor de mis inclinaciones literarias, me preguntó un día si quería escribir en una columna en la última página de su periódico. El columnista, que se había ido inesperadamente a trabajar a Madrid lo había dejado de la noche al día en palanca. Qué se te ocurre, me dijo. Le dije que lo mío no era el periodismo sino la literatura. Pues escribe literatura, me respondió. Pero no puedes sobrepasar el espacio de lunacolumna me dijo. Pues no sé, le dijo, como no sean relatos cortos, y él me dijo, vale.

Entonces inventé, siempre con la idea de que los lectores participaran, que éstos me enviasen títulos con los que yo construiría un relato. La idea funcionó, bueno, en realidad, al principio sólo me mandaba mi mujer y mis amigos, luego, la gente se fue animando.

Al comienzo, todo fue bien, la gente me llamaba y me decía anda tía, sorprendente historia, qué facilidad tienes y este tipo de cosas, que para mí no lo eran tanto, siempre se me ha dado resumir; y buscar historias en cualquier parte era lo de menos, de esta forma, al menos no perdía la práctica de escribir cada día.

Los títulos que los lectores enviaban eran remitidos por el periódico a mi email y en poco tiempo comencé a recibir avalancha de títulos, pero también de críticas de todas clases Había todo tipo de títulos, algunos muy fáciles de convertir en relatos y otros, realmente difíciles, más de una noche me acosté pensando en la trama y más de una vez me levanté en mitad de ésta con la idea resuelta en mi cabeza.

Sin saberlo, fui absorbida por mis propios relatos y su construcción y elaboración fué abarcando muchas horas de mis días

Luego empezaron los problemas. Un día escribí una historia basado en la vida de la persona que me envió el título, como estaba claro que no tenía muy buen concepto del tipo de vida que llevaba la protagonista, la historia se convirtió una parodia de una vida parasitaria. La protagonista y dadora del título me llamó una noche a mi casa. Oye, ésa que has descrito no seré yo, dijo con voz lastimera. Tragué saliva, no claro que no, hay retazos de realidad pero todo es pura fantasía, ya sabes cómo es, literatura.

Decidí, con el fin de no buscarme más enemigos, apartarme del crudo realismo, inclinándome hacia el lado fantástico de la narrativa. A su vez, me esmeraba laboriosamente en encubrir en lo posible a los personajes para que cualquier parecido con la realidad fuese el mínimo. Aún así con esto, la cosa tampoco mejoró.

Algunos lectores comenzaron a enviarme email francamente descontentos, para nada su título se merecía ese relato ni, bajo ningún concepto, había sido enviado con la intención que yo le había dado finalmente. Estos comentarios me dejaron francamente desconcertada. No sabía qué hacer, cómo podía hacerle comprender a la gente que un título es abierto y puede sugerir mil y un relatos, que la literatura es metáfora y poliédrica y las palabras bailan distinto ritmo según quien la lea o haga. Todo se complicaba, si bien, es cierto que las felicitaciones y agradecimientos llegaban en cuentagotas, la mayoría, eran lectores insatisfechos a los que no había podido saciar con el relato.

Para más INRI mis amigos más cercanos se percataron de que me había convertido en una esponja o una planta carnívora que absorbía ansiosa cualquier anécdota o historia que me contasen para luego volcarla en forma de relato. Algunos dejaron de contarme nada de sus vidas por miedo a que los volviera un relatos, otros me prohibían tajantemente convertirlas en historias. Pero, y entonces, pregunté, de dónde saca un escritor las historias sino es de la vida, de lo que oye y ve, y siente, decía quejándome de mi suerte. A la mayoría les importaba un carajo la literatura, no querían verse reflejados en mis historias ni que sus vidas fuesen públicas. Esto me hizo pensar una vez más que la gente confunde la vida con la literatura.

Para colmo, mi mujer, que trabajaba como enfermera en una planta de desahuciados en el Hospital y que tenía la soberana costumbre de comentarme las múltiples enfermedades y las bajas sufridas por sus enfermos, cada noche ya en la cama se atrevió a llamarme dramática, sarcástica y asesina, por qué me decía, mis historias eran tan tristes, por qué mataba a tanta gente, por qué todo acaba tan mal. En más de una ocasión, me vi forzada, antes de publicar a cambiar el destino de algún personaje sólo para darle el gusto.

Un día llamé a mi madre y le dije cómo andaba, después de un minuto de silencio me dijo si algo de lo que ella me contara saldría algún día en el periódico, le dije que no abatida, así lo esperaba, insistió, además arguyó con un hilo de mala leche, a quien carajo le importaba su vida. No dije nada o dije que no se preocupara que todo era inventado.

Fue un duro golpe, a fin de cuentas, fue ella quien propicio este gusto por las historias, cuando, cada noche antes de acostarnos, nos narraba distintas versiones de un mismo cuento que ella misma inventaba.

Mi vida se estaba yendo al traste, me sentía, por momentos, incomprendida, zangoloteada por todos lados e incapaz de satisfacer a nadie.

Pensé seriamente en dejarlo, pero mi amigo Fidel me rogó que no lo hiciera que la sección tenía cierto éxito y que si quería me pondría en nómina o me aumentaba las palabras.

No sé, Fidel, le dije, creo que necesito unas vacaciones, me estoy hartando. Y me dediqué a leer autores muertos, al menos a éstos no los repica nadie.

