lunes, 16 de febrero de 2009

De que yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho más tonto


Un grupo de sabios se reúnen en el Parlamento, que es el máximo órgano de representación del pueblo y allí discuten sabiamente llegando a la siguiente conclusión: Punto uno, si seguimos con este ritmo de crecimiento habrán más camas hoteleras que habitantes. Punto dos: si se continúa construyendo a mansalva y saltándonos todas las leyes de costas no habrá playa en donde recalen nuestros visitantes.
Por lo que, y en mayoría acuerdan entre todos que se va proceder a una suspensión de la construcciones hoteleras por decreto, a esto lo llaman “moratoria”. Pero antes de que ésta se apruebe los sabios han avisado a sus amigos más sabios, que son los dueños de las constructoras y empresarios del sector. Éstos se apresuraron a construir a ritmo fiero más hoteles y más camas turísticas. Para ello llaman a la mano de obra barata y poco cualificada, llámese también, inmigrantes. La construcción se convierte en el sector más boyante de las islas, la gallina de los huevos de oro y con este optimismo reciben el permiso y la bendición de los ayuntamientos. Como hay que hacerlo más rápidamente y de forma grandiosa, se utilizan la ayudas de los fondos europeos para zonas deprimidas.
Así que, gracias a la decisión de los sabios, lo que se pretendió evitar un día produjo exactamente la reacción contraria. Esto llevó a que el tribunal superior de justicia Canarias concluyeran diciendo que los hoteles vulneran la moratoria y están de forma ilegal en suelo de playa. A su vez, Europa, que no concede ayuda a construcciones ilegales, pide cuentas de lo que se ha hecho con el dinero dejado y comienza a estudiar todo lo que se ha dejado desde 1994 en adelante, por si encuentra otras irregularidades. El consejo de sabios mira a otro lado y proclama que tendremos que pagar entre todos este desaguisado y que la causa principal de la situación económica y de crisis en Canarias es debido a la excesiva cantidad de inmigrantes.
Esto no es en cuento pero podría serlo.

1 comentario:

dintel dijo...

El pan nuestro de cada día...