El mar guarda ya la sepultura de estos niños, mujeres y hombres. El mar se los ha tragado para siempre como la miseria devora la esperaza de quien vive sin ella. Los muertos no hablan, pero hablan las ilusiones perdidas de quienes pierden la vida. La vida no vale nada sino mueres cada día intentándolo. Y te lanzas al mar como quien se lanza a la fe del cielo en busca de un paraíso perdido.
De nuevo Cronos devorando a sus hijos, y las lágrimas son agua y van al mar de los cuerpos ahogados. Qué mueve al hombre, a la mujer, a la mano que prende la de un niño a salir a la mar asesina. El hambre madre. A quien lloras cuando no hay nombre. Todo un pueblo muere cuando un hombre muere. A donde van los que buscan alimentos y solo encuentran el azul y el mar. En qué tumba de espuma y miedo clavo el nombre de estos muertos.
2 comentarios:
Lo vi ayer en las noticias y me sentí sobrecogida. También,hace tiempo, vi un documental de Informe Semanal, sobre los niños menores de edad que llegaban en pateras a Tenerife, a qué institutos iban y el modo de vida que llevaban hasta los 18, que se convertían en inmigrantes ilegales.
La verdad es que son imágenes sobrecogedoras y son sueños o esperanzas que posiblemente no lleguemos a comprender del todo desde nuestra suerte y posición. El caso es que es gente que se juega la vida a diario simplemente por intentar mejorar sus vidas...
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