jueves, 12 de marzo de 2009

Otra tarde gris



Amor mío:
El sol no ha acabado de salir y ha habido todo el día una fuerte ventisca. Te escribo, como siempre desde mi dormitorio mientras miro por la ventana la marea baja y a las gaviotas revoloteando en la orilla y pienso en ti. Hoy hace un día triste
Las niñas están haciendo los deberes en su habitación e Iván está en salón delante del televisor. Le dije que me dolía la cabeza para retirarme aquí, a solas y pensar libremente en ti.
Odio los domingos, este día se me hace eterno. El resto de los días, con la agitada agenda que me impongo, el trabajo, las niñas, la asociación de padres del colegio, Iván que a veces es como un niño más… llego a casa agotada y sin fuerzas para seguir, pero sigo imparable, como si cada urgencia, como si cada acción que me impongo, fuera una penitencia que debo pagar por amarte de esta manera y no poder estar contigo.
Hoy la casa me aprisiona, quisiera salir a la playa y correr sobre la arena a espantar a las gaviotas que comen tranquilas en la orilla. Pero las niñas seguramente se apuntarían, o Iván, lo más probable; y hoy, en este instante, sólo necesito estar a solas y gritar, gritar hasta romper el cielo y liberar esta angustia que aprisiona mi corazón.
A veces creo que me estoy volviendo loca, que no podré soportar tu ausencia y esta gran mentira en la que vivo. Hay momentos como hoy en los que pienso que no podré resistirlo mucho más, me ahogo, me falta el aire y no puedo respirar. Hay noches que me despierto en una pesadilla terrible, no recuerdo el sueño, pero sé que me caigo, me caigo por un precipicio y me levantó aterrada y bañada en sudor.
Mi amor, mi amada, eres el único asidero que me queda, no me sueltes, no me dejes. Me ahogo en este mar de sentimientos que me lanzan y me frenan hacia ti, espérame, dame tiempo, y si por cualquiera de los motivos la balanza no se inclina hacia ti. No me dejes, no me dejes caer. ¿Me dejarás caer?
Tuya siempre.

2 comentarios:

Ripley dijo...

Los sentimientos, el amor, ¡cuantas palabras dedicadas a ellos! Siempre me ha resultado muy curiosa esa asociación ventana-descripción de sentimientos que asocia la literatura, espero que alguien me lo explique algún día. Mrs. Dalloway, uno de mis libros favoritos, empieza y termina con la señora Dalloway reflexionando mientras mira por la ventana. Bonita carta, me ha gustado

sempiterna dijo...

Sí, Ripley, a mí también me ha recordado a Mrs. Dalloway en la descripción aunque de playa y con gaviotas, en contexto, en la historia, ... Ico, me gusta mucho la carta. Es un pequeño desahogo de una vida milimetradamente planeada.