miércoles, 4 de marzo de 2009

Dafne


Cuando levantó la cabeza de la toalla descubrió al chico que la miraba desde lo alto. Sonrió. Las gafas de sol que llevaba impedían ver sus ojos, pero por los ángulos de su cara y los labios carnosos dedujo que era guapo. Su ajustó el bañador y se incorporó. Disimuladamente, cogió el móvil de la mochila, lo que le obligó a ladearse y dejarse ver para así poder verlo a su vez. El sol estaba en pleno cenit. Sacó la crema para el sol y se la extendió sobre los pechos. Sabía que este gesto era para él. Pero cuando levantó la vista, él ya no estaba. Entonces sintió una mano en el hombro. El chico con la sonrisa perfecta la estaba mirando desde su altura. Se presentó. Le importaba que se sentara a su lado, llevaba tres días allí, y había visitado todo lo que había que ver, conocería ella algún sitio donde se divirtiera la gente de su edad. La chica sonrió halagada. Mientras hablaba se le formaban dos hoyuelos en las mejillas que Dafne encontró encantadores y pensó en aquella estatua de Apolo que había visto en la clase de arte. Era incapaz de mirarle directamente a los ojos. Ella le indicó un sitio y él le dijo si lo acompañaría esa noche. De camino a la casa Dafne se preguntaba si alguien se podría enamorar en tampoco tiempo y si éste era el chico que había estado siempre esperando.
Cuando lo vio de nuevo, apoyado en la columna del bar, sintió cómo se le aflojaban las piernas y se le retorcía el estómago. Se sentaron en una mesa y él empezó a hablar mientras le servía una cerveza tras otra. Dafne imaginaba en la euforia del momento cómo de agradable sería un futuro con él. A veces, sus pensamientos le llevaban más lejos y perdía el hilo de lo que el chico le contaba. Quizás, por eso, dejó que el posara su mano sobre su muslo izquierdo.
Pero pronto el efecto de las cervezas le produjo nauseas y comenzó a no oír nada de lo que decía, es más, le parecía que se repetía demasiado y que no era inteligente. Su mano avanzaba muy rápido. Se levantó y salió dando tumbos, quería caminar sola, pero él se empeño en acompañarla. El chico le dijo que se sentiría mejor si se remojaba el cuello en el agua, y ella se dejó llevar hasta la playa. Dafne se sentó en la orilla e intentó respirar la sal y el mar pero el mundo no se detenía sino que giraba, y pensó en aquella vez que había montado en barco. Cuando él se abalanzó sobre ella lo primero que pensó fue que no era él.
Se oyó decir no, pero su voz salía como si atravesase un largo túnel en medio de la oscuridad. Apolo convertido en minotauro rasgaba sus vestiduras para atravesar el laberinto de su carne. Así no. Cuando el dolor se hizo insoportable, Dafne levantó el vuelo. Su cabeza, lejana ya, se fue separando poco a poco de su cuerpo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, muy buena tu actualización del mito de Dafne y Apolo; cuando vi esta foto me recordó al poema de Garcilaso y, por eso te la envié ...esperemos que nuestra Dafne no se transforme en laurel a pesar de seguir existiendo apolos. Gracias de nuevo

baldufa c'est moi dijo...

Hay cosas que ni con el paso del tiempo cambian. El ser humano continua comportandose igual.
Creo que si que es posible enamorarse en unos minutos. Puramente físico...Pero este enamoramiento a veces dura poco para convertirse en una desilusión óptica !!!
Alcohol ? que malas pasadas te puede dar verdad ! Ayuda a desinhibirse pero también a hacer cosas de las que luego nos arrepentimos.

Anónimo dijo...

Siempre marcas la atmosfera, creas ambiente , el tiempo verbal encadena y concluye bién las acciones pero en esta ocasión, según yo, no conjugas bién el mensaje de metamorfosis de Dafne y pobremente nos acercas a la idea del relato original EL AMOR NO PUEDE FORZARSE.
Supongo que adaptar una obra mitologica tiene envergadura, más en pequeños relatos.
Además esta chica del relato me resulto dependiente emocional,débil fisicamente jeje
Te espero en el siguiente...

Ico dijo...

Mitocondría no he querido adaptar ni atenerme al relato original de Dafne, sino he querido mostrar una Dafne adolescente( de ahí su debilidad emocional y física) y mostrar en esencia la huida de una violación. Dafne mitológica se convierte en olivo y ésta mia separa su cabeza de su cuerpo para no sufrir. Me limita el espacio porque no quiero propasarme del tamaño folio para no cansar a los lectores.. pero gracias por tus comentarios... si sigues ahí es símbolo de que no lo hago tan mal...

Anónimo dijo...

No lo haces tan mal, ni mal, es por ello como tu dices que te sigo y como recompensa leo, pienso, escribo...gracias.
Soy amante de las metaforas , quiza explique mi critica y mis exigencias contigo PROFECHIFLI

Ico dijo...

Cuando quiera me encanta hablar sobre literatura ... tienes mi correo yahoo en el perfil... besos