jueves, 30 de julio de 2009

Madame Bovary soy yo



Dicen que Gustave Flaubert respondió esto cuando un periodista le preguntó quien era Madame Bovary, la protagonista de su obra maestra.

Pese a que siempre se ha relacionado a Madame Bovary con el carácter femenino y se han creado incluso un término para calificar ese estado del ánimo, el bovarismo, relacionándolo con un estado de insatisfacción constante y la oposición de los sueños con la realidad. No creo alejarme de la realidad si relaciono ese estado vivencial con el de cualquier persona, indistintamente de su género.

Madame Bovary al igual que Ana Ozores en la Regenta o Alonso Quijano en el Quijote es el prototipo de esos seres incapaces de conformarse con la vida que les tocó vivir y que sueñan en ideales más altos. Y que una vez intentan llevarlos a cabo, asisten al derrumbe de sus sueños, tropezando, una y otra vez, con los molinos de viento de la dura realidad.

En esta magnífica novela, Flaubert, construye con minuciosidad un carácter, el de Emma Bovary, mujer apasionada y de sensibilidad extrema que, rodeada de una mediocridad y rutina que la exasperan, anhela vivir las historias de amor que lee en las novelas románticas de la época y sufren un mal al que no puede hallar remedio, el de un deseo irrefrenable de otros mundos y vivencias, no sabiendo la protagonista” de donde venía aquella insuficiencia para la vida”

Madame Bovary, no es una mujer paciente ni pasiva sino que es enérgica y emprendedora, quien siente una necesidad constante de huir su vida de casada, que la llevará irremediablemente a la ruina y al derrumbe. Se dejará arrastrar por el adulterio con verdadera entrega y mayor exaltación que los personajes masculinos para acabar descubriendo que la pasión es “el monstruo que habita fantásticamente en las honduras del amor”.

El autor hace un minucioso y preciso análisis psicológico del personaje tan absorbido por la pasión que olvida y desprecia incluso la maternidad o la gestión de su patrimonio, ruinosamente dilapidado por constantes caprichos que no logran apaciguar su ansia. El atormentado devenir de la protagonista es descrito sin moralismo, con una absoluta comprensión, como si el autor nos quisiera decir que es condición humana el dejarnos llevar por los sueños y los grandes ideales aunque éstos rara vez se cumplan.

“pues todo burgués, en el hervor de su juventud, aunque sólo sea un día o una horas, se ha sentido capaz de inmensas pasiones, de altas empresas.”

Flaubert, con una sutil ironía y con un humor dolido, nos muestra una visión pesimista del ser humano que, por una razón u otra, siempre decepciona. Nadie se salva en este análisis, ni el marido por no querer saber la verdad ni Bovary por querer huir de la realidad, ni los usureros que se aprovechan de la situación, ni los amantes débiles y volubles. Cada ser humano tiene su carga de grandeza y de miseria.

Madame Bovary es también la radiografía de la pasión, del comienzo de ésta y del inevitable fin, que como todo fuego se extingue no dejando más que rescoldos.

“la denigración de las personas a quienes amamos siempre nos apartan algo de ellas. No hay que tocar a los ídolos. Su dorado se queda en las manos”

Madame Bovary es sobre todo una novela a la que hay que volver constantemente, para leer cada vez de forma diferente, según avanzan los años y nuestros sueños van quedando atrás. Hay que tomarla de forma pausada y serena, deleitándonos en ella como se deleitan uno en los mejores manjares mientras saboreamos frases como esta.

“si usted supiera,- replicó Emna, levantando hacía el techo sus hermosos ojos en que titilaba una lágrima- ,¡si usted supiera todo lo que yo había soñado¡

10 comentarios:

maslama dijo...

hola ico;
si no recuerdo mal, Madame Bovary contiene una severa crítica a la educación romántica de la época, que las convertía a las mujeres seres indefensos enamorados del amor, pasto fácil de desaprensivos y, en general, de la vida real

besos,

adriana rey dijo...

No he leído Madame Bovary, aunque siempre tuve ganas. Creo que ahora llegó el momento.

TARA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
TARA dijo...

Tampoco yo he leído a Madame Bovary, bueno nunca he sido una gran lectora. Pero he de reconocer que me estas despertando ese gusanito y ahora tengo ganas de comerme todo lo que no he leído....

Ese es uno de los placeres nuevos que estoy obteniendo de tu blog, entre otros. Creo que leeré Madame Bovary.

Maga h dijo...

Yo tambièn prometo leerlo.
Pero Ico que lindo lo contaste, da muchas ganas de meterse en el libro.

Te felicito y gracias!.

MAGAH

Anónimo dijo...

no se si coneces un libro de carmen martin gaite "En busca del interlocutor" hace un estudio comparativo de Emma Bovary y Marylin... a mi me pareció interesante.
un beso
mariposa

Ico dijo...

Mariposa: No lo conocía, pero seguro, debe ser interesante...

Anónimo dijo...

si es interesanre, pero ambas no salen muy bien paradas. Creo que esta en la editorial anagrama
saludos
mariposa

dintel dijo...

Bovarismo que no bobarismo, que por lo que dice maslama, también. ;)

baldufa c'est moi dijo...

ah....Mme Bovary ...
Me quedo con estas lineas, cuando el cura está haciendole la ultima uncion :

"Ensuite il récita le Misereatur et l'indulgentiam, trempa son pouce
droit dans l'huile et commença les onctions : d'abord sur les yeux qui
avaient tant convoité toutes les somptuosités terrestres - puis sur les narrines
friandes de brises tièdes et de senteurs amoureuses, puis sur la bouche -
qui s'était ouverte pour le mensonge, qui avait gémi d'orgueil et crié
dans la luxure, - puis sur les mains qui se délectaient aux contacts
suaves et enfin sur la plante des pieds si rapides autrefois, quand
elle courait à l'assouvissance de ses désirs, et qui maintenant ne
marcheraient plus."
Una delicia.