miércoles, 1 de abril de 2009

Mi pudenda pedante



María de Zayas bajó la escalinata en tropel. El color le encendía el rostro y al caminar el pecho ascendía y descendía comprimido por el corsé. Su padre le gritaba desde el balcón con calzas y gorras de dormir. Pero ella no oía a nadie. Un carromato cruzó la calle oscura. De pronto el caballo relinchó y los cascos frenaron en el empedrado húmedo.
- A la casa del Marqués de Sade- dijo, sin apreciar la cara de asombro del cochero.
No era habitual una mujer sola y sin acompañamiento por aquellas calles a media noche. Claro que, se dijo, tratándose de ir a casa del Marqués de Sade la cosa cambiaba. Los caballos, a la voz de su amo, atravesaron diestros la ciudad, rodearon el rio y fueron a dar en el palacete del marqués. La mujer dejó unas monedas en la mano del cochero y se apresuró a tocar la campana.
- ¿la espero? - dijo el cochero, con mirada maliciosa.
- No - volveré andando.
Un criado portando una candela apareció en la puerta con leves gestos de estar beodo.
- Quiero hablar con el marqués- dijo la mujer abriendo y ascendiendo la escalera.
- ¿Solicitó sus servicios el marqués, Madame?- balbuceó el chambelán.
- No, tenemos una conversación a medias.
El criado se alzó de hombros y la dejó pasar, no entendía nada, pero tratándose de una mujer y tan bien puesta como aquella, a buen seguro que el marqués no pondría ninguna clase de reparos. María de Zayas atravesó la galería, llegó hasta el salón cubierto de pieles de oso, sedas de la india y jarrones de la china. Arrastraba la seda del vestido sin detenerse en los grabados eróticos ni en las esculturas de los desnudos que cubrían el aposento. Su mirada de águila recorrió una cada de las habitaciones. En la última de ellas descubrió al marqués dormido en uno de los divanes. La lumbre de la chimenea mostró un rostro ajado por la edad y la vida.
- Despierte. Deprisa.
El marqué abrió los ojos. Sonrió. Su mirada ladina encendió unos ojos chispeantes aún. Se atusó la peluca con coquetería mientras se incorporaba.
- Madame, qué honor, pero ¿por qué no me avisó de su visita? La hubiese recibido con los mejores honores. Castigaré al borracho de mi criado-dijo con una voz aflautada
- Quiero lo que es mío.
- ¿Os referís a mi “pudenda pedante”?
- Ya lo sabéis.
- He de decir que lo he leído de cabo a rabo, y he de admitir que tenéis cierto estilo.
- Devolvédmelo -María de Zayas estiró la mano, los ojos encendidos de rabia miraban al hombre impúdico que tenía frente a sí.
- Tranquilizaos, no queréis compartir confidencias…
- Habéis cometido una villanía, engañando a mi padre para que os dejara mi manuscrito.
- Ah, fue solo un árdid- dijo el marqués levantando su blanca y nacarada mano -No es común que una mujer escriba y menos ese tipo de literatura…¿ qué podía hacer? vuestro padre se mostró en un principio receloso pero cuando le dije que era para disuadiros de que la publiquéis aceptó sin reparos.
- Devolvédmela- la mujer temblaba de rabia.
- No sabía de su alto contenido erótico…eso alegró mucho.
- Sois infame, pendenciero y grosero a cuál más no poder.
- Y vos sois una literata muy talentosa, lástima que pertenezcáis al círculo lésbico y no queráis compartir nada conmigo …
- Nunca pensé que pudierais llegar a tanto para robarme mi novela- dijo enfurecida.
- Madame no me acuséis, me habéis inspirado mis mejores relatos… ¿cómo puedo ayudaros?
- Yéndoos al infierno.
El marqués lanzó una altisonante carcajada mientras se sirvía un líquido violeta que estaba en su mesa de noche.
- Solo hay un medio de salvar vuestra “pudenda pedante” y lo sabéis.
- Dádmelo primero y luego tendréis lo que queréis.
La mirada del marqués se encendió como en las mejores ocasiones. Debajo de los coloridos cojines de seda el marqués mostró a la mujer el manuscrito. María de Zayas lo atrapó al instante, sonrió a la manera volteriana y lo lanzó sin piedad al fuego de la chimenea.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En pleno siglo xi sigue en vigor el Margues de Zade

MITOCONDRIA dijo...

Nos diriges directamente al tejido de la época.
Relato exquisito en su forma, titulo-relato.
Distuinguidas referencias historicas,
-María de Zayas, pionera feminista.
-Márques de Sade, violento critico con la moral religiosa.
-Sonrisa volteriana, homenaje al busto de Houdan.
Excelente.

buxara dijo...

que placer señora!, que placer de lectura y de espacio este tuyo

gracias por traerme hasta aqui; me parece que voy a pasar mucho tiempo en tu casa

en espera de poder dedicar el tiempo que merece a leer todo lo que tienes por aqui me asalta una duda, ¿quien te encarga los relatos?

gracias de nuevo y un saludo

Ico dijo...

Gracias... también me gusta tu página.. por eso la colgué en favoritos.. los relatos los encargan ustedes, los lectores, pueden mandar tu idea de lo que quieres, el título, foto o las dos cosas... arriba a la derecha en el clik naranja en ese tablón de anuncio puedes encargar tu relato...animáte. un saludo

dintel dijo...

Un placer leerte.