(Cualquier parecido con la realidad es sólo pura coincidencia)

24 comentarios:

Candela dijo...

Ico, me has tenido todo el relato con el alma en vilo. ¿Puedo creérmelo? jejeje. Un beso.

Anónimo dijo...

cualquir parecido con la realidad es pura coincidencia.Tendras que poner a trabajar mucho las neuronas,para darles lo que solo quieren escucharrr baybay

Liquem Nuc dijo...

Todo el mundo escribe y todos leen y, por alguna razón, aunque luego se pierdan más allá de los monosílabos. Coseremos paciencia de algún modo, que si no...

Tantaria dijo...

No sé si el relato es muy real o verídico, jeje. Besotes

María dijo...

¡Pues el título es coj...! Un juego de palabras perfecto. Escríbeme un relato... "La chica de los ojos verdes".

María dijo...

¡Me he lanzado así, sin educación ni nada... mil disculpas.
Rebobino: ¿Qué te parece este título para un próximo relato: "La chica de los ojos verdes"?
;-)

mjromero dijo...

Qué bueno, los muertos no replicarán, pero vete tú a saber sus familiares.

Mari Triqui dijo...

Jajaja... me encantó!

Con tu post he vuelto a reflexionar sobre las jodidas expectativas... me pregunto por qué no (nos) se dedica cada un@ a escribir su propio relato...

Un beso.

Lena de mar dijo...

jajaja Ico!!! (no sé si debe decirse o no, pero ese fue el título que yo elegí). Gracias por "mi" relato, tan bonito y original.

He tenido que ir al diccionario para saber el significado de "zangoloteada", ya ves lo que aprendo contigo...

Abracitos salinos

Anónimo dijo...

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.... no se, no se.... No sera tan malo que alguna vez una intente salvar algún protagonista ficticio, porque los finales felices tambien son bonitos, no?

Sigue asi, sabes que soy tu mas fiel seguidora. Y para que no nos sorprendas con "descansos" te dejo un titulo:

"El soñador con insomnio intermedio"

Su señora esposa ;)

Anónimo dijo...

Por cierto Ico, te he dejado foto en el nuevo tablón, para el titulo que te he puesto en el anterior comentario.
El titulo esta puesto en el comentario porque el tablón no admite la "Ñ".

Su señora esposa ;)

Belén dijo...

Ostras, la verdad es que tiene su peligro, si...

Intentaré que nadie sepa de mi blog :P

Besicos

Pena Mexicana dijo...

Chica, es tu decisión, pero que sepas que si dejas de publicar, muchas lo consideraremos una pérdida :)
Estamos en comunicación... ¡ah!, en México también se usa el verbo zangolotear :)

Anónimo dijo...

Se coge un título, se mezcla con pinceladas de la vida de distintos personajes, partes reales y otras como la escritora las entiende,se le dá rienda suelta a la fantasía y se baten (unas veces en una coctelera con la intensidad suficiente de dos manos y,... otras sin apenas batir)... resultado: relatos lindos que hacen que las que comentamos o solamente leemos sigamos interesadas en qué escribirás mañana. (No te preocupes de las críticas, la satisfacción nunca es unánime y el valor está en poder seguir siendo criticada). Bstos

Anónimo dijo...

Una propuesta para acallar las críticas: Pon un título a compartir entre las criticantes, jeje. y que cada una escriba una historia ¿Habrá quién la escriba?, jeje..... Bsos

Anónimo dijo...

A Woody Allen le pasó lo mismo en una película cuyo título no recuerdo. en fin nena que no te cojan

la cocina de frabisa dijo...

Pues claro que sí, ¿de qué se va nutrir un escritor sino de lo que ve, siente, le cuentan, lee, etc.?
Me ha gustado mucho tu post, gracias por haberme visitado, me ha permitido conocerte.
Te enlazo, así no me olvidaré de ti.

un beso

Beelzenef dijo...

Alimentados a base de vivencias, palabras y voces, a los que cada uno da vida. Cada cual en el universo de su propia mente

Ico dijo...

Juro que cuando acabe estos relatos que me han entitulado algunas almas cándidas finalizaré esta sección...

TARA dijo...

Ico, me gusta mucho pasearme por tu blog, escribes bien, y sera una perdida. Supongo que si ya has tomado esa decicisión, tu sabras por que. Desde mi punto de vista, era curioso el blog, de alguna manera creo que todos nos sentiamos participes de la historia de alguna manera, al ser los que sugeriamos el titulo. Pero bueno, cada cual sabe el por que.

Besos Ico

Anca Balaj dijo...

Me ha recordado a Chejov, que se vengaba de la gente que le hacía algún feo convirtiéndoles en personajes de sus obras. Sería una solución para tu protagonista, escribir sólo las anécdotas de quienes la ofenden.

Muy interesante el tema de las críticas de los lectores descontentos con el cuento cuyo título han sugerido. Ahí hay sustancia de la buena. Da para un cuento loco de los de Cortázar.

dintel dijo...

Eso hago yo, robo historias. Pero como no publico, nadie se queja.

Ico dijo...

Tara, no te preocupes, era broma, claro que no podré sacar historias con la misma asiduidad porque ya no hay vacaciones... pero me lo he pasado bien siguiendo los comentarios.. saludos a todos..

Anónimo dijo...

En el fondo es que no aceptamos que la vida es puro relato